Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
El Gobierno da por imposible pactar la acogida de menores migrantes con el PP
Borrell: “Israel es dependiente de EEUU y otros, sin ellos no podría hacer lo que hace”
Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

Del mayo electoral madrileño de 2021 al del 2023

Marta Romero

18 de mayo de 2023 21:57 h

0

Unas elecciones regionales más, pero no como las demás. De las doce Comunidades en las que se celebrarán comicios autonómicos el próximo 28 de mayo, únicamente en una, en la de Madrid, los electores están llamados a las urnas dos años después de la convocatoria anterior.

En Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia, Navarra y la Rioja, las últimas elecciones regionales se celebraron hace cuatro años, el 26 de mayo de 2019. Por el contrario, en la Comunidad de Madrid los últimos comicios regionales se celebraron el 4 de mayo de 2021, como consecuencia de un final anticipado de la legislatura regional, después de que Isabel Díaz Ayuso expulsara en marzo de ese año a Ciudadanos de su ejecutivo y anunciara la convocatoria de nuevas elecciones.

La justificación utilizada, entonces, por el PP fue la de que sus socios del partido naranja podían aliarse con el PSOE para arrebatarles la Comunidad de Madrid y, por ende, la mejor opción era la celebración de unos nuevos comicios para que se creara un gobierno más estable durante los siguientes dos años, hasta que llegaran las elecciones de 2023. Para dar credibilidad a esta sospecha, el PP madrileño usó como ejemplo el caso de la Región de Murcia, donde Ciudadanos, también socio de gobierno del PP, había alcanzado un acuerdo con los socialistas para presentar una moción de censura contra el ejecutivo liderado por el popular Fernando López Miras, aunque, finalmente, ésta acabó fracasando.

Resultase o no creíble esa argumentación entre la ciudadanía madrileña, lo cierto es que el adelanto electoral acabó teniendo grandes réditos para los populares. En el (nuevo) haber del PP madrileño, contabilizaron más del doble de votos y de escaños que en las elecciones autonómicas de 2019 y, sobre todo, la vuelta al podio como partido más votado y a tan sólo cuatro escaños de la mayoría absoluta.

Todo ello, mientras Ciudadanos se enfrentaba al peor castigo posible: no haber alcanzado el porcentaje de voto suficiente para entrar en el reparto de escaños y quedarse, por tanto, sin representación en la Asamblea de Madrid. VOX, por su parte, tampoco había crecido significativamente. Y el Partido Socialista de Madrid, como principal competidor del PP, tuvo que encajar el duro golpe no sólo de haber pasado de ser la primera a la tercera fuerza política, sino de haber perdido, por menos de 7.000 votos de diferencia, su condición de partido líder de la oposición, que pasaba a ostentar Más Madrid (tabla 1). Ni siquiera el dato de participación electoral registrada podía servir, como otras veces, de “consuelo” a los socialistas madrileños, pues ésta (71,7%) había crecido en más de siete puntos porcentuales respecto a 2019. 

De este modo, a todos los efectos, Díaz Ayuso fue la gran triunfadora del mayo electoral de 2021. Poco importaba que, para poder formar su nuevo gobierno en minoría, la presidenta madrileña tuviera que llamar a la puerta de VOX. A todos los efectos, desde el 5 de mayo de ese año, ella gobernaría en solitario. 

¿El 28M como segunda vuelta?

Dos años después, y sin que los sondeos apunten a un vuelco electoral, lo que se dirime en las elecciones regionales en Madrid parece ser lo mismo. Primeramente, la posibilidad de que Díaz Ayuso logre la mayoría absoluta situada, este año, en los 68 escaños. Un umbral que, según la encuesta realizada por la empresa Simple Lógica Investigación para elDiario.es y otros sondeos realizados antes de que comenzara la campaña electoral, el pasado 12 de mayo, parece estar a su alcance (tabla 2).

Para lograrlo, Díaz Ayuso cuenta a su favor con una elevada fidelidad de voto entre sus electores, así como con una significativa capacidad para “pescar” en otros caladeros del espectro ideológico de la derecha en el que compite. Según la encuesta preelectoral de CIS, casi el 85% de los electores que optaron por el PP hace dos años en las elecciones autonómicas, declaran su intención de volver a hacerlo el próximo 28 de mayo. Ningún otro partido que concurre a los comicios autonómicos este año puede exhibir una cifra tan alta de votantes fieles. Además, casi un tercio de los electores que optaron por VOX en mayo de 2021 tiene pensado ahora dar su voto al PP. Algo que no resulta sorprendente si se tiene en cuenta que los electores de VOX valoran mejor a Díaz Ayuso (8,1), que a la candidata de su partido, Rocío Monasterio (7,5). Por su parte, de los que optaron por Ciudadanos hace dos años, casi la mitad declaran ahora su intención de votar al PP.       

Es, además, innegable que la presidenta madrileña se presenta a sus terceras elecciones proyectando la imagen de exitosa candidata. Con los datos del CIS, Díaz Ayuso puede presumir de ser ahora la política regional más conocida, la mejor valorada y la única que consigue el aprobado en el conjunto del electorado madrileño (un 5,2 sobre 10, de media).

De este modo, sin Ciudadanos como competidor, con VOX cotizando a la baja y sin sentir ninguna amenaza por la izquierda, únicamente en el camino de la presidenta madrileña podrían jugar en su contra las elevadas expectativas creadas en torno a su triunfo electoral. Como aspirante al “oro”, la “plata electoral”, que se materializaría en una victoria por debajo de la mayoría absoluta, podría aguar las ganas de fiesta de los populares madrileños la noche del 28 de mayo, amplificando la decepción. Especialmente si en ese supuesto, y aunque sólo sea por un escaño, VOX exigiera a Díaz Ayuso entrar en su gobierno como condición necesaria para apoyar su investidura.   

En segundo lugar, en estas elecciones parece que Más Madrid y el PSOE volverán a disputarse el puesto de partido líder de la oposición al siguiente gobierno del PP, si bien Más Madrid parte como favorito (ver tabla 2). Buceando en las tripas de la encuesta preelectoral del CIS, encontramos que el partido liderado por Mónica García aglutina un mayor porcentaje (66%) de votantes fieles que el PSOE (54%) y, sobre todo, tiene un saldo potencial más favorable en transferencia de voto. Mientras casi un 17% de los electores que votaron al PSOE hace dos años ahora se plantea optar por Más Madrid, el porcentaje se reduce al 5,6% en el sentido contrario. Por otra parte, mientras que, entre los votantes que optaron en 2021 por la papeleta de Podemos, casi un 28% de ellos tiene intención ahora de votar a Más Madrid, menos de un 5% se decanta por el PSOE. En todo caso, aunque el balance preelectoral parece más positivo para Más Madrid que para el PSOE, ambos partidos cuentan con tener un elevado porcentaje de indecisos (cercano al 20%) entre sus votantes.

Como novedad, respecto a hace dos años en que el anuncio de la candidatura de Pablo Iglesias mejoró las expectativas electorales de Podemos, se añade la incógnita sobre qué ocurrirá, en estos comicios, con la formación morada. Siguiendo los datos de la encuesta preelectoral del CIS, tan sólo cuatro de cada 10 electores que se decantaron por Podemos en mayo de 2021 declaran su intención de hacer lo mismo el próximo 28 de mayo. Antes del comienzo de la campaña electoral, algunos sondeos situaban a esta formación al límite de superar la barrera electoral para entrar en el reparto de escaños.

Paradójicamente, la potencial mayoría absoluta de Díaz Ayuso dependería de lo que ocurriera con Podemos. Sin la formación morada, los escaños se repartirían entre el resto de las fuerzas políticas, y la suma de uno o dos más podría darle la mayoría absoluta al PP. Asimismo, la decisión de voto que acabe tomando el electorado de Podemos puede resultar decisiva en el pulso entre Más Madrid y el PSOE por liderar la oposición.

En tercer y último lugar, el próximo 28 de mayo también se decidirá, en un contexto regional igual de polarizado que hace dos años, la correlación de fuerzas entre el bloque de la izquierda y el de la derecha, así como el nivel de fragmentación partidista.

Por un lado, el punto de comparación para la izquierda serán los 58 escaños que, actualmente, Más Madrid, el PSOE y Podemos suman en la Asamblea de Madrid.

Por otro lado, si en las elecciones de mayo de 2021 se produjo un retroceso del multipartidismo con la debacle de Ciudadanos, el próximo 28 de mayo esa tendencia se podría acentuar. En el supuesto de que Podemos no superara la barrera electoral, el número de fuerzas parlamentarias en la Comunidad de Madrid pasaría de 5 a 4 (PP, Más Madrid, PSOE y VOX).  

¿Y después del 28M?

En apenas diez días podremos resolver las incógnitas que planean sobre este mayo electoral en Madrid. El foco en la Comunidad de Madrid, como región, se apagará pronto si Díaz Ayuso logra la mayoría absoluta, y algo menos si, al no alcanzar 68 escaños, la presidenta madrileña queda en manos de VOX para formar gobierno. Por la izquierda, resonarán más los ecos con un desenlace fatal de Podemos y si el bloque de oposición al próximo ejecutivo de Ayuso (con o sin VOX) se viera mermado respecto a 2021.

Y así parece que acabará todo el interés puesto a nivel regional en estos comicios; con la formación de un nuevo gobierno del PP y la conformación de las fuerzas de la izquierda como oposición. La misma dinámica que se ha ido repitiendo desde hace veintiocho años en la Comunidad de Madrid.

Ni la polarización, ni un cambio de valores sociales, ni la neutralización de incontables escándalos de corrupción y de comportamientos poco ejemplares son los principales factores de éxito del PP madrileño. Su mayor éxito es que, después de casi tres décadas al frente del gobierno regional, no se haya impuesto una preferencia mayoritaria de cambio político en la sociedad madrileña.

Un éxito que, evidentemente, se puede ver también como el fracaso de una oposición que, a lo largo de estos años, no ha conseguido ni consigue acertar con las teclas para construir un proyecto alternativo que conecte con una mayoría social en la Comunidad de Madrid. A las puertas de una contundente victoria electoral de Díaz Ayuso, y según los datos de la encuesta preelectoral del CIS, casi la mitad de los electores madrileños desaprueba su gestión y no parece que los partidos de la oposición vayan a capitalizar el descontento social. Una vez más, hasta los siguientes comicios, los que, salvo nuevo adelanto electoral, tendrán lugar en 2027.

Unas elecciones regionales más, pero no como las demás. De las doce Comunidades en las que se celebrarán comicios autonómicos el próximo 28 de mayo, únicamente en una, en la de Madrid, los electores están llamados a las urnas dos años después de la convocatoria anterior.

En Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia, Navarra y la Rioja, las últimas elecciones regionales se celebraron hace cuatro años, el 26 de mayo de 2019. Por el contrario, en la Comunidad de Madrid los últimos comicios regionales se celebraron el 4 de mayo de 2021, como consecuencia de un final anticipado de la legislatura regional, después de que Isabel Díaz Ayuso expulsara en marzo de ese año a Ciudadanos de su ejecutivo y anunciara la convocatoria de nuevas elecciones.