La dirección de Podemos trata de recuperar el escaño de Alberto Rodríguez

Laura Galaup

9 de febrero de 2022 22:59 h

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El escaño de Alberto Rodríguez sigue vacío tres meses después de que la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet lo expulsase tras la polémica condena del Tribunal Supremo. Desde entonces el grupo parlamentario de Unidas Podemos afronta cada votación con un voto menos, a la espera de que la sustituta del político canario (Patricia Mesa, la tercera en la lista y a quien correspondería el escaño tras la renuncia a entrar en el Congreso de la número dos en la candidatura) tome la decisión de aceptar o rechazar el acta. En la delegación autonómica de la formación la abrupta salida del que fue Secretario de Organización durante el liderazgo de Pablo Iglesias se ha vivido como un duelo.

La dirección nacional ha evitado pronunciarse y presionar públicamente a su marca insular para que se cubra la vacante de Rodríguez. En el partido hay consenso sobre que la condena a su ex secretario de Organización es “una injusticia”, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, llegó a hablar de “prevaricación” ante la retirada del acta. 

Desde la representación del partido en el grupo parlamentario han destacado cada vez que son preguntados sobre este asunto que, a pesar de que “respetan el proceso de Podemos Canarias”, han realizado gestiones para volver a contar con los 35 diputados del grupo parlamentario. “No hemos dejado de intentar ocupar ese escaño”, apuntan. Con ese objetivo, según detallan fuentes de la formación, la dirección nacional se ha dirigido en varias ocasiones a la Junta Electoral Central (JEC) para saber cómo iba la situación y si la sustituta tiene algún límite temporal para tomar la decisión de aceptar o rechazar el acta. 

Desde la JEC confirman que “la credencial de la diputada está expedida a nombre de Patricia [Mesa], la que era tercera en la lista”. Por lo tanto, “depende de ella aceptarla o renunciar”, exponen desde esta institución. En enero, fuentes cercanas a Mesa aseguraron a elDiario.es que la dirigente canaria estaba expectante ante lo que pueda pasar con Rodríguez, ya que él había anunciado que continuaría con su batalla legal para recuperar su condición de diputado. Por su parte, desde Podemos Canarias aseguran que la titular de la credencial no se “ha pronunciado ni en público ni en privado” sobre el tema. 

Oficialmente, la única que ha renunciado ha sido Fátima González Bello, número dos de la candidatura, miembro de Izquierda Unida, y que esgrimió motivos personales para tomar esta decisión. Por lo tanto, es en Canarias donde se tiene la última palabra sobre quién sustituye a Rodríguez, sin que la dirección nacional ni el grupo parlamentario tengan mucho margen de maniobra en este asunto. Distintos sectores de Unidas Podemos en el grupo confederal han urgido en los últimos días a que se cubra el escaño cuanto antes, tras la ajustada votación de la reforma laboral que solo salió adelante gracias al error de un diputado del PP. 

A pesar de las gestiones realizadas desde la dirección nacional para acelerar la sustitución de Rodríguez, desde Podemos Canarias optan por rebajar las expectativas. “Entendemos que haya gente en Madrid que tenga prisa en sustituirlo, pero es que aquí no concebimos otra cosa que no sea ponernos al lado del que seguimos considerando nuestro diputado. Alberto Rodríguez es el mayor activo político de Canarias por su coherencia, honestidad, carisma y capacidad de trabajo”, han insistido desde la formación regional, informa Canarias Ahora. La coordinadora general de Podemos Canarias, Laura Fuentes, ha abogado en declaraciones a Efe por dejar vacío el escaño hasta que se resuelvan los recursos de amparo al Tribunal Constitucional, a pesar de que los plazos se dilaten hasta el fin de la legislatura.

La ajustada votación de la reforma laboral, que salió adelante con un único voto de diferencia, ha avivado la polémica en el grupo parlamentario –donde cohabitan varias formaciones– sobre el acta de Alberto Rodríguez. Como publicó elDiario.es, fuentes de la coalición reconocen que el grupo parlamentario no se “puede permitir” tener un escaño vacío porque “el Gobierno se está jugando cosas muy importantes”. En público, el presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, se ha desmarcado este martes en rueda de prensa de estos reproches y ha asegurado que “no ha variado” la posición de la coalición sobre la sustitución del escaño. Puertas adentro, fuentes de Podemos aseguran que llevan meses realizando gestiones para volver a contar con los 35 diputados del grupo parlamentario y desvinculan estos intentos de la última votación que se produjo en el Congreso.

La condena que ha motivado que el grupo parlamentario del socio minoritario cuente solo con 34 de sus 35 diputados parte de una sentencia que dio por probada una agresión de Rodríguez en 2014 a un policía durante una manifestación en La Laguna, Tenerife. El fallo, que contó con votos particulares en contra de dos magistrados, se cimentó únicamente en el testimonio del agente. A partir de entonces, comenzó un proceso que terminó con la expulsión por parte de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, del político canario del Congreso. Podemos amenazó en un primer momento con denunciar a Batet, pero finalmente desistió. Rodríguez anunció por aquellos días su salida de Podemos y aireó una cierta decepción con el partido en el que había ejercido de secretario de Organización.

Mientras la actividad parlamentaria continúa con un parlamentario menos en Unidas Podemos, el principal afectado mantiene su estrategia legal. Alberto Rodríguez anunció el pasado viernes que acudiría al Tribunal Constitucional para solicitar que se declare nula la sentencia del Supremo. Al órgano de garantías también ha recurrido para solicitar la devolución de su escaño.