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Cambio desesperado de estategia de May con el Brexit: ya no busca convencer a los suyos sino a los laboristas

La primera ministra británica, Theresa May, sale de su residencia oficial este miércoles en Londres (Reino Unido).

Javier Biosca Azcoiti

La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha cambiado de estrategia. Lleva meses intentando convencer por todos los medios a los parlamentarios de su partido y a su socio de coalición (el Partido Unionista Democrático –DUP–) para sacar adelante en la Cámara de los Comunes el acuerdo del Brexit negociado con la Unión Europea. Su último recurso a la desesperada fue ofrecer su cabeza a cambio de que aprobasen el texto negociado.

Tras chocarse tres veces con el mismo muro, ahora May se centrará en intentar convencer al Partido Laborista para lograr una mayoría en el Parlamento y poder salir de la UE el 22 de mayo, con acuerdo y sin necesidad de participar en las elecciones europeas.

“Me ofrezco a sentarme con el líder de la oposición y acordar un plan”, afirmó May el martes. “Cualquier plan tendría que apoyar el acuerdo de salida, que ya se ha negociado con los 27 Estados miembros. Nos tenemos que centrar en la relación futura con la UE”, advirtió en su mensaje dirigido a Jeremy Corbyn. El acuerdo de salida no especifica la relación futura entre ambas partes, sino que esta se esboza en la declaración política. May ha prometido que si no llega a un plan común con el Partido Laborista, el Parlamento votará las diferentes opciones y el Gobierno cumplirá el resultado.

Corbyn, por su parte, ha aceptado la propuesta. “Estaré encantado de reunirme con Theresa May. Necesitamos asegurarnos que el Parlamento tiene la oportunidad de votar propuestas que nos impidan salir derrotados de la UE a finales de la semana que viene”. Ambos líderes se han reunido este miércoles en privado.

Tras la reunión, Corbyn ha presentado a May el plan alternativo laborista y ha planteado la opción de un referéndum para evitar una salida sin acuerdo o un mal acuerdo. “Su posición no ha cambiado como yo esperaba pero tendremos más discusiones mañana”, ha afirmado el líder laborista.

El acuerdo del Brexit de May ha sido rechazado en tres ocasiones. La primera, en enero, por 230 votosla segunda, el 12 de marzo, por 149 votos (ambas solo recibieron el apoyo de tres diputados laboristas); y la tercera, el viernes pasado, por 58 votos (cinco votos laboristas). El apoyo laborista sería suficiente para sacar adelante el acuerdo si se celebra una cuarta votación.

Críticas, dimisiones y escepticismo

El Partido Conservador ha reaccionado con críticas y dimisiones a la nueva estrategia de May. La renuncia más importante, la del hasta ahora viceministro del Brexit, Chris Heaton-Harris. “En mi puesto he ayudado a coordinar nuestras preparaciones por si tuviésemos que salir de la UE sin un acuerdo. Aunque hubiese preferido salir de la UE con su acuerdo, realmente creo que nuestro país hubiese superado cualquier problema inmediato surgido de una salida sin acuerdo”, ha afirmado Heaton-Harris en su carta de renuncia dirigida a la primera ministra. “Entiendo que no quiera salir de la UE sin un acuerdo negociado y eso obviamente hace que mi trabajo en el Gobierno sea irrelevante”, ha añadido.

El diputado conservador Nigel Adams también ha anunciado su dimisión. “Ahora parece que usted y su gobierno han decidido que un acuerdo maquinado con un marxista que nunca en su carrera política ha puesto los intereses británicos por delante es mejor que una salida sin acuerdo”, ha señalado Adams en su carta de renuncia.

Otros conservadores partidarios de un Brexit duro han acusado a May de “traición” al Brexit por negociar con los laboristas, que abogan por un Brexit blando que incluya, por ejemplo, una unión aduanera. Salir de la unión aduanera fue uno de los principales argumentos en defensa del Brexit porque ello permitiría a Reino Unido dirigir su propia política comercial y llegar a acuerdos con otros países.

Este miércoles, May ha escrito a todos sus colegas conservadores para explicar su decisión: “La cuestión es cómo podemos hacer que el Parlamento ratifique el acuerdo. El Gobierno hubiese preferido hacerlo con los votos conservadores y de DUP. Pero habiéndolo intentado tres veces, está claro que es poco probable que eso ocurra. Con colegas que no están dispuestos a apoyar al Gobierno en los pasillos del Parlamento, esta es la única forma de un Brexit tranquilo y ordenado”.

Por su parte, también existe cierto escepticismo dentro del Partido Laborista. Algunos consideran la oferta de May una “trampa”. “Cualquier 'concesión' es temporal y no vinculante. Estaría unida a la declaración política. El próximo líder lo rompería de inmediato”, ha señalado el laborista Ben Bradshaw. “La única respuesta posible del laborismo: una votación popular de lo que salga como precio de nuestro apoyo”, ha añadido.

La encargada de Exteriores del Partido Laborista, Emily Thornberry, también se ha expresado en este sentido y ha escrito a sus colegas para señalar que cualquier acuerdo debe ser sometido a un voto popular.

“Acabo de tener una reunión positiva con Jeremy Corbyn. Me sorprendería y me decepcionaría mucho si el Partido Laborista se vendiera ante un acuerdo tan malo”, ha afirmado la líder del Partido Nacional Escocés (35 escaños).

Una nueva extensión

Para llevar a cabo su nueva estrategia, May necesita más tiempo. “Necesitamos una nueva extensión del Artículo 50. Una que sea lo más corta posible y que termine cuando aprobemos un acuerdo”, afirmó May el martes. Su intención es pedir una extensión hasta el 22 de mayo para no tener que participar en las elecciones Europeas (convocadas entre el 23 y el 26 de mayo).

Por su parte, la UE insiste en que para aprobar una salida corta (22 de mayo) que permita a Reino Unido no participar en las elecciones europeas, Reino Unido debería aprobar el acuerdo de retirada antes del 12 de abril, lo que reduce el margen de maniobra para las negociaciones entre May y Jeremy Corbyn.

El miércoles por la noche la Cámara de los Comunes aprobó de emergencia un proyecto de ley por tan solo un voto de diferencia (313-312) que obliga a Theresa May a pedir una nueva extensión del Artículo 50 con el fin de evitar una salida sin acuerdo. La ley tiene que pasar ahora por la Cámara de los Lores, a la que podría llegar este viernes.

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