Las conversaciones entre Yolanda Díaz y Podemos abordan la celebración de primarias en Sumar y constatan acercamientos

Alberto Ortiz

28 de febrero de 2023 23:00 h

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Yolanda Díaz desveló hace unos días que Sumar mantiene reuniones con Podemos y el resto de fuerzas a las que aspira aglutinar de cara a las elecciones generales en un mismo proyecto. Aquellas declaraciones fueron inesperadas porque hasta ese momento no había trascendido ningún contacto de este tipo. Esas conversaciones sin embargo se producen desde enero y en ellas se están abordando temas concretos como la celebración de unas primarias que constatan la voluntad de la ministra de Trabajo y de Podemos de concurrir juntos a las elecciones generales. 

En público, la formación que dirige la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, sigue exhibiendo distancia. El jueves pasado, en una entrevista en Hora Veintipico, el programa de humor de Quequé en la Cadena SER, la ministra de Igualdad, Irene Montero, pronunció unas palabras similares a las que repite Podemos desde hace semanas. “Quiero que Yolanda termine de montar su partido, que diga que quiere ser la candidata de Podemos y que nos sentemos cuanto antes. He llegado a decir que vamos tarde”, dijo. Pero añadió: “Quiero un acuerdo de coalición entre Podemos y Sumar, no lo puedo decir más claro”. 

Fueron precisamente unas declaraciones muy parecidas de Montero la semana anterior en Radio Euskadi las que despertaron la respuesta de Yolanda Díaz. “Les pediría a todas las formaciones que dejen trabajar a Sumar. Sumar se está reuniendo con todas las formaciones, incluido Podemos. Para que las cosas salgan bien necesitamos discreción. Si queremos Sumar, hagámoslo bien, con discreción y con cariño”. Esas palabras de Díaz, en unas declaraciones a la prensa antes de un evento, movieron algunas fichas. Un día después, la secretaria general del partido, Lilith Verstrynge, afirmó que lo que les había trasladado el entorno de Díaz es que el acuerdo debería cerrarse después de las municipales.

Desde Sumar, trasladan que no van a comentar ningún detalle sobre las negociaciones y piden discreción, mientras que en Podemos se remiten a las declaraciones públicas que han hecho sus dirigentes sobre el tema. Pero más allá de las voces oficiales, varias fuentes conocedoras de las conversaciones apuntan a que tras la tensión que se vivió en el espacio a finales de año las cosas van cambiando en 2023. 

Aunque los contactos que ha mantenido Díaz con Podemos y el resto de fuerzas son todavía embrionarios y el horizonte del acuerdo queda todavía lejos, la intención de ambas partes de celebrar unas primarias en el espacio para definir la candidatura a las generales facilita los siguientes pasos. En primer lugar, porque alivia el temor de Podemos a un proyecto que soslaye completamente los partidos pero también porque las primarias son una de las marcas del partido desde su fundación en 2014. 

En Podemos han trasladado, además, en varias ocasiones su rechazo a un proceso como el que alumbró la coalición de izquierdas en las pasadas autonómicas andaluzas. “En este tiempo hemos aprendido que la unidad de la izquierda se entierra en los despachos. La unidad debe construirse desde abajo, los militantes, los inscritos y todas aquellas personas que deseen sumarse al espacio del cambio no solo deben ser escuchados, además deben ejercer el poder soberano de elegir a quien les representa en las instituciones”, dijo Belarra en diciembre. 

Los recelos de Podemos tienen que ver también con una de las primeras claves que aportó Yolanda Díaz sobre su proyecto. “Impulsamos un movimiento ciudadano, desde la sociedad, en el que el protagonismo es vuestro, no nuestro. Vosotros vais a sumar. No va de partidos, no va de siglas, va de inteligencias colectivas, de pensar un país mejor”, dijo en la presentación de Sumar hace un año y medio, en Madrid sin ningún dirigente de Podemos en el acto. Esta voluntad fue contestada meses después por el ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en la Universidad de Otoño de la formación: “No hay discurso más reaccionario que el que dice que el problema son los partidos”.

Sin embargo, en el entorno de la vicepresidenta sostienen que la idea nunca fue prescindir de las formaciones políticas, sino simplemente ceder protagonismo a la ciudadanía en el proceso de escucha con el que está dando forma a Sumar. El diario El País reveló hace algunas semanas que la intención de Díaz es formar una coalición de una quincena de partidos. Entre ellos, formaciones de corte autonómico como los comuns, Compromís o la Chunta Aragonesista, pero también las formaciones que en algún momento formaron parte de Podemos como Más Madrid. 

Esa idea significaría recuperar la foto de unidad de la izquierda que compuso Unidas Podemos en 2015, pero el objetivo es al mismo tiempo incorporar al proceso político a personas independientes, activistas de movimientos sociales o miembros de espacios de pensamiento que no provengan exclusivamente del ámbito de las formaciones políticas. 

Esto es lo que se ha empezado a hablar en las diferentes reuniones que ha mantenido Sumar con los diferentes actores y en concreto con Podemos en las últimas semanas, aunque esta formación insiste en que los contactos no pueden ser calificados de negociaciones. En cualquier caso, en ese diálogo las representaciones de máximo nivel de las partes han coincidido en la necesidad de ratificar las listas a las generales a través de unas primarias en las que puedan votar las militancias de los diferentes partidos. La intención de definir la conformación del proceso a través de esta vía la han expresado públicamente tanto Podemos en numerosas ocasiones como Yolanda Díaz, que dijo el pasado abril que si daba un paso al frente –si anunciaba su candidatura– sería “sometida a un proceso de escrutinio democrático” como hace todo el mundo “en el espacio” político de Unidas Podemos. 

Por la discreción que piden todas las partes no han trascendido más detalles sobre estas reuniones, pero el hecho de que asuntos como este hayan aterrizado en la mesa apunta, según las fuentes consultadas, a que hay una voluntad política de concurrir en unidad a las generales. 

A partir de aquí empiezan las dificultades y las incógnitas. Entre ellas, saber qué tipo de primarias pretende Yolanda Díaz, con qué censo y en qué parte del proceso. No es lo mismo una votación para ratificar una lista salida de un acuerdo entre los partidos que unos comicios completamente abiertos en los que los inscritos puntúan a cada persona de la lista. Otra opción que pueden plantear los partidos es que cada una de las formaciones haga internas para elegir a sus candidatos y que luego los partidos se repartan las listas. En Podemos, de hecho, el sistema de votación para las primarias ha sido objeto constante de debate. 

Podemos es partidario al menos públicamente de unas primarias abiertas y desde Sumar no han definido cuál es la opción que ven con mejores ojos, aunque algunas fuentes conocedoras de las negociaciones con los partidos sostienen que el equipo de Díaz les habría trasladado que su voluntad es que se celebren con un censo diseñado por Sumar, una premisa que encajaría con la voluntad mostrada de incorporar a independientes. Sumar, de momento, es una organización y no está inscrita como partido, por lo que no tiene militantes, inscritos o censo del que se pueda partir. 

Hasta ahora, el partido que ha planteado la propuesta más clara en este aspecto es Izquierda Unida. La formación que dirige Alberto Garzón aprobó en enero un documento político en el que propuso una mesa de organizaciones políticas que quisieran participar en el proceso de Sumar y, en segundo lugar, unas “primarias proporcionales, con censo específico y por circunscripciones” para las candidaturas de las generales. 

Un acuerdo después de las autonómicas

Aunque el acuerdo con Podemos se acercase, parece difícil que se pudiese consolidar antes del 28M, puesto que el resto de formaciones en la órbita de Sumar están volcados en esas elecciones y de momento fuerzas como Compromís no son proclives a integrarse en un proceso de primarias abiertas. Fuentes de la coalición valenciana sostienen que su intención es llegar a un acuerdo similar al que mantienen con Más País a nivel nacional, con coincidencias programáticas y en el mismo grupo parlamentario pero con independencia de nombre y marca. Precisamente la marca de la eventual candidatura, el peso y la configuración de cada una de las formaciones en ella y el reparto económico son las grandes cuestiones que deberán abordar los partidos. Por su complejidad, Izquierda Unida ha planteado que estas cuestiones se diriman en una mesa de partidos que Podemos en principio no aprueba. 

Por los tiempos que marcan los calendarios electorales, junio se presenta como el mes más apropiado para cerrar un acuerdo como este, después de las elecciones pero antes del verano y con margen suficiente para llegar con un proyecto unificado antes de las generales que se celebrarán previsiblemente en diciembre. Algunas fuerzas implicadas en el proceso apuntan sin embargo a septiembre como posible fecha para esas primarias una vez alcanzado el acuerdo de coalición. 

Por lo pronto, Yolanda Díaz ha intensificado en las últimas semanas la agenda de su proceso de escucha con un doble acto el fin de semana pasado en Albacete y en Murcia. Este fin de semana llegará a Santander y prevé visitar los siguientes sábados Andalucía y Canarias. Todo indica también que será en marzo cuando tenga lugar el acto en el que anuncie su candidatura a la presidencia del Gobierno, el paso que permitiría desbloquear los siguientes movimientos. La primera incógnita a partir de entonces será en qué sitios hará campaña Díaz, un extremo que según trasladan en el entorno de la vicepresidenta segunda no está todavía decidido.