El presidente del tribunal que juzgó el caso Gürtel, Ángel Hurtado, integrará la terna de magistrados que presidirá la vista y dictará sentencia sobre la caja B del Partido Popular, según una providencia de la Sala de lo Penal a la que ha tenido acceso eldiario.es. Hurtado es el magistrado que firmó el voto discrepante de la sentencia de Gürtel en el que se opone a la condena del PP como responsable civil a título lucrativo por beneficiarse de 245.000 euros de la corrupción.
Tres magistrados han sido apartados de los juicios de Gürtel por su proximidad al Partido Popular. Eso ha provocado varios cambios en la composición del tribunal. Pero no ha sido la única razón. Un polémico cambio en las normas de reparto hizo que el tribunal que juzgó Gürtel y llamó a declarar a Rajoy como testigo no pudiera repetir con la causa de la caja B.
El nuevo tribunal que salió de ese movimiento estaba integrado por Juan Pablo González, quien se convirtió después en el tercer juez apartado por su afinidad con el anterior partido en el Gobierno. En la nueva composición, según las normas de reparto, no estaba tampoco Ángel Hurtado, pero la salida de González lo vuelve a situar en la sala.
Esta nueva composición deja en la presidencia del tribunal de la caja B a María José Rodríguez Duplá, presidenta de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal; al citado Ángel Hurtado, conservador como la primera, y a la recién llegada a la Sala de lo Penal, María Riera Ocáriz.
Riera Ocáriz ha llegado a la Sala de lo Penal después de que José Ricardo de Prada pasara a servicios especiales para integrar el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Hasta hace unos días era la presidenta de la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid.
La sentencia de la Gürtel establece que parte de los fondos de Gürtel “sirvieron para directamente pagar gastos electorales o similares del Partido Popular, o fueron a parar como donaciones finalistas a la llamada ”Caja B“ del partido, consistente en una estructura financiera y contable paralela a la oficial, existente al menos desde el año 1989”. También dan por probados los “sobresueldos” a sus dirigentes o consideran que los relevantes testigos del PP que hicieron llamar al juicio, con Mariano Rajoy a la cabeza, ofrecieron testimonios sin “credibilidad”.
Frente a ello, el juez Hurtado asegura en su voto particular que “no era necesario introducir los referidos pasajes porque, estando encartado el PP como partícipe a título lucrativo, hay que partir de su total ausencia de participación en los hechos delictivos y su desconocimiento de los mismos”. Argumenta que si a alguien se le juzga como responsable civil es porque no hay ninguna implicación penal en su actuación y, por tanto, “su responsabilidad no debe estar expuesta al mismo juicio de reproche que sirve de fundamento a la declaración de culpabilidad penal”.