Biden ha autorizado a Ucrania a usar misiles contra Rusia: ¿qué es el sistema ATACMS y por qué es relevante?
Joe Biden ha dado autorización a Ucrania para usar el sistema de misiles balísticos de fabricación estadounidense ATACMS contra fuerzas rusas y norcoreanas dentro de territorio ruso.
Fuentes de la Casa Blanca han informado a los medios de que las armas podrán emplearse en la región rusa de Kursk, donde Kiev ha hecho una incursión, pero que el actual presidente de EEUU también podría autorizarlas en otros lugares antes de la investidura de Donald Trump.
Los primeros ataques con el sistema de misiles ATACMS podrían llegar en cuestión de días. ¿Qué es? ¿Por qué es importante para Ucrania?
¿Cuáles son sus capacidades?
El Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, o ATACMS (por sus siglas en inglés), fue desarrollado durante la Guerra Fría para golpear blancos soviéticos y Kiev ya los está usando, aunque hasta ahora solo los ha disparado contra objetivos situados en territorios ucranianos ocupados por Rusia.
Fabricados por la empresa Lockheed Martin, estos misiles balísticos pueden alcanzar objetivos a 300 kilómetros de distancia. Como vuelan a una altitud atmosférica muy superior a la de la mayoría de los misiles, son capaces de esquivar las defensas antiaéreas impactando contra el suelo a gran velocidad.
Aunque no tengan el alcance de un misil balístico de crucero o intercontinental, los misiles del sistema ATACMS son considerados de largo alcance.
¿Por qué ha cambiado de postura la Administración Biden?
Kiev estaba haciendo lobby para que Biden diera la luz verde al uso del ATACMS en territorio ruso, y el presidente ahora está sometido a mayores presiones. Con Trump diciendo que buscará un final rápido a la guerra en Ucrania, tanto el gobierno ucraniano como sus simpatizantes en todo el mundo temen por la posibilidad de serios avances de Moscú en el campo de batalla.
Biden no quería permitir ataques dentro de Rusia con el ATACMS porque temía que eso significara subir un escalón en la intensidad de la guerra, como había amenazado el presidente ruso Vladímir Putin. “Estamos intentando evitar la tercera guerra mundial”, decía Biden.
El cambio de idea se justifica como una respuesta a la presencia de soldados norcoreanos luchando junto a los rusos. Pyongyang envió unos 10.000 soldados en octubre a Rusia para luchar en la guerra de Ucrania. Se teme que puedan mandar decenas de miles más.
¿Cómo afectarán los misiles a la batalla?
Ucrania podrá usar ahora los misiles dentro de Kursk, la región rusa en la que Kiev ocupa más de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio. El ATACMS podría aliviar al frente ucraniano apuntando contra depósitos rusos de armas y municiones, líneas de suministro y bases militares.
Con la investidura de Trump en enero, la medida tal vez sea una forma de reforzar militarmente a Ucrania antes de que se vea obligada a entablar conversaciones de paz. También puede tener un impacto psicológico, mejorando los ánimos en Ucrania durante un período complicado.
¿Cómo va la guerra en este momento?
Se espera que Moscú comience pronto una gran ofensiva para recuperar Kursk con el apoyo de los soldados norcoreanos. El ATACMS no es una solución mágica y las fuerzas rusas han ido ganando terreno en el este del país.
El gran problema de Ucrania es la necesidad urgente de soldados. Al gobierno en Kiev le está costando movilizar a los ucranianos para que se unan a la guerra.
¿Qué pasa con el Storm Shadow y los otros armamentos?
Biden ha ido permitiendo paulatinamente que Kiev use armamento más avanzado y de mayor alcance. Al principio de la guerra, aprobó el uso del HIMARS (por las siglas en inglés de Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad), capaz de alcanzar blancos a una distancia de hasta 80 kilómetros.
En los últimos dos meses se ha hablado de una posible autorización similar concedida a Ucrania para lanzar los misiles franco-británicos Storm Shadow, con capacidades comparables a las del ATACMS, contra fuerzas rusas en territorio ruso. Estos misiles de largo alcance dependen de un sistema de guiado estadounidense. Es decir, que Washington tiene que estar de acuerdo con el empleo que se les dé.
Es posible que la decisión de Biden sobre el ATACMS anime ahora a los aliados europeos que quieran darle más libertad de acción a Kiev en el despliegue del Storm Shadow o Scalp, como es conocido en Francia. Los Storm Shadow tienen la potencia necesaria para penetrar búnkeres y dañar aeródromos, y pueden ser dirigidos con precisión.
Traducción de Francisco de Zárate.
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