Alexei Trubetskoy supo que tenía que irse en cuanto se despertó y miró su teléfono la mañana en que Rusia invadió Ucrania. “Me levanté, repasé las noticias con incredulidad y me di cuenta de que tenía que irme lo antes posible”, dice. Trubetskoy, que dirige una escuela de inglés en Moscú, compró ese mismo día un billete con destino a Sri Lanka. “Tenía claro que la horrible invasión cambiará Rusia para siempre”.
Un número cada vez mayor de rusos ha decidido abandonar su país tras la decisión de Vladímir Putin de invadir Ucrania por el temor de las consecuencias económicas y políticas que la operación traerá consigo. “Espero regresar al país que amo, pero no está nada claro qué pasará. Me han arrebatado mi futuro, el país no volverá a ser el mismo”, dice Trubetskoy.
Escribe Pjotr Sauer.