Alumnos de altas capacidades de centros privados inician una campaña por su “discriminación” en un programa extracurricular de la UIB
Un buffet libre para los alumnos con altas capacidades de Balears. Asi es el programa formativo extracurricular Mentoriment, emprendido por la Universitat de les Illes Balears (UIB) y financiado con fondos del Govern a ojos de padres y estudiantes con estas características y necesidades de conocimiento.
Un menú degustación de mentorías de varias disciplinas que van desde el teatro hasta la robótica y que quienes ya han acudido en anteriores convocatorias esperan con ansias. Aunque esta ha sido distinta: en lugar de suscitar emoción ha suscitado el descontento particular de los estudiantes con altas capacidades de centros privados de las islas. En concreto, de la formenterera Iria de Ureta, de 16 años, que ha emprendido una campaña de recogida de firmas para denunciar la “discriminación” sentida entre estos adolescentes de institutos privados.
Un criterio no presente, según explica De Ureta a elDiario.es, en otras ediciones del programa de la UIB destinado a alumnos entre tercero de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) y segundo de Bachillerato. “Nos enteramos en diciembre de que no nos podían admitir en el Mentoriment”, cuenta la estudiante encargada de iniciar la campaña.
El orientador de su centro escolar de Eivissa, el colegio Mestral, les explicó que al parecer en la edición de este curso escolar, la décimo tercera del programa, habían decidido excluir de la participación a alumnos de institutos privados del archipiélago. Una decisión que a De Ureta le pareció injusta. “¿Entonces qué pasó? Escribimos una carta y se la enviamos a la conselleria a través de un contacto del director, al que respondieron que no era asunto del Govern sino de la universidad”, cuenta la estudiante.
En el documento, que también enviaron a la UIB, exponen uno por uno los argumentos para defender su postura y los motivos por los que sí deberían poder optar al programa formativo extracurricular. Las asociaciones de AACC (Altas Capacidades Intelectuales) de las Balears, incluida la de Menorca, que no tiene ningún centro privado, se sumaron al apoyo de la causa estudiantil.
“La universidad nos contó una historia, nos dijeron que no había presupuesto para el proyecto para todos y que habían priorizado a alumnos de centros públicos y concertados. Aunque nos contaron dos historias diferentes”, apunta De Ureta. Las dos versiones diferentes provienen una de la universidad y otra del conseller d’Educació i Universitats del Govern, Antoni Vera. En una entrevista a un medio local de Eivissa, el conseller aclaró que los estudiantes con altas capacidades de centros privados sí podían apuntarse al Mentoriment por si sobraba alguna plaza. Sólo entonces podían acceder.
“Pero eso no es verdad porque ni siquiera nos dejaron inscribirnos para formar parte del programa”, señala la alumna, que actualmente cursa la rama científica y tecnológica de primero de Bachillerato. El orientador del colegio Mestral, tras intentar acceder a la plataforma donde se hacían las inscripciones varias veces y que le diera error, contactó con las coordinadoras del programa en la UIB y fue entonces cuando le afirmaron que los centros privados no podían optar al Mentoriment. Esa fue la única información que pudo obtener el orientador.
Más tarde, los estudiantes escribieron la carta de protesta y se pusieron en contacto con los medios de comunicación y arrancaron una campaña de firmas (hasta el momento han recabado más de 90 rúbricas en papel) para instar a la UIB y al Govern a reconsiderar la condición de que sólo el alumnado de los centros públicos o concertados también puedan participar en las mentorías. Aunque aún no han recibido ninguna respuesta. “Era una manera de reivindicar la causa y que vieran que hay gente que nos apoya. Para hacer ruido y que lo que queremos se pueda cumplir”, reclama De Ureta.
Una carta repleta de argumentos
“El pasado martes 10 de diciembre muchos fuimos premiados, incluida yo misma, con un reconocimiento a la excelencia académica por ustedes, que nos llamaban a todos nosotros ‘el futuro de las Pitiüses’, sin hacer distinciones en nuestra procedencia, religión o la condición de nuestro centro educativo, fuese público o privado. Ustedes son los mismos que hoy, nos han negado a los alumnos de altas capacidades (AACC) de escuelas privadas la inscripción y participación en el programa Mentoriment, que, hasta el día de hoy, nunca nos había rechazado”, escribe la alumna en el documento dirigido a la universidad y la conselleria.
También recuerda, en nombre de sus compañeros, que la elección de un centro educativo es una decisión tomada por sus padres, quienes, en muchos casos, hacen sacrificios para ofrecerles lo que consideran la mejor educación, sin que esto implique necesariamente un gran poder adquisitivo. Unas familias que -apunta la estudiante- contribuyen igual que el resto al sistema público con sus impuestos, por lo que el acceso a los programas debería ser equitativo.
“Ni por parte de la Conselleria ni del equipo de Mentoriment, se nos ha dado una respuesta válida a este inesperado rechazo, cosa que nos complica aún más aceptar esta discriminación”, continúa la carta, donde se añaden varias hipótesis sobre el motivo por el que en esta convocatoria hayan sido “discriminados”.
La principal, es la falta de financiación del proyecto, a lo que De Ureta propone alternativas distintas a la expulsión de los estudiantes de institutos no públicos o concertados. “Una de las opciones podría ser que en lugar de financiarnos todas las dietas, como sucede en el lugar de los que venimos de otras islas que no son Mallorca -el Mentoriment se lleva a cabo en el campus de la UIB-, nuestro gasto corriera a cargo de nuestras familias y los fondos se reservarán a los demás”, apunta la alumna de Eivissa.
Otra de las hipótesis que barajan es que se les haya excluido por falta de aforo y se haya organizado para priorizar al alumnado de las escuelas públicas, aunque las aulas de la UIB tengan “una gran capacidad” y se pueda “aumentar la cantidad de alumnos por profesor”.
Uno de los aspectos que más apena a los estudiantes es que el Mentoriment sirve para establecer vínculos entre los jóvenes de las cuatro islas con la condición de altas capacidades intelectuales. Sin embargo, este año, al menos para ellos, ya va a ser prácticamente imposible.
Una lucha para futuros estudiantes
La conselleria de Educación y Universidades del Govern, a la que ha consultado elDiario.es, afirma que este programa va dirigido a los alumnos de centros sostenidos con fondos públicos, es decir, de institutos públicos y concertados. Aún así, en caso de quedar plazas vacías, se daba la opción a los alumnos de los centros privados para que también participaran.
No ha sido el caso de la convocatoria actual, en la que todas las vacantes han quedado ocupadas, apuntan desde el área de comunicación. “Ante esta situación, la consellería elaborará el nuevo programa y se estudiará la viabilidad de ampliar el número de plazas y dar respuesta en todas las demandas”, añaden. Eso sí, será ya de cara al próximo curso.
Por su parte, la Universitat de les Illes Balears aclara que los fondos para el Mentoriment dependen exclusivamente del Govern al tratarse “de una universidad completamente pública” y que, a pesar de coordinar el programa, no decide los criterios que se establecen para aceptar o no a los alumnos.
De Ureta lamenta que el periodo ordinario para inscribirse ya haya expirado y no haber podido mover esto antes, aunque espera poder cambiar las cosas de cara a las próximas convocatorias. De momento, ya ha iniciado otra campaña para recoger firmas digitales en la plataforma change.org.
“A mi me encantaría que esta campaña sirviera de algo. Yo lucho ahora porque los alumnos de los siguientes años, todos los que tengan altas capacidades, independientemente del centro del que provengan, puedan ir al Mentoriment”, termina De Ureta.
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