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Multa y pérdida de puntos: lo que te espera si te saltas un semáforo en rojo en España

El 35% de las multas que acarrean retirada de puntos se imponen por saltarse un semáforo en rojo.

Ada Sanuy

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Saltarse un semáforo en rojo es una infracción de tráfico más común de lo que parece. De acuerdo con los datos publicados por Formaster, la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Transporte, Logística y Seguridad Vial en noviembre de 2024, un 35% de las sanciones se deben a esa infracción. Es decir, más de 630.000 al año. 

En España, esta conducta está tipificada como una infracción grave por la Dirección General de Tráfico (DGT). Concretamente, el artículo 146 del Código General de Circulación establece que “los vehículos no deben rebasar el semáforo ni, si existe, la línea de detención anterior más próxima a aquel” cuando se encuentren frente a una luz roja no intermitente que frene el paso. “Si el semáforo estuviese dentro o al lado opuesto de una intersección, los vehículos no deben internarse en ésta ni, si existe, rebasar la línea de detención situada antes de aquélla”, añade. 

Así pues, el incumplimiento de esta norma tiene consecuencias tanto económicas como administrativas: una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir. Eso sí, hay excepciones y la norma permite saltarse el disco en rojo en algunos casos. 

La excepción de la norma

La normativa de tráfico contempla situaciones específicas en las que cruzar un semáforo en rojo podría estar justificado. Por ejemplo:

  • Emergencias: Si es necesario ceder el paso a un vehículo prioritario, como una ambulancia, un camión de bomberos o un coche policial.
  • Circunstancias excepcionales: Si frenar de golpe ante una luz amarilla puede causar un accidente, la ley permite que el conductor continúe.

Estas situaciones, sin embargo, deben ser claramente justificables y demostrables para evitar sanciones, y siempre hay que cerciorarse de que no se pone en riesgo la seguridad de los demás.

Control automatizado: los radares “foto-rojo”

En los últimos años, muchos municipios han intensificado la vigilancia de estas infracciones mediante el uso de tecnología avanzada. Uno de los sistemas más efectivos es el radar “foto-rojo”. Este dispositivo, instalado en semáforos estratégicos, captura dos imágenes del vehículo: una antes de que cruce la línea de detención y otra cuando ya ha sobrepasado el cruce con el semáforo en rojo.

Las cámaras están diseñadas para funcionar de forma automática y generan pruebas irrefutables, como fotografías y vídeos, que las autoridades utilizan para emitir las sanciones. Según datos de la DGT, estos dispositivos han contribuido a reducir un 30 % las infracciones en los puntos donde están instalados.

Opciones tras recibir una multa

Si recibes una multa por saltarte un semáforo, es fundamental verificar la notificación para asegurarte de que los datos sean correctos. Una vez confirmado, tienes dos opciones principales: pagar o recurrir.

  1. Pago anticipado: Puedes beneficiarte de una bonificación del 50 % si abonas la multa en los primeros 20 días naturales tras la notificación. Esto reduce la cantidad a 100 euros y cierra el expediente sancionador.
  2. Recurso: Si consideras que la multa es injusta, puedes presentar un recurso. Para ello, es importante aportar pruebas que respalden tu caso, como vídeos de cámaras personales, declaraciones de testigos o informes técnicos que demuestren fallos en el sistema de detección.

El recurso puede presentarse ante el organismo que emitió la multa, como el Ayuntamiento o la Jefatura de Tráfico correspondiente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si el recurso no prospera, perderás la oportunidad de acogerte al descuento del 50 %.

Consecuencias más allá de la multa

Más allá del coste económico y la pérdida de puntos, saltarse un semáforo en rojo puede tener repercusiones graves. En caso de causar un accidente, el conductor podría enfrentarse a responsabilidades civiles e incluso penales. Además, acumular infracciones de este tipo puede llevar a la suspensión del carnet de conducir si se agotan los puntos.

Por otro lado, la reincidencia en este tipo de comportamientos podría ser interpretada como una actitud negligente, lo que influiría negativamente en el historial de conducción del infractor.

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