
El valor de la acción del fabricante de vehículos eléctricos Tesla Motor, propiedad del multimillonario Elon Musk, ha perdido ya un 45% de su valor en los últimos tres meses, lo que se ha traducido en una más que abrupta caída desde los 1,5 billones de euros con que contaba en diciembre pasado hasta los actuales 845.000 millones de euros.
A pesar de este ajuste, la compañía mantiene un múltiplo de valoración superior al de los principales fabricantes de automóviles y tecnológicas globales actuales, que se apoya, eso sí, en las expectativas de crecimiento que mantienen los analistas que cubren la marca en relación con el sector de la conducción autónoma y la robótica.
Así se explica en un análisis de la agencia de noticias Reuters que se centra -digámoslo así- en razones puramente empresariales y de índole tecnológica, sin detenerse apenas en las repercusiones que para la reputación de la compañía está teniendo el desempeño político de Musk dentro del equipo del presidente Donald Trump.
En este contexto preciso, precisa Reuters, analistas como Bank of America estiman que la mitad del valor de Tesla proviene de su futura flota de robotaxis, mientras que Ark Investment Management ha proyectado que la firma californiana alcanzará una cotización de 2.600 euros por acción en 2029, con los robotaxis representando el 88% de la valoración de la empresa y generando unos ingresos anuales de 760.000 millones de euros.
No obstante, también existen dudas sobre la evolución en este campo de la empresa de Elon Musk, ya que cuenta con la competencia de firmas como Waymo, de Alphabet, que ya funciona con cientos de taxis sin conductor en ciudades como Los Ángeles y Phoenix, en Estados Unidos.
Mientras que la mayoría de los desarrolladores de esta tecnología combinan inteligencia artificial y radares en el ámbito de la seguridad, Tesla ha optado por un enfoque basado en cámaras y algoritmos de visión computarizada, estrategia que algunos analistas consideran “insuficiente” para garantizar la fiabilidad del sistema.
La conducción autónoma también le está planteando ciertos problemas de futuro a Tesla, en vista de que marcas como la china BYD ya están ofreciendo sistemas de asistencia a la conducción en sus modelos vendidos en el país asiático de manera gratuita.
En este sentido, y tomando como premisa la acción de BYD, algunos analistas de mercado apuntan que esta decisión sugiere que la conducción autónoma no tiene un valor significativo para los consumidores en términos de diferenciación de producto.
Ajustes y también errores
En cuanto a la progresiva caída en Bolsa de Tesla, Reuters explica que ha estado impulsada por una combinación de factores entre los que sobresalen la disminución de entregas, el deterioro de sus márgenes de beneficio, el impacto de la actividad política de Elon Musk y la preocupación de los inversores sobre su “nivel de enfoque” actualmente en la compañía.
Pese a todo lo anterior, la capitalización bursátil de la multinacional continúa rebasando en 65.000 millones de euros a la de General Motors, si bien ha caído en cerca de 700.000 millones de euros desde que tuvieron lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Por otra parte, la agencia de noticias puntualiza que el negocio principal de Tesla en el segmento de los vehículos eléctricos atraviesa momentos de ajuste, “fundamentalmente porque se trata de una actividad que aún está en fase de creación de mercado y desarrollo de productos”.
Por ejemplo, del último modelo que ha lanzado la empresa al mercado, el Cybertruck, apenas se han vendido 40.000 unidades, cuando la previsión de Musk pasaba por comercializar 250.000 unidades este mismo ejercicio.
A ello se suma la continua política de reducción de precios que ha aplicado “de forma arbitraria” la compañía a sus vehículos, un factor que ha cercenado el mercado de valores residuales y que ha comprometido seriamente el negocio de empresas de rent a car como Hertz, que incluso despidió a su consejero delegado por adquirir 30.000 vehículos eléctricos con los que ha sufrido abultadas pérdidas tras su venta en el mercado de segunda mano.