Jorge Verstrynge fue secretario general de Alianza Popular entre 1979 y 1986, el partido fundado por Manuel Fraga, que en 1989 se transformó en Partido Popular. En aquellos años de la reinstauración democrática comenzaron las primeras prácticas ilegales de financiación de los partidos, y coincidió con el inicio de la carrera de Luis Bárcenas en el partido del que terminaría siendo tesorero y senador. Unos años en los que supuestamente el PP pagó sobresueldos en dinero negro a parte de su cúpula y en los que Bárcenas ha acumulado hasta 22 millones de euros en Suiza.
¿Cuándo conoció usted a Luis Bárcenas?
Era un empleado que trajo un tesorero del partido cuando yo era secretario general. Poco a poco fue haciéndose con la gerencia del partido. Él ya estaba cuando me fui, en 1986. Llegó con Ángel Sanchís, en 1980, era su empleado. Y por lo visto siguen con una relación profesional y comercial.
¿En su época se pagaban sobresueldos en sobres?
No ocurría por varios motivos. Primero, porque no era tolerable. Y, además, porque el partido era pobre hasta que llegó a los 106 diputados [1982]. Si querías premiar a alguien, lo que hacías era subir el sueldo.
Pero ¿se hacían trampas con cursos de formación?
Ahí no había fraude a Hacienda, todos declarábamos, nosotros y los que los pagaban. Pero si se decía que a un curso asistían 120, sólo se remuneraba a 80 y el dinero restante iba al partido. Otra cosa es el dinero B, que también llegaba, a todos. Eléctricas, bancas, particulares, industria pesada, empresas... Por ejemplo, en un momento faltaban 40 millones para una campaña en Galicia. Fraga me dice, “vaya usted a tal compañía eléctrica y hable con Fulanes”. Llamo a Fulanes y me dice que mandemos una secretaria con escolta y una maleta. Y me dice que necesita un informe sobre una cuenca hidrográfica, pero no lo teníamos. Así que, me dice: “Coge el último número de Interviú y ábrelo por la página X”. Allí había un reportaje de un crimen en Albacete: la maté porque era mía. A continuación, me pide: “Le dices a tu secretaria que copie el artículo y arriba ponga Confederación Hidrográfica del Duero”. Esto funcionaba así, La maté porque era mía como un informe de la Confederación Hidrográfica del Duero. Sacar dinero a las eléctricas entonces... Tenían mucho.
¿Y las facturas falsas?
El Tribunal de Cuentas te pedía las cuentas de la campaña. Presentabas las facturas y el gasto total, pero a veces no cuadraban las cifras porque el gasto era superior. Entonces, te llamaba el Tribunal de Cuentas y te decía que te inventaras unas facturas: lo que querían era que cuadraran las cuentas. Y te las inventabas para que cuadraran. La vida es así.
¿Ve posible que en el PP se paguen sobresueldos en dinero negro?
No tengo la prueba, pero el rumor es fuerte desde hace años. Con Sanchís lo de los sueldos se convirtió en un arma para premiar y castigar. Cuando me peleo con Fraga en 1986, a mí me quita el sueldo, el coche y los escoltas. Se empezó a castigar a los díscolos con el dinero, por lo que es lógico que a los que hay que contentar también se les pase el sobre. Usas el dinero para sancionar y premiar.
¿De dónde sale ese dinero?
Son retrocomisiones. En mi época, contratabas una empresa para hacer una campaña electoral, pagabas el 75% y arrastrabas el 25% que debías de campaña a campaña. Con 106 diputados, ya tienes dinero. Pagas el 100% al proveedor y a cambio te inflan la factura y te devuelven un dinero bajo cuerda.
¿Cómo conoce este sistema?
Esto empieza en 1988. Entre 1986-88 se fue pagando el dinero que se debía, y sólo puedes pagar retrocomisiones cuando estás sin deudas. Entonces la ley era muy laxa y había que buscarse la vida. Yo no me quería ocupar de los temas económicos. En aquella época si venía alguien que quería donar dinero y no quería figurar, o se lo tomas en B para que no figurara, o no te lo daba. Ahora, quien cobra un sobresueldo no puede declararlo a Hacienda. El partido comete un fraude, y el que lo recibe también. Lo que ha ocurrido aquí es que un equipo se ha hecho con el poder económico del partido y lentamente ha ido poniendo la cúpula del partido para su mantenimiento. Los políticos no son corruptos, pero las cúpulas de los grandes partidos, sí. Es corrupistán.
¿La actual secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, desconocía lo que pasaba?
No lo sé. Es muy difícil. Lo cierto es que tiene un problema que es Bárcenas, que sabe del partido más de lo que sabe el partido sobre sí mismo. Allí están agarrados o esperando a que corra el escalafón. Aquí ha pringado hasta el apuntador.
¿Cuál es el origen de estas informaciones?
Está claro que beneficia al extesorero. Es un caso como el de David Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin: “Si dejáis que me manden a la cárcel, vuelo la casa”. Bárcenas lo apuntaba todo y lo sabe todo. Igual que Torres. El PP está en un callejón de muy difícil salida. Es un caso de sociología política para analizar: cómo un tesorero se hace con un partido. En mi época había cuatro personas que estaban al tanto de las finanzas: el presidente, el secretario general, el tesorero y el gerente. A partir de 1986, no veo por qué debía de dejar de funcionar así. Con Fraga, Hernández Mancha, Herrero de Miñón, etc...
¿De dónde sale el dinero de Suiza?
No todo eso viene de Gürtel, viene de más sitios. Estoy seguro que no es todo de Bárcenas, actúa como banquero propio y de otros. Hay más gente implicada, sin ninguna duda. Actúa de componente currante, aunque también crece y se convierte en poseedor de capital. Son casi 4.000 millones de pesetas [22 millones de euros]. No se puede sacar de un partido tanto dinero sin que se note, y menos un tío solo. No lo puedo demostrar, pero no se saca de un partido sin que el partido se entere. Un ayudante mío se quedó un millón de pesetas de una campaña y a los cuatro días lo habíamos detectado y estaba devolviendo el dinero. Pero es que ahora no se puede decir nada, porque los que lo hacen saben mucho de los demás.
¿Cómo se está viviendo todo desde dentro?
Los que han cobrado están acojonados; los que han pagado, como Bárcenas, se defienden como pueden; y los que miran para otro lado, esperando que corra el escalafón. Si a Bárcenas no se le resuelve el tema, que ya me dirás cómo, va a seguir sacando cosas: la próxima será una Corinna. La situación del PP es endemoniada, explosiva. Incluso la declaración de Soraya: “El Gobierno está sorprendido”. Es como el asunto Flick, que estaba untando al PSOE en 1984. Le pregunto al PSOE en el Congreso y me dicen “que yo sepa no”. Igual que Soraya, el Gobierno no, o sea que fuera del Gobierno, puede que sí. Aunque yo esté cada día más rojo, me preocupa, porque esto puede ser la voladura de un partido. Bárcenas tiene capacidad para volar el partido, igual que el socio Torres tiene la capacidad de volar la monarquía española.
¿Qué pasará?
El PSOE no va a buscar la voladura del PP, porque no se sabe qué vendría después. Se creará una comisión de investigación, se le dará a Bárcenas algo para que se calle y si se le condena, se le amnistiará. Ahora, las intenciones de voto de los dos grandes partidos están en caída libre.