Los espeleólogos, en lucha por los restos fecales de una urbanización de lujo sobre una de las cuevas más valiosas de Mallorca

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“No hace falta estudiar mucho ni tener un máster para saber que si un centenar de viviendas vierten las aguas residuales directamente al terreno y justo debajo (entre 15 y 20 metros) hay una cueva, más pronto que tarde la mierda llegará a la cueva y más teniendo en cuenta que es una roca muy porosa y llena de agujeros”.
Visiblemente indignados, los espeleólogos de Balears se han puesto en pie de guerra para denunciar lo que está sucediendo en la conocida como Cova del Pas de Vallgornera, situada en el término municipal de Llucmajor (Mallorca): la estructura natural, de gran valor geológico y ecológico, está viéndose contaminada por la filtración de aguas residuales procedentes de la urbanización de lujo construida justo encima. Los especialistas no descartan recurrir a la Comisión Europea para poner coto a esta problemática e incluso reclamar la desclasificación de los terrenos si no se adoptan medidas para prevenir la contaminación de la cavidad.
Los espeleólogos llevan más de diez años denunciando la ausencia de un sistema de alcantarillado en la zona, fruto de lo cual han apreciado claros indicios de contaminación en la cueva traducidos en la proliferación de organismos indicadores de materia orgánica así como en la alteración de la transparencia del agua. Las quejas, formuladas a través de la Federación Balear de Espeleología (FBE), han sido interpuestas ante distintos organismos con el objetivo de reclamar medidas urgentes que velen por la protección de la cavidad, sin que hasta el momento se haya impulsado medida alguna para prevenir su deterioro. “No ha habido voluntad de hacerlo”, recrimina el presidente de la entidad, Guillem Mulet, en declaraciones a elDiario.es.
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Un hallazgo inesperado
El hallazgo de la Cova de Vallgornera se produjo en 1968, cuando se estaban llevando a cabo unas perforaciones para la construcción de un pozo negro encargado por los propietarios del establecimiento que entonces se erigía sobre la cavidad, el Hotel Es Pas. Eran tiempos en los que el big bang turístico comenzaba a hacer sus estragos sobre el paisaje natural, transformando sobre todo las zonas costeras, cuyas calas y playas vírgenes quedaron para siempre desfiguradas por el hormigón. El 26 de abril de aquel año, mientras picaba, el mestre Tomeu descubrió un gran agujero bajo tierra: había perforado el techo de la sala de entrada a la cueva de Vallgornera.
Lo explica el propio Guillem Mulet en su estudio La Cova des Pas de Vallgornera, una meravella subterrània, en el que señala que, tras el hallazgo, los dueños del hotel enconmendaron la construcción del pozo en otra zona con el objetivo de evitar que las obras no afectasen a la cavidad y, de paso, que un equipo de espeleólogos belgas la explorasen para comprobar su viabilidad como atracción turística, algo que finalmente quedó descartado.
El hallazgo de la Cova del Pas de Vallgornera se produjo en 1968, cuando se estaban llevando a cabo unas perforaciones para la construcción de un pozo negro encargado por los propietarios del establecimiento que entonces se erigía sobre la cavidad, el Hotel Es Pas. El 26 de abril de aquel año, mientras picaba, el mestre Tomeu descubrió un gran agujero bajo tierra: había perforado el techo de la sala de entrada a la cueva de Vallgornera
Sin embargo, la presencia de la cueva no impidió, al igual que en otras muchas zonas del litoral mallorquín, la rápida urbanización de unos terrenos situados a apenas unos metros del mar. Las primeras edificaciones fueron ejecutadas ya en los años sesenta por una promotora belga y, tras años de estancamiento, entre 2001 y 2002 se reactivó el proceso de urbanización de la zona. Unos hechos que provocan, tal como denunciaron en su día los ecologistas a través del Grupo de Ornitología Balear (GOB), que la cueva se vea afectada por vibraciones, filtraciones y desprendimientos. La zona representa, según la entidad conservacionista, “la última mancha que todavía puede preservarse de una urbanización salvaje de la costa”.
Tres urbanizaciones y unos 5.000 vecinos
Hoy, sobre la cueva se levantan tres urbanizaciones: Es Pas, Cala Pi y Vallgornera. Las componen centenares de viviendas unifamiliares en las que habitan unos 5.000 vecinos. La mayoría, lujosos chalets con piscina y vistas directas al mar. Algunos de ellos destinados al alquiler vacacional y otros a la venta por cantidades que alcanzan los 4,5 millones de euros. “Villa de estilo mediterráneo en primera línea de Cala Pi. Esta impresionante propiedad ofrece hipnotizantes vistas al mar abierto. La casa marca su lugar en Cala Pi con hermosas zonas al aire libre, un jardín privado y un mirador en el lado del acantilado como un oasis especial”, puede leerse en uno de los anuncios publicados en un portal inmobiliario.
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En el año 2000, la cueva fue protegida per la Conselleria de Medio Ambiente como Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000. Un hecho que no ha impedido que el Ajuntament de Llucmajor continuase concediendo licencias, como tampoco el que las urbanizaciones no cuenten con alcantarillado para la evacuación de aguas residuales.
“La urbanización no dispone de algunos de los servicios urbanístico básicos necesarios para dar servicio a las edificaciones existentes o a las que las Normas Subsidiarias del municipio habiliten construir y mantener la clasificación como suelo urbano. El principal problema: el alcantarillado”, lo que implica que la urbanización no dispone de los servicios básicos exigidos para que un solar pueda ser considerado como suelo urbano, tal como recrimina el GOB. La Ley de Bases de Régimen Local, en su artículo 26.1.a), dispone que todos los municipios deben prestar servicios básicos como el alumbrado público, la pavimentación de las vías públicas y el alcantarillado, como así lo ha dispuesto en varias ocasiones la jurisprudencia.
En el año 2000, la cueva fue protegida per la Conselleria de Medio Ambiente como Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000. Un hecho que no ha impedido que el Ajuntament de Llucmajor continuase concediendo licencias, como tampoco el que las urbanizaciones no cuenten con alcantarillado para la evacuación de aguas residuales
No en vano, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León determinó en 2012 que las entidades locales están obligadas a prestar servicios públicos de alcantarillado, alumbrado público y pavimentación cuando estos sean exigidos por los vecinos, especialmente en suelos clasificados como urbanos. La sentencia recalca, en este sentido, que un Ayuntamiento no puede trasladar la responsabilidad al particular.
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Los vecinos: “Somos los primeros que queremos que la cueva no sufra daños”
En Mallorca, los vecinos de la urbanización ubicada sobre la Cova de Vallgornera llevan años exigiendo disponer de alcantarillado. “Nosotros somos los primeros que queremos que la cueva no sufra daños por filtraciones”, asevera Antoni Contestí, portavoz del colectivo agrupado para reclamar este servicio. En declaraciones a elDiario.es, Contestí, vecino de la urbanización de Es Pas, explica que el alcantarillado pondría fin a la problemática que sufren desde viven en la zona y señala que se han dirigido numerosas veces al Ayuntamiento para protestar, sin que hasta el momento les haya ofrecido una solución. Entre las medidas propuestas por los residentes se encuentra la posibilidad de hacer el alcantarillado por vacío, que utiliza una red de tuberías selladas, requiere de menos obras y emite de inmediato una señal eléctrica en caso de que se produzca una fuga.
los vecinos de la urbanización ubicada sobre la Cova de Vallgornera llevan años exigiendo disponer de alcantarillado. "Nosotros somos los primeros que queremos que la cueva no sufra daños por filtraciones", asevera Antoni Contestí, portavoz del colectivo agrupado para reclamar este servicio
“Nosotros, como asociación, hemos ido a hablar con el Ayuntamiento para ponernos a su disposición y decir que nosotros buscaremos las empresas. Ya hemos pedido presupuestos. Pero el problema es que el Ayuntamiento no hace nada”, lamenta. elDiario.es se ha puesto en contacto con el Consistorio para conocer su versión, pero no ha obtenido respuesta. Según publicó Diario de Mallorca a principios de enero, el Consistorio tiene previsto iniciar este año el proceso de licitación de las obras para la construcción de la red de alcantarillado de El Pas de Vallgornera con el objetivo de evitar que continúen produciéndose filtraciones de aguas fecales en el interior de la cueva.
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Por su parte, los espeleólogos insisten, de la mano de los vecinos, en la necesidad de dotar de alcantarillado la urbanización. De lo contrario, “llegará un momento en el que el agua de la cueva se contamine por completo”, advierte Mulet. En diciembre de 2017, la FBE ya advertía del peligro de derrumbe de la cueva de es Pas de Vallgornera y lanzaba un aviso al Consistorio: “Señores del Ayuntamiento de Llucmajor, no sabemos a qué maniobra obedece esto pero sepan que están empezando una guerra que no pueden ganar”.
“Desde hace más de cinco años -señalaban entonces-, esta Federación ha estado ayudando en la realización de diversos estudios y pruebas realizadas por este ayuntamiento y la Conselleria [de Medio Ambiente] encaminadas a determinar si es o no viable la realización de un alcantarillado sin que la cueva se vea afectada por la obra. Todos los estudios y pruebas realizadas fueron positivas para la realización de la obra incluso en alguna de las pruebas de soporte, fuerza y vibración del terreno y roca encajante fueron muchísimo más positivas de lo esperado”, informaban los espeleólogos.
Desde hace más de cinco años -señalaban entonces-, esta Federación ha estado ayudando en la realización de diversos estudios y pruebas realizadas por este ayuntamiento y la Conselleria [de Medio Ambiente] encaminadas a determinar si es o no viable la realización de un alcantarillado sin que la cueva se vea afectada por la obra
Recientemente, a petición de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern balear, agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y agentes del Seprona de la Guardia Civil llevaron a cabo una recogida de muestras de agua de la cueva para su análisis fisicoquímico y biológico. Tal como informaron, las analíticas revelaron que la cueva no presenta síntomas de contaminación por aguas fecales, dado que los valores de la bacteria Enterococcus son bajos y los de la bacteria Escherichia coli, muy bajos. Asimismo, señalaron que los resultados negativos de amonio y fosfatos tampoco indican una posible contaminación por filtraciones.
Los espeleólogos, con todo, continuarán luchando para velar por el buen estado de las aguas de la cueva. “El próximo paso, si las administraciones no hacen nada al respecto, será presentar una denuncia ante la Comisión Europea de Medio Ambiente exponiendo el problema y su solución: la desclasificación de la urbanización de Es Pas y devolver el paisaje a su estado inicial”, sentencian.
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