El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ha abandonado el juzgado en el que ha interrogado durante horas a la hija del rey. El magistrado se ha marchado -en moto con el casco puesto- sin hacer valoraciones: “No es momento de hacer ninguna valoración. Cuando llegue el momento del trámite que corresponda se harán las valoraciones que correspondan”, ha señalado antes de irse.
El mismo público que ha increpado a la infanta Cristina al salir en su coche con destino al aeropuerto ha jaleado al juez que la ha imputado por blanqueo de capitales y delito fiscal. Un grupo de ciudadanos ha aplaudido y aclamado al grito de “justicia” al magistrado, que ha recibido muestras de apoyo durante todo el día de las personas que se han congregado en las inmediaciones del juzgado. “No diga justicia, diga Castro”, se ha podido escuchar en Palma de Mallorca, donde tampoco han faltado las pancartas contra la monarquía y en apoyo al magistrado: 'La justicia tiene un nombre: Castro'.
La Casa del Rey ha guardado silencio y se ha mantenido durante todo el día de hoy al margen de la declaración de la infanta Cristina ante el juez como imputada por un presunto delito fiscal y otro de blanqueo de capitales. Un portavoz del Palacio de la Zarzuela no ha querido hacer comentario alguno en relación con la declaración en Palma de la hija menor del monarca.
Zarzuela sí tomó partido cuando el juez instructor del caso Nóos imputó por vez primera a la infanta, decisión que tumbó la Audiencia Provincial de Palma. En aquella ocasión, en abril de 2013, la Casa del Rey manifestó su sorpresa ante lo que consideraba un cambio de criterio por parte del juez Castro, que meses antes había rechazado que existieran motivos para imputar a la Infanta. Esta manifestación fue criticada.
Cuando Castro imputó en enero pasado a la infanta por segunda vez, Zarzuela se mostró más comedida y tan solo manifestó su respeto a las decisiones judiciales y posteriormente su apoyo a la decisión de la Fiscalía y de la defensa de la Infanta de no recurrir el auto del juez.
El jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, reconoció hace unas semanas que la institución solo quiere que se cierre cuanto antes el sumario, que lleva abierto más de dos años y se ha convertido en un “martirio” para la Casa.
Los numerosos medios internacionales congregados ante los juzgados de Palma de Mallorca han coincidido en sus diferentes crónicas que el testimonio que da hoy la Infanta Doña Cristina en relación al Caso Noos supone un fenómeno sin precedentes que ha dañado la reputación de la Familia Real a los ojos de los españoles. “La Infanta Cristina comparece ante el tribunal por un caso de corrupción”, titula el enviado de la BBC en la pieza para su edición digital, en la que comienza recordando que “esta es la primera vez en toda la historia que un miembro de la Familia Real española ha acudido ante un juez como sujeto de una investigación criminal”.
“Sea la Infanta inocente o no”, analizó el enviado de la BBC, Tom Burridge, “muchos creen que este escándalo por corrupción, que ha durado tanto y ha recibido una gran cobertura, ha causado un daño significativo a la credibilidad y la reputación de la Familia Real española”.
El medio galo France 24 destaca por su parte que el Caso Noos se inserta dentro de las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades españolas sobre los “cientos de casos de corrupción derivados de los años donde se ganaba 'dinero fácil', antes del inicio de la crisis económica en 2008, de la que España, lentamente, está saliendo”.
La agencia Reuters hace especial hincapié en los momentos de la llegada de la Infanta en coche a los juzgados. “Una decisión que ha causado la indignación en la opinión pública porque ha permitido a la Infanta esquivar a cientos de cámaras de televisión y ha alimentado aún más del debate sobre si ha recibido un tratamiento judicial favorable”, apuntó la pieza.
La abogada del pseudosindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular en el caso Nóos, ha manifestado su insatisfacción tras la declaración de la infanta Cristina. A pesar de calificar el interrogatorio del juez Castro como “impecable”, la abogada considera que la hija del rey “no ha dado una sola respuesta que me haya satisfecho”, según recoge El País.
“La situación de la infanta en la causa es peor que esta mañana”, ha señalado la letrada para quien las pruebas son “de tal calibre” que las respuestas de la infanta “no cambian el punto de vista”.
El juez instructor del caso Nóos, José Castro, ha abandonado el juzgado en el que ha interrogado durante horas a la hija del rey. El magistrado se ha marchado -en moto con el casco puesto- sin hacer valoraciones: “No es momento de hacer ninguna valoración. Cuando llegue el momento del trámite que corresponda se harán las valoraciones que correspondan”, ha señalado antes de irse.
El mismo público que ha increpado a la infanta Cristina al salir en su coche con destino al aeropuerto ha jaleado al juez que la ha imputado por blanqueo de capitales y delito fiscal. Un grupo de ciudadanos ha aplaudido y aclamado al grito de “justicia” al magistrado, que ha recibido muestras de apoyo durante todo el día de las personas que se han congregado en las inmediaciones del juzgado. “No diga justicia, diga Castro”, se ha podido escuchar en Palma de Mallorca, donde tampoco han faltado las pancartas contra la monarquía y en apoyo al magistrado: 'La justicia tiene un nombre: Castro'.
Los letrados de la infanta Cristina han valorado la decaración de la infanta Cristina como “leal” y “ejemplar”. Ese adjetivo, pronunciado por el rey en su discurso de Nochebuena de 2011, se lo han atribuido también a al actitud del juez, el fiscal y las partes personadas. “Ha declarado, sin ningún tipo de privilegio, sin aforamiento; ha estado cinco por la mañana y dos y pico por la tarde, ha contestado a todo el mundo y desde lo que es su propia verdad. Quedamos muy satisfechos. La justicia seguirá su camino pero para la infanta y sus abogados no podía ser un día mejor”, ha señalado Miquel Roca al salir del juzgado. Sobre la valoración que la hija del monarca ha hecho sobre la declaración, ha apuntado: “Las sonrisas son suficientes”.
Jseús María Silva ha asegurado que contestar “sí o no” y no recordar algunas cosas “no es contestar con evasivas”, en referencia a las acusaciones de abogados personados en el caso que han apuntado a que la infanta ha respondido “un 95% de las cuestiones con evasivas”.
La defensa de la infanta dice que ha respondido a todas las preguntas planteadas. Confían en la inocencia de su defendida y que lo haya transmitido a las admnistraciones de justicia. Dicen que la hija del rey ha colaborado con la justicia en un interrogatorio en el que ha habido “emoción”, “sentimiento”, “sinceridad”, “afirmación”, “contundencia” y “duda”. Jesús María Silva ha achacado la falta de memoria a que son hechos que se remontan a 2002. El letrado ha instistido fuera en lo que la infanta ha reiterado ante el juez: “que no intervino en las cuentas de Aizoon”.
Los abogados no han revelado si la Casa del Rey ha sido informada de cómo ha ido el interrogatorio. Han explicado que es una cuestión que corresponde “a su alteza”.
“Si a partir del lunes nos dejan vivir un poco tranquilos, se lo agradeceremos”, ha bromeado Miquel Roca antes de marcharse “al punto de origen” (Barcelona).
La infanta Cristina termina de declarar en el juzgado de Palma de Mallorca. La hija del rey ha abandonado el edificio ocho horas y media después de su llegada. El coche que la Casa Real ha elegido para su trasladado la ha recogido en la puerta, donde la ha dejado para evitar el 'paseíllo' ante la prensa.
La defensa de la infanta interroga a su clienta. Antes la hija del rey ha declinado responder a las preguntas que le ha formulado la acusación popular.
El fiscal, Pedro Horrach termina su interrogatorio, que ha comenzado en torno a las 16:30 tras la pausa para comer. Durante media hora sólo ha formulado algunas de las casi 150 preguntas que tenía preparadas, posiblemente porque ya las había formulado el juez durante las cinco horas que interrogó a la infanta Cristina. Es el turno de la abogada del Estado, Dolores Ripoll, que representa en el caso Nóos a la Agencia Tributaria.