Nuevo sobresalto en la política europea por un caso de corrupción. La policía ha registrado este martes la sede del PP europeo en Bruselas en el marco de una operación llevada a cabo por las autoridades belgas y alemanas dado que parte de una investigación en el estado alemán de Turingia. El asunto tiene que ver, no obstante, con un contrato de las pasadas elecciones europeas por el que el responsable de la campaña digital -ahora al frente del grupo parlamentario en Turingia- recibió presuntamente una mordida.
“El partido está cooperando con total transparencia con las autoridades, proporcionando toda la información y documentación relevante”, señala en un breve comunicado el PP europeo, presidido por el alemán Manfred Weber, tras el registro. “El asunto tiene que ver con un contratista del PPE durante la campaña de las elecciones europeas de 2019 y uno de sus subcontratistas en Alemania”, según una fuente del partido.
Un contrato de las europeas bajo sospecha
La operación se deriva de la investigación al actual líder de la CDU en Turingia, Mario Voigt, que fue el encargado de la campaña digital del PPE en las europeas de hace cuatro años de la mano de Weber. La Fiscalía alemana lleva meses investigando a Voigt por un presunto caso de corrupción. El pasado otoño registraron su vivienda y otros inmuebles, como las oficinas en las que trabaja.
Un portavoz de la fiscalía de Erfurt, capital de Turingia, explicó a medios regionales alemanes que el registro en Bruselas respondía a una orden de un tribunal de la misma ciudad de diciembre de 2022 relacionada con la investigación contra Voigt, informa la Agencia EFE. El salto a la sede del partido en Bruselas se debe a que los investigadores sospechan que percibió una mordida de 17.000 euros de una empresa contratada por el PPE en la campaña de 2019, de acuerdo a la emisora pública MDR.
El registro se ha llevado a cabo en la sede que el principal partido de la Eurocámara tiene en la Rue du Commerce de la capital de Bélgica. Según ha adelantado Euroactiv, la policía ha inspeccionado la primera y la tercera plantas del edificio y se ha incautado ordenadores en la investigación del presunto fraude.
Los conservadores enmarcan la operación en una investigación que afecta a la organización en Alemania y aseguran que no tiene nada que ver con el Qatargate, que es el escándalo que revolvió la política europea hace apenas cuatro meses, cuando la policía detuvo a la exvicepresidenta de la Eurocámara Eva Kaili; a su pareja (asistente del grupo de los socialistas y demócratas) y a un exeurodiputado socialista. La trama de sobornos en la que también está involucrado Marruecos también afecta a otros dos parlamentarios. Uno de ellos, el belga Marc Tarabella está en prisión desde el levantamiento de su inmunidad, y el italiano Andrea Cozzolino está a la espera de ser extraditado. Todos ellos formaban parte del Grupo de los Socialistas y Demócratas.