Así se destiñó de rojo a naranja el cinturón de Barcelona, clave para el 21D

Durante décadas, los barrios obreros del área metropolitana de Barcelona votaban al PSC; en 2015, encontraron su primera opción política en Ciudadanos
Los votantes de estas zonas, que se movilizan menos en elecciones autonómicas, serán claves el 21-D para el voto de PSC, C's y En Comú-Podem

16 de diciembre de 2017 19:32 h

El 27 de septiembre de 2015 y por primera vez en la democracia, el PSC fue la tercera fuerza más votada en unas elecciones autonómicas en Catalunya. Ciudadanos, con Inés Arrimadas al frente, adelantó a los socialistas en 200.000 votos. La victoria se decidió en los barrios obreros del área metropolitana de Barcelona, feudos históricos del PSC en autonómicas y generales, que vieron a los naranjas como su nueva opción política.

En estas elecciones tan reñidas entre los cuatro principales partidos (JuntsXCat, ERC, C's y PSC), los resultados en el cinturón de Barcelona serán clave. El 43% de la población de Cataluña vive en el área metropolitana de Barcelona, pero solo supone el 2% de la superficie.

Ahora, el cinturón rojo de Barcelona es más naranja que rojo. Pero la situación ha cambiado mucho en una década. Así ha cambiado, por secciones censales, el mapa del partido más votado en el área metropolitana de Barcelona.

Elecciones de '03: cinturón obrero y rojo

Con Maragall como candidato, los socialistas consiguieron ser primera fuerza en Cataluña, al menos en votos. El PSC era hegemónico en los barrios de Barcelona y arrasaba en el Bajo Llobregat, Santa Coloma o Sant Adrià.

En la ciudad de Barcelona, el poder de CiU se limita a los barrios de Sarriá y Gracia y el voto al PSC se extiende desde el Vallès hasta Castelldefels.

Elecciones del '06: se desploma la participación

Con otras elecciones apenas tres años después de las anteriores, el interés político se desploma en el área metropolitana de Barcelona. La abstención sube 6 puntos y más de 350.000 votantes se quedan en casa.

PSC y ERC son los más perjudicados por la caída de la participación. Sin embargo, los socialistas consiguen mantener el tipo y se quedan en el 27% en el área metropolitana de Barcelona.

Elecciones del '10: se estrella el PSC

Los socialistas pierden más de ocho puntos y 200.000 votantes en las autonómicas del 2010. Los votos del varapalo del PSC fueron a parar mayormente a CiU, que en esos comicios pasó a ser hegemónico en muchas de las zonas obreras del cinturón de Barcelona.

El PSC solo consigue mantenerse como primera fuerza en sus feudos más históricos: L'Hospitalet, Santa Coloma, Sant Adrià y Cornellà. Con una participación calcada a las anteriores de 2006, CiU, con Artus Mas a la cabeza, y SI, candidatura liderada por Joan Laporta, consiguen subir en votos.

Elecciones del '12: irrumpen C's y CUP; sube ERC

En las cuartas elecciones en una década, el área metropolitana se vuelve a movilizar. La participación sube 10 puntos pero esta vez sin favorecer al PSC, que vuelve a perder voto aunque amortigua la caída. C's y ICV suben entre dos y cuatro puntos; irrumpe la CUP y ERC sube más 7 puntos.

En Sant Vicenç dels Horts, histórico feudo del PSC, la candidatura de ERC, ya con Junqueras de candidato, les arrebata la primera posición.

Elecciones del '15: récord de participación y cinturón naranja

Por segundas elecciones consecutivas, el PSC no se beneficia de la movilización de los votantes del cinturón. En 2015, el área metropolitana alcanzó una participación récord del 77%. Sin embargo, los socialistas consiguieron los mismos votos que en las anteriores elecciones.

Los barrios obreros del cinturón rojo votaron en masa a la opción de Ciudadanos, que fue primera fuerza en la zona del Bajo Llobregat, Sant Adrià y varios municipios del Vallès. Incluso en las zonas del sur de Badalona, amplio caladero de votos del PSC en 2003, ahora estaban dominadas por el PP.

El siguiente mapa muestra como, a pesar del aumento de la movilización en 2015, las zonas en las que ganaron PSC y C's todavía siguen siendo las que menos participación tienen del área metropolitana. En las próximas elecciones del 21-D, esos votos pueden ser la clave.