La líder del Partido Democrático Unionista Arlene Foster acaba de hablar ante los medios de comunicación para confirmar que ha mantenido conversaciones con Theresa May de cara a un acuerdo de gobierno. Pero también ha recordado que estas conversaciones previas no son lo mismo que haber alcanzado ningún acuerdo.
Foster ha dado las gracias por los apoyos recibidos y considera que se han obtenido “unos grandes resultados” no solo para Irlanda del Norte sino también para todo Reino Unido. Su partido, el DUP, ha logrado 10 escaños que sumados a los obtenidos por los conservadores, 318, serían suficientes (aunque escasos) para sacar un gobierno adelante.
El partido ultraconservador con el que quiere aliarse May no reconoce el derecho al matrimonio homosexual y quiere que la salida de Irlanda del Norte de la UE sea completa para no quedarse a medio camino. El DUP pretende evitar que Irlanda del Norte mantenga un estatus especial como reclama el partido Sinn Féin, es decir, que siga dependiendo de fondos comunitarios destinados al proceso de paz norirlandés una vez que se haga efectivo el Brexit.
Theresa May solo ha tendido puentes con el DUP antes de solicitar a la reina el permiso para formar gobierno. Los analistas políticos británicos han criticado duramente que no haya tenido en cuenta al resto de formaciones para afrontar las duras negociaciones con Europa que están por llegar.