El médico Juan Luis Steegmann ha renunciado a sus cargos en la dirección nacional de Vox y ha anunciado también que no recogerá el acta de diputado que le correspondía tras la salida del exportavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.
Vox obtuvo en las elecciones generales del pasado 23 de julio cinco escaños por la circunscripción de Madrid, por lo que Steegmann, número seis en esa lista, era el llamado a ocupar el hueco dejado por Espinosa de los Monteros con su renuncia. Sin embargo, este jueves ha anunciado que tampoco recogerá el acta y deja paso a la siguiente en la lista, la también diputada en la anterior legislatura Carla Toscano.
En un comunicado al que ha tenido acceso Europa Press, Steegmann asegura que haber sido miembro del Congreso ha sido un honor “inconmensurable” en su carrera, pero no repetirá en la próxima legislatura. “El día 24 de julio se cerraba la puerta para continuar siendo diputado, y fue la razón para que presentara mi dimisión en el comité ejecutivo nacional de Vox. Ahora se abre de nuevo la puerta del Congreso, pero no voy a entrar por ella”, revela.
Con ello, renuncia también a su puesto de vocal en el Comité Ejecutivo Nacional de Vox, agradeciendo a Santiago Abascal la oportunidad que se le brindó. Según asegura, intentó hacerlo “con lealtad, sinceridad y cariño” y “tratando de que la dignidad del cargo se tradujese en el mejor servicio a la salud de los españoles, a España, y a Vox”.
“Dándote las gracias de todo corazón, aquí está mi ánimo y mi brazo para lo que tú necesites y Vox requiera”, finaliza su misiva dirigida al líder del partido.
Criticado por un sector del partido al defender las vacunas
Médico de profesión, Steegmann fue la voz de Vox durante la pandemia de Covid-19 y uno de los mayores detractores del entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, a quien pidió reiteradamente la dimisión y renombró con los calificativos de “ministro del coronavirus” o “ministro de la eutanasia”.
Pero además, Steegmann se alzó como firme defensor de las vacunas contra el Covid-19, lo que le costó numerosas críticas por parte de votantes y simpatizantes de Vox. La posición oficial del partido era la de dar “libertad” a los ciudadanos y que pudieran elegir si vacunarse o no sin ningún tipo de intromisión ni consecuencia por no hacerlo.
Sin embargo, el 'médico de Vox', como fue conocido Steegmann, defendió públicamente su postura a favor de las vacunas, también la tercera dosis, e incluso apremió al Gobierno a acelerar el proceso de vacunación en España, poniendo como ejemplo otros países europeos.
Algunos de los dirigentes entonces del partido, como Iván Espinosa de los Monteros o Macarena Olona, sí dijeron públicamente haberse vacunado contra el Covid-19. Sin embargo, su líder, Santiago Abascal, evitó desvelar si él lo hizo. “No voy a contestar a esa pregunta”, dijo al ser preguntado por la cuestión en una entrevista en EsRadio.
Abascal preguntó “desde cuándo hay que declarar” en público sobre asuntos de salud y recordó la defensa de Vox de que todos los españoles que deseasen vacunarse tuvieran acceso a ello y, quienes no quisieran, contasen también con libertad para no hacerlo.