La portada de mañana
Acceder
El PSOE llega a su Congreso con un ojo en la continuidad y otro en los tribunales
ERC elige a su líder en un congreso convertido en un plebiscito sobre Junqueras
Opinión - España: una democracia atascada. Por Rosa María Artal

PP y Vox, más cerca de un acuerdo en Murcia pero de momento sin consejeros de Abascal en el Gobierno de López Miras

Tras la formación de gobiernos con el apoyo de la ultraderecha en la Comunidad Valenciana, Extremadura o Baleares, ahora es la Región de Murcia la que se encuentra en el centro del tablero político. PP y Vox se han reunido martes en la Asamblea regional para que los populares presentasen una propuesta de acuerdo programático de cara a la votación este jueves y viernes para investir presidente a Fernando López Miras en la Asamblea Regional. Las posturas de ambos partidos siguen alejadas, PP –que se quedó a 2 escaños de la mayoría absoluta– insiste en gobernar en solitario y los de Abascal tampoco se comprometen todavía a apoyarles si no es a cambio de entrar en el Gobierno con alguna consejería. Si no sale adelante la investidura, la segunda ronda de votaciones –el próximo lunes– coincidiría con el cara a cara de Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez en Atresmedia.

“Ha sido una reunión fructífera, hemos avanzado, nos hemos intercambiado los programas y hemos encontrado muchos puntos de encuentro”, así resumía en declaraciones recogidas por Europa Press el presidente provincial de Vox, José Ángel Antelo, el encuentro, sin embargo, ha reconocido que “a día de hoy la decisión sigue dependiendo del PP”. Antelo ha señalado tras la reunión, que ha durado poco más de hora y cuarto, que su partido quiere “conformar un gobierno entre los dos partidos, dar la estabilidad tan necesaria en la Región y poner a disposición de López Miras 30 diputados” entre ambas formaciones, sin embargo, ha recalcado que dicha decisión “depende de López Miras si quiere o no nuestro apoyo, seguimos con la mano tendida”. Este apoyo pasaría por formar parte del Gobierno regional.

Pero el acuerdo que le ha presentado el PP a Vox no contempla la entrada de la ultraderecha en el Gobierno de Murcia, y sigue el modelo adoptado por ambas formaciones en Baleares. Centrado en el programa electoral de los populares, sí que incluiría algunas concesiones a Vox.

El PP ha entregado a Vox un documento con 88 puntos “que recogen los problemas reales de la Región y hablan de la continuidad del trasvase Tajo-Segura, de solucionar los graves problemas de financiación, de proteger a las familias, a los jóvenes y a los mayores, de proteger el Mar Menor y de simplificar los trámites administrativos. Lo importante son las políticas que hagamos para mejorar la vida de los ciudadanos”, ha insistido el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Joaquín Segado.

Además de eso, el PP ha ofrecido constituir en la Asamblea una comisión de seguimiento para que, en el caso de que se llegue a un acuerdo, pudiera hacerse un control efectivo de la labor del Gobierno.

El diputado del PP ha sostenido que las negociaciones parten de la base que el resultado obtenido por el PP en la Región es que el 43% de los ciudadanos les votaron a ellos. “Estamos a dos diputados de la mayoría absoluta en la Cámara y no existe una alternativa posible a un gobierno del PP”, ha recordado.

Uno de los puntos que incluye el acuerdo es la creación de una comisión de seguimiento para valorar el cumplimiento de los puntos establecidos. Una de las críticas de Vox al PP en la Región es que en la pasada legislatura no se llegó a concretar ninguna de los puntos que acordaron con los populares para apoyar la investidura de López Miras junto a Ciudadanos y que, tras la moción de censura planteada por estos últimos y PSOE, el Gobierno regional integró a tránsfugas de Vox.

El presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, había calificado previamente de “sorprendente” que Vox exija su entrada en el Ejecutivo murciano y afirmó que, de obtener los mismos resultados que el PP de la Región de Murcia tras el 23J, hará lo mismo que López Miras. Mientras que el portavoz adjunto del Grupo Vox, Rubén Martínez Alpañez, había mostró la predisposición de su partido a negociar, pero también lamentó los retrasos en la negociación con el PP, que achacó al “interés electoral de Feijóo”. Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, se había pronunciado con dureza contra la pretensión del PP de gobernar en solitario en la Región de Murcia tras las elecciones del 28 de mayo.

6, 7 y 10 de julio

La Junta de Portavoces de la Asamblea Regional ha previsto el debate de investidura de López Miras para los días 6 y 7 de junio, este jueves y viernes y, en caso de que fuera imprescindible otra jornada para la segunda ronda de votaciones, esta tendría lugar el lunes día 10. El jueves se destinará la sesión a la exposición por parte del candidato a la presidencia de su programa de gobierno. Al día siguiente, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral de las elecciones del 23J, tomarán la palabra los portavoces de los cuatro grupos parlamentarios, a los que podrá contestar López Miras; y seguidamente se fijarán posturas de cada grupo y se pasará a las votaciones, en las que el PP necesita 23 diputados para poder gobernar. De no conseguirlo, transcurridas 48 horas, se produciría un segundo intento en el que valdría con la mayoría simple, que podría alcanzar con la abstención de 2 de los diputados de Vox.

Desde la oposición vaticinan que la investidura podría irse a la última semana de julio, una vez pasadas las elecciones nacionales, para no perjudicar a los dos partidos inmiscuidos en el pacto. En caso de encallar las negociaciones, una vez transcurrida la primera votación fallida, se establecen 2 meses –hasta el 7 de septiembre– para investir presidente o, en el caso de que volviera a fracasar se tendrían que convocar elecciones de nuevo.

En la anterior legislatura, López Miras fue finalmente investido a finales de julio de 2019, dos meses después de la convocatoria de elecciones. En aquella ocasión fue nombrado presidente en el segundo debate de investidura, ya que el primero –celebrado los días 3 y 4 de julio– no consiguió la mayoría de apoyos parlamentarios que necesitaba tras las negociaciones que celebró a dos bandas con Ciudadanos y Vox. Para la segunda ronda de investidura, el PP acordó con Cs su entrada en el Gobierno de coalición, mientras que con Vox alcanzó un acuerdo programático, que el partido de ultraderecha asegura que no cumplieron.