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Vox afronta su primer batacazo electoral y se expone a la irrelevancia en la próxima legislatura

Desconcierto y abatimiento en la sede de Vox. La ultraderecha ha vivido su primer batacazo electoral este domingo, tras irrumpir en el Congreso hace cuatro años como tercera fuerza y con 52 diputados. Ahora mantiene ese tercer puesto frente a Sumar, que no ha logrado superarle. Pero los resultados de este domingo demuestran que Vox tocó techo y evidencian a su vez su paulatino declive. La formación de extrema derecha sale de la contienda del 23J con 33 representantes en el Congreso, 19 menos de los que consiguió en 2019, lo que le deja con un papel irrelevante y muy debilitado en la próxima legislatura que aún está por saber si va a poder arrancar.

En los alrededores de la sede del partido la militancia ha seguido el recuento con nervios y tensión. Pero reconociendo desde el primer momento que los resultados que arrojaban los primeros escrutinios suponían un fracaso. Ya con la mayor parte de las urnas contabilizadas, Vox se ha quedado relegado a la treintena de diputados, sin alcanzar ni siquiera los 40 escaños que se habían marcado como suelo mínimo. Sin embargo, la mayor decepción para su militancia ha sido conocer que las derechas no se acercaban a la ansiada mayoría absoluta.

Aunque el partido había programado una noche de fiesta, con música y dj, la jornada electoral ha estado protagonizada por las caras largas de las decenas de seguidores que se habían acercado a la sede de Vox, en el norte de la capital, en la calle Bambú. No ha habido rastro de música, pero tampoco de autocrítica por parte de los dirigentes y los seguidores de la formación, que han asumido con poca deportividad el resultado electoral. “Pedro Sánchez, hijo de puta”, ha sido uno de los pocos cánticos por los que se ha decantado la militancia de Vox. Dos de los seguidores han acompañado este grito con un gesto que emulaba el saludo fascista.

Pasada la medianoche, Santiago Abascal se decidía a comparecer ante los periodistas para después salir a saludar a los últimos militantes y simpatizantes que quedaban en la puerta de la sede de la formación. En su primera valoración - sin preguntas- sobre los malos resultados de Vox Abascal lo primero que ha hecho ha sido ironizar: “Veo muchas celebraciones en la sede de los otros partidos, parece que han ganado todos y por eso yo voy a aprovechar para felicitar a [Alberto Núñez] Feijóo como ganador de las elecciones”. Dicho esto ha añadido: “Pero lo ha hecho no dependiendo de Vox, como quería. Imaginamos que mantendrá la oferta al PSOE para ver si le permite gobernar, esa oferta que ha hecho al PSOE durante toda la campaña”.

Después ha lamentado que los resultados no les permitan a las derechas gobernar y dejen abierta la posibilidad de que Sánchez repita Gobierno. “Quiero señalar lo que es una muy mala noticia para muchos españoles. Pedro Sánchez, aún perdiendo las elecciones, puede bloquear una investidura. Y, peor aún, Pedro Sánchez podría incluso ser investido con el apoyo del comunismo, del independentismo golpista y del terrorismo”, ha advertido el dirigente de extrema derecha.

Además, ha acusado al que iba a ser su potencial socio de gobierno de ser el culpable de la “desmovilización” del electorado de la derecha por haber estado “vendiendo la piel de oso” antes de tiempo, y por sus llamamientos al “voto útil” . Abascal ha cargado también contra Feijóo por haber “blanqueado” al Gobierno de Pedro Sánchez con sus ofertas de pactos y su petición de que dejara gobernar “a la lista más votada” para zafarse de Vox.

Pierde en Castilla y León y pincha en Madrid

El desastre se ha traducido en la pérdida de votos y asientos en varias comunidades. El resultado electoral impide a los de Vox presentar recursos de inconstitucionalidad, una figura a la que han recurrido de forma insistente en esta legislatura y que requiere contar con el apoyo de 50 diputados. También se confirma otro escenario que preocupaba en Bambú y que finalmente se ha hecho realidad. Se despiden de las mociones de censura, ya que para presentarlas se necesita que sean propuesta por al menos 35 diputados.

La formación ultraderechista ha perdido cinco escaños en Castilla y León, donde gobierna con el PP. Madrid y Andalucía han sido otras dos de las comunidades en donde han pinchado. En Madrid se han dejado dos de los siete diputados que lograron en 2019; y en Andalucía han perdido tres escaños. En Extremadura, en donde lograron cerrar un acuerdo de gobierno con el PP tras las recientes elecciones autonómicas, han perdido también un escaño frente a los dos que obtuvieron en las pasadas elecciones generales. No obstante, por esa autonomía entra Ignacio de Hoces, uno de los hombres fuertes de la dirección del partido.

Lo más grave ha sido que en Murcia, en donde Vox caía a la tercera posición con solo dos escaños, cuando en las elecciones generales anteriores fue el partido más votado. Su negativa a cerrar un acuerdo de Gobierno que le diera la presidencia de la Región al PP les ha pasado factura.

Con el recuento ya avanzando, en los exteriores de la sede ya se vaticinaba que la única buena noticia de la noche era la hipotética suma de PP y Vox, que finalmente no se produjo, conscientes de que había poco que celebrar con el resultado electoral de su partido este domingo. Ese era el mensaje que repetían los presentadores del canal de Youtube de Vox, cuya emisión se estaba proyectando en una pantalla gigante en la calle Bambú. Y que ha sido la banda sonora de este recuento electoral, ante el escaso ánimo por parte de la militancia para corear cánticos.

Únicamente cuando los populares han obtenido algún diputado más, conforme avanzaba el escrutinio de la Comunidad de Madrid, la militancia se ha animado. Han aprovechado para entonar algún 'Viva España' y corear el que ha sido su cántico esta campaña 'Que te vote Txapote'. También han reaccionado cuando en la pantalla gigante del partido han conectado con los ministros del Interior y la de Política Territorial, Fernando Grande Marlaska e Isabel Rodríguez, para realizar un balance provisional de los resultados. En ese momento, han optado por proferir abucheos, insultos y descalificaciones. “Nos vamos a comer cuatro años más de este hijo de puta”, lamentaba uno de los seguidores, en alusión a un hipotético futuro Gobierno de Pedro Sánchez. En privado, ya con los resultados más digeridos, fuentes del partido reconocían cierto temor a que su futuro electoral, en caso de que haya repetición de comicios, emprenda un camino similar al de Ciudadanos.

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