Análisis. Bladestorm: Nightmare, la Guerra de los Cien Años remasterizada

Hace casi ocho años, los desarrolladores de Omega Force y Koei, padres de la prolífica saga Warriors, volvieron a poner “de actualidad” la Guerra de los Cien Años con el lanzamiento de Bladestorm. El juego dejaba a un lado los conflictos chinos protagonistas de la saga y se centraban en uno que nos pilla mucho más “cerca de casa”, la famosa guerra entre Francia e Inglaterra en la que destacaron figuras como Juana de Arco, Etienne de Vignolles o el Príncipe Negro.

Respetando el estilo “beat'em up” y el modo de juego Hack and Slash de su franquicia estrella, Bladestorm fue considerado por los usuarios un juego decentillo, entretenido, pero sin llegar a alcanzar la calidad de algunos de los grandes títulos de Koei. Ahora, con el boom de los remakes, esta entrega casi olvidada ha regresado con interesantes novedades y unos gráficos mejorados. ¿Pero es suficiente para destacar?

En Bladestorm: Nightmare se nos presentan tres modos de juego. El primero, Free Mode, básicamente nos permite elegir un escenario, un rival, etc., y batallar con él, cumpliendo la típica función de partida personalizada. Otra opción es elegir una batalla y aliarnos con un amigo para intentar superarla cooperando.

El segundo, Edit Mode, es el modo de creación propiamente dicho. En él podemos personalizar decenas de mercenarios, eligiendo su nombre, sexo, apariencia, etc. También, con la nueva opción Station, podemos cargar mercenarios del juego original. Podremos elegir de entre todos estos personajes a la hora de jugar en el Free Mode, o bien al iniciar una campaña principal, de la que hablaremos a continuación.

El Story Mode es el modo de juego principal, por así decirlo. En el juego original se nos presentaba una campaña, la Guerra de los Cien Años, que se basaba en el longevo conflicto bélico entre Francia e Inglaterra durante la Edad Media, aunque sin mucho rigor histórico. En ella podíamos crear un mercenario (o seleccionarlo de nuestra lista de personajes creados en el Edit Mode) y comenzar una carrera para alcanzar la fama y la gloria.

Como mercenario sin lealtad alguna, se nos ofrecen distintas misiones en la taberna, pudiendo participar tanto del bando invasor inglés como de los defensores franceses. Al aceptar un contrato, somos trasladados directamente al campo de batalla, donde se nos presentan los objetivos a cumplir, ya sea tomar varias fortalezas, derrotar a un número determinado de enemigos, matar a los generales del bando contrario, etc. Cumpliendo estos objetivos ganamos fama y puntos de experiencia, con los que subimos de nivel y desbloqueamos nuevas habilidades.

Una vez comienza la lucha, podemos luchar en solitario (algo para nada recomendable) o acercarnos a una escuadra aliada para controlarla. Al principio hay tres tipos de escuadras, las de soldados con espada y escudo, las de los jinetes y las de los arqueros, cada una con sus ataques especiales, fortalezas y debilidades.

Por ejemplo, los soldados con espada y escudo son más resistentes y pueden cubrirse de las flechas enemigas, haciendo que ganen ventaja sobre los arqueros. Sin embargo, no tienen nada que hacer contra una carga de caballería. Los jinetes tienen ventaja contra los soldados con escudo, pero son vulnerables a las lluvias de flechas. Podríamos compararlo como el clásico juego de piedra-papel-tijera: escudos pueden a arqueros, arqueros pueden a jinetes y jinetes pueden a escudos.

Cada escuadra tiene un ataque básico, que activamos manteniendo pulsado un botón, y ataques especiales que varían en función de la clase. Por ejemplo, los jinetes pueden cargar rápidamente, los arqueros lanzar una lluvia de flechas o permitirnos apuntar nosotros mismos, etc.

A medida que avanza la partida y adquiere dificultad podremos controlar otros tipos de escuadras más exóticas, como elefantes montados, armas de asedio, cañones, etc., con ventajas y desventajas contra el resto de soldados como las mencionadas hasta ahora.

Cada enemigo abatido va subiendo la moral de nuestras tropas, lo cual ocurre bastante rápido, ya que como en todos los juegos de la saga Warrior nos encontramos con cientos de enemigos en un mismo campo de batalla. Eso sí, son tan numerosos como fáciles de derrotar. Cuando hemos llenado el marcador de moral, los soldados entran en estado ZEAL, incrementando sus habilidades y resistencias.

Una novedad de la remasterización es que ahora podemos controlar hasta cuatro escuadras a la vez, cada una comandada por un general. Una de ellas siempre será guiada por nuestro mercenario personalizado, pero el resto podemos asignárselas a compañeros que nos encontramos en las misiones, algunos basados en figuras históricas como Juana de Arco.

Para controlar las escuadras solo tenemos que ir alternando de una a otra y dar órdenes. Si uno de los generales cae, no hay problema. Mientras quede otro en pie, la batalla no termina. Únicamente cuando todos los generales activos se debilitan, perdemos la misión.

Por supuesto, al acabar la batalla recibimos recompensas en forma de experiencia, dinero, etc., que podemos gastar en nuevas habilidades, refuerzos de armaduras, armas...

El principal atractivo de este remake es la nueva campaña que introducen, Nightmare, en la que el rigor histórico ya pasa a último plano. Esta vez no nos enfrentamos a ingleses o franceses, a soldados humanos y participamos en conflictos mundanos. En Nightmare nos metemos de lleno en un juego de fantasía, con demonios, monstruos y caballeros sobrenaturales.

La trama arranca con la transformación de Juana de Arco en un ser maligno. Como líder de una horda demoniaca, Juana comienza a atacar a franceses e ingleses por igual, así que tendremos que controlar a nuestro mercenario para encabezar la resistencia. ¿El objetivo? Derrotar dragones, gigantes, criaturas diabólicas y todo lo que nos podamos imaginar mientras intentamos devolver a Juana su forma humana.

El contexto y los enemigos cambian, pero en general la jugabilidad es idéntica a La Guerra de los Cien Años. Aceptamos contratos, participamos en batallas y vamos subiendo de nivel mientras controlamos a nuestras tropas.

En cuanto al apartado gráfico, el juego no sorprendió tras su lanzamiento original y tampoco lo hace ahora. Aunque supuestamente se trata de una remasterización HD, parece que seguimos jugando a un título de vieja generación. Algunos escenarios están bien (aunque no son maravillosos), pero los soldados palidecen a su lado.

Hay momentos en los que se aprecian bajones bastante marcados. Eso por no hablar de que el escenario se va generando a trompicones a medida que avanzamos en una dirección.

Uno de los mayores fallos en su plana iluminación, con sombras poco creíbles, que da una sensación desangelada en todo el conjunto, haciendo que los gigantescos y desolados escenarios de esta clase de juego sean aún más irrelevantes.

Conclusiones

ConclusionesEn definitiva, Bladestorm fue un juego con un potente concepto, entretenido para todos los usuarios que aprecian el estilo “beat'em up”. Ahora, su remasterización no da la talla. El apartado gráfico no ha mejorado lo suficiente, las mecánicas tampoco, y las únicas novedades son que ahora podemos controlar a cuatro escuadrones y jugar a una campaña nueva. Ni siquiera el nuevo modo multijugador, que permite participar a dos usuarios, es digno de mención.

Hay veces en que las compañías se equivocan y dan remasterizaciones a juegos que no las merecen. No diremos que este sea el caso, pero podrían haber hecho mucho más para traernos una versión mejorada de Bladestorm.

Lo mejor:

  • Hay una nueva campaña, Nightmare, cargada de fantasía épica. Es una buena noticia para los que disfrutaron el juego original.

Lo peor:

  • Los gráficos remasterizados no dan la talla. Bajones de calidad, mala iluminación...
  • No presenta cambios interesantes en la jugabilidad, y las viejas mecánicas tampoco son espectaculares. Peca de simpleza.
  • Es bastante repetitivo: aceptar contrato, batalla, recibir recompensas, aceptar contrato, batalla, recibir recompensas...

Resumen:

Análisis. Bladestorm: Nightmare, la Guerra de los Cien Años remasterizada

Casi ocho años después de su lanzamiento original, nos llega Bladestorm: Nightmare, el remake de otro Hack and Slash de los creadores de la saga Warriors. Una nueva campaña, mejoras gráficas y técnicas... ¿Da la talla esta remasterización, o podemos dejarla de lado?

Hace casi ocho años, los desarrolladores de Omega Force y Koei, padres de la prolífica saga Warriors, volvieron a poner “de actualidad” la Guerra de los Cien Años con el lanzamiento de Bladestorm. El juego dejaba a un lado los conflictos chinos protagonistas de la saga y se centraban en uno que nos pilla mucho más “cerca de casa”, la famosa guerra entre Francia e Inglaterra en la que destacaron figuras como Juana de Arco, Etienne de Vignolles o el Príncipe Negro.

Por: Álvaro Alonso

Análisis. Bladestorm: Nightmare, la Guerra de los Cien Años remasterizada

Publicado: 03/24/2015

6 / 10 estrellas