El Gobierno de Almeida aprueba y manda a Pleno el nuevo 'Madrid Central' que amplía el acceso de coches
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este viernes el proyecto de la nueva ordenanza de movilidad, que incluye la redefinición de la amplia zona de bajas emisiones que se puso en marcha durante el mandato de Manuela Carmena. El nuevo Madrid Central que define la norma será más flexible que su predecesor, tumbado por la Justicia por defectos de forma durante su tramitación. Si el texto final es el aprobado este viernes, los 15.000 comerciantes que tienen sus negocios dentro del perímetro del área de bajas emisiones podrán acceder a ella igual que los residentes, según ha explicado el propio alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado del área de Movilidad, Borja Carabante, en una rueda de prensa esta mañana.
Este es uno de los puntos más polémicos de la nueva ordenanza, que necesitará de apoyos externos en el Pleno municipal para ser definitivamente aprobada el próximo mes de septiembre, cuando decaerá la normativa actual por una sentencia judicial que la tumbó alegando diferentes defectos de forma. El Gobierno de PP y Ciudadanos no contará, a priorir, con el voto favorable de sus habituales socios de Vox, lo que podría hacer descarrilar el proyecto de Almeida.
Pero al alcalde le han surgido unos aliados imprevistos, los cuatro concejales de Recupera Madrid, el grupo de carmenistas escindido de Más Madrid y que pleitea en los tribunales para intentar formar un Grupo Mixto, en lugar de ir al Grupo de No Adscritos. Uno de estos concejales, José Manuel Calvo, explicaba esta semana a elDiario.es en una entrevista que están abiertos a votar a favor de la nueva ordenanza alegando, precisamente, que si no se aprueba la sentencia que deroga el Madrid Central original llevará a la política de movilidad de la capital dos décadas atrás, antes de que existieran las áreas de prioridad residencial que puso en marcha Alberto Ruiz Gallardón y que supuso la primera limitación al tráfico en la ciudad.
Desde Más Madrid rechazan esta posición y se posicionan rotundamente en contra de la nueva ordenanza, acusando de tránsfugas a los cuatro concejales díscolos (además de Calvo, Marta Higueras, Felipe Llamas y Luis Cueto). La exalcaldesa, Manuela Carmena, aseguró este miércoles en la cadena Ser que “el proyecto del nuevo Madrid Central es una pena” porque “se le han afeitado y recortado elementos de limitación de tráfico rodado muy importante”. Carmena, que se ha desligado políticamente de Más Madrid y de su transformación en un partido político, planteaba no obstante que “hay que hacer lo posible para que Madrid Central vuelva a ser todo lo que era” y reclamaba que “la izquierda se ponga de acuerdo y convenzan al alcalde de que no pueden llevar a cabo esos recortes”.
Eso podría ocurrir en el trámite de enmiendas que se abre ahora y que concluirá en septiembre, cuando se lleve al Pleno la ordenanza. PP y Ciudadanos no tienen la mayoría y Vox aprovechará para atacar a Almeida, quien en campaña prometió eliminar Madrid Central. De hecho, hizo de la “libertad” de circulación uno de sus principales mensajes.
Se abre así la oportunidad de presionar desde Más Madrid y el PSOE a PP y Ciudadanos para modificar el proyecto de ordenanza, que la nueva Ley de Cambio Climático aprobada por el Congreso hace obligatoria para todas las ciudades españolas para 2022. “Nosotros estamos dispuestos a negociar con todos los grupos municipales la ordenanza adecuada para Madrid”, ha dicho Almeida en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. “Sabemos que tenemos discrepancias, pero les tendemos la mano”, ha dicho. Consciente de que no puede sacar en solitario la ordenanza, solo ha puesto una condición al diálogo: que el texto esté listo para el Pleno del 10 de septiembre.
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