“Es una carta blanca a la especulación, a que los precios de la vivienda se sigan disparando aún más para los vecinos y a cargarse la vida de los barrios de Madrid”. Esta es parte de la dura valoración de la portavoz del principal partido de la oposición en la capital, Más Madrid, sobre el Plan Reside anunciado este jueves por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida.
Rita Maestre considera una “desfachatez” denominar a este plan “de protección residencial” y cree que “podría llamarse plan de protección de los fondos buitres”, porque a su juicio está hecho a su medida y “pone más facilidades para que edificios enteros donde viven vecinos y familias pasen de tener uso residencial a ser un bloque de apartamentos turísticos”.
Las declaraciones de Maestre se refieren a la posibilidad de convertir en pisos turísticos edificios residenciales de la zona centro por completo, siempre que vayan asociados a una reforma de rehabilitación. En estos casos el Ayuntamiento concederá una licencia para 15 años y obligará a su fin a retornar el uso residencial. Este es uno de los puntos más polémicos del plan, ya que puede consolidar operaciones de fondos de inversión para comprar edificios con inquilinos y vaciarlos para destinarlos al turismo, como ya han denunciado los residentes en bloques de Lavapiés, Chamberí o también en Arganzuela.
Desde el PSOE también dudan de la efectividad del plan: “En absoluto protege el ámbito residencial”, asegura su portavo de Urbanismo, Antonio Giraldo. “Lo que hace es ordenar las viviendas turísticos de una manera distinta”, indica a la vez que indica que las viviendas de uso turístico dispersas ya estaban prohibidas en su mayoría con el plan actual.
Giraldo resalta que el plan “no hace ninguna limitación a la transformación de los edificios completos” e incluso “pone incentivos” en las zonas exteriores a la AP001, la más protegida. Para el PSOE, el planeamiento de Almeida va a servir para “expulsar a vecinos de del barrio. Nos preocupa muchísimo que esto sea una treta más del Partido Popular para aparentar que hacen algo pero realmente solamente reordenan y favorecer a determinados especuladores”.
Por otro lado, los propietarios de pisos turísticos han cancelado una manifestación convocada para este sábado en la Puerta del Sol bajo el lema “por una regulación justa”. En lugar de esa protesta, han publicado un comunicado “lamentan profundamente” el anuncio, explican desde Madrid Aloja, la asociación que representa a más de 5.000 Viviendas de Uso Turístico.
“Creemos que el Ayuntamiento está equivocando su enfoque con unas medidas que no se ajustan a las necesidades reales ni al contexto turístico de Madrid, una ciudad cuyo éxito y dinamismo económico dependen en gran parte del turismo y de su capacidad para adaptarse a las nuevas formas de alojamiento” explican a la vez que advierten de que “una prohibición de estas características pondría en riesgo esta importante contribución, afectando a miles de familias y al tejido empresarial local”.
Miles de pisos turísticos ilegales
Maestre también ha abundado en que el alcalde no ha explicado cómo va a cerrar los miles de pisos turísticos ilegales que operan actualmente en la ciudad, que ella cifra en 27.000 aunque el equipo de Almeida reduce a 15.000. “No hay prevista ninguna medida de refuerzo para la inspección para cerrar esos pisos turísticos y por tanto de poco sirve cambiar ninguna normativa si la que hay no se aplica”, asegura.
“La única manera de proteger a los residentes de centro y de todo Madrid es que bajen los precios del alquiler aplicando de vivienda”, añade Maestre, quien recuerda que los precios de las rentas han subido el 15,9% en el último año, según datos publicados por los portales inmobiliarios. “En la Almendra Central un piso de unos sesenta metros para una familia no baja del medio millón de y mientras los pisos turísticos siguen creciendo como setas”.
Desde el PSOE aseguran que hay dos modelos posibles: “El que presenta el PP o el que desde el Grupo Municipal Socialista defendemos que es la regulación total y absoluta de las viviendas y turístico y especialmente en aquellos lugares donde más incide”, explica Giraldo, quien advierte: “Podemos hacer diez regulaciones diferentes que si nadie es capaz de hacer de clausurar todas las viviendas ilegales, no no servirá para absolutamente nada”.