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Emosido engañado, actualización 2025

Pintada aparecida en el barrio de Triana (Sevilla) tras la manifestación por la vivienda del pasado sábado 5 de abril.
8 de abril de 2025 22:11 h

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A la vuelta de la manifestación por la vivienda de Sevilla del pasado sábado, me encontré en mi barrio la pintada que aparece en la foto que encabeza este artículo: “En Sevilla desde 2015 el alquiler ha subido un 65% pero los salarios solo un 12%”. Se entiende perfectamente, ¿verdad? Es la versión actualizada y documentada de aquel ‘Emosido engañado’ que triunfó hace una década y tanto ha dado de sí.

Lo gracioso (ninguna gracia) es que el popular ‘Emosido engañado’ se pintó en 2016, a pocos kilómetros de esta otra, y era la protesta de una veintena de familias vulnerables que fueron desahuciadas de unos pisos ocupados años antes. Pisos propiedad de un banco, y que llevaban años vacíos en plena crisis de vivienda posterior a la crisis económica de 2008, que dejó a miles de familias sin casa mientras los bancos y fondos acumulaban miles de pisos vacíos.

En la década transcurrida desde aquella pintada hasta esta otra, la situación no ha hecho más que empeorar: alquileres un 65% más altos, salarios revalorizados un 12%. No sé si son porcentajes exactos o aproximados, pero no van desencaminados. De hecho, hay zonas de España, sobre todo ciudades con presión turística, donde el alza es incluso mayor, lo que deja trabajadores de temporada (camareros, profesores, cualquiera que encuentre trabajo allí) incapaces de pagar una habitación, y familias que sacan a sus hijos del colegio a mitad de curso para mudarse, al no poder pagar la subida de alquiler.

Todas las aberraciones imaginables se están cumpliendo en la crisis de vivienda. Cualquier disparate que se nos pueda ocurrir ya está sucediendo, ya la han imaginado antes los especuladores, los rentistas, los fondos, las inmobiliarias… o los pequeños propietarios que en algunos casos también se aprovechan de la situación, porque la crisis de vivienda, entre otros destrozos, nos está envileciendo como sociedad.

La última que he conocido, y que tampoco es nueva pero cada vez más visible: los anuncios de pisos en venta con inquilino dentro. Con “okupa”, según la terminología de los portales inmobiliarios, que sin ningún rubor etiquetan así los anuncios: “casa ocupada”, “ocupada ilegalmente”, “solo para inversores”. Luego, cuando uno rasca un poco descubre que en muchos casos no son okupas de los que te quitan la casa cuando vas a comprar el pan, sino familias vulnerables, incluidas familias con contrato y que pagan puntualmente, pero los caseros (fondos mayormente) quieren deshacerse de ellos. El drama de miles de familias es una oportunidad que han visto algunos “emprendedores”: unos venden un inmueble problemático, otros compran por debajo de mercado, y luego están los que aportan la empresa de “desokupación” para rematar la faena. Todos además con la inestimable colaboración de los matinales televisivos y su campaña desinformativa sobre la “inquiokupación”.

Otro día hablamos de la vivienda en propiedad, que tampoco se queda atrás: España está en la zona alta de la generalizada subida de precios en Europa, lo que excluye del mercado a cada vez más familias, que no tienen más remedio que alquilar hasta que no puedan seguir pagando el alquiler disparado, y entonces se conviertan en “inquiokupas” que un día serán vendidos en el mismo pack que su vivienda, y posteriormente desahuciados.

No sé, si hay alguien cerca del gobierno, díganles algo, que igual no se han enterado todavía de cuál es el primer problema de España.

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