Villarejo anotó un plan con Cospedal y su marido para aupar a jefe de la Policía al último imputado en Kitchen

Pedro Águeda

17 de junio de 2021 22:28 h

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El comisario en excedencia José Luis Olivera es el último policía en incorporarse a la lista de investigados por sabotear la investigación de la caja B del Partido Popular. Relevante con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, muy influyente en el de Mariano Rajoy, a punto estuvo de ser el jefe operativo de la Policía. La maniobra se vio frustrada, tal y como refleja el dietario del Villarejo, donde también aparecen las maniobras del comisario y sus colaboradores por poner a uno de los suyos en la cúspide del Cuerpo, con la intermediación de María Dolores de Cospedal, secretaria general entonces del PP.

El 16 de noviembre de 2016, Villarejo resume el contenido de once conversaciones mantenidas ese día con políticos, empresarios y con el propio Olivera. Una de las anotaciones alude a lo hablado con Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal: “Transmití mi pesar por el trato al exministro. Insiste en que han propuesto al Oli de DAO”. 

Tanto el contenido de los mensajes como el momento son relevantes de acuerdo al principio que está guiando el análisis de las agendas por la Unidad de Asuntos Internos. Los policías que investigan a Villarejo están tomando las anotaciones y cruzándolas con hechos públicos o acreditados durante la instrucción para concederles credibilidad. Este criterio ha sido asumido por el juez en el auto de imputación de Cospedal, su marido y el ex jefe de gabinete de la primera, José Luis Ortiz Grande.

Doce días antes de la anotación, el 4 de noviembre de 2016, Juan Ignacio Zoido había tomado posesión como ministro del Interior. La amistad que unía a Jorge Fernández Díaz con Rajoy ya no era suficiente para sostener en el puesto al primero, salpicado por los escándalos de Villarejo y otros miembros la brigada política que había actuado durante su mandato de cuatro años. La elección de su sustituto apuntó de inmediato a María Dolores de Cospedal: Juan Ignacio Zoido era el líder de los partidarios de la secretaria general en Andalucía. 

La anotación de la conversación de Villarejo y López del Hierro se produce la víspera de que se conozca quién será el número dos de Zoido en la poderosa Secretaría de Estado de Seguridad. El elegido será José Antonio Nieto, quien fuera el candidato de Cospedal para enfrentarse a Juan Manuel Moreno Bonilla por el liderazgo del PP andaluz. Ese 16 de noviembre, Villarejo traslada a López del Hierro su pesar por la marcha de Fernández Díaz, y en seguida se pone a trabajar: el policía ya está imputado en dos casos y las informaciones sobre sus negocios turbios se suceden, por lo que urge colocar al frente de la Policía a alguien de su máxima confianza. 

Según las grabaciones desveladas por moncloa.com hace tres años, López del Hierro presentó a su mujer a Villarejo en la planta séptima de Génova en 2009, en pleno apogeo del caso Gürtel. En presencia de la secretaria general, López del Hierro pregunta al policía, en activo, si está dispuesto a aceptarles “trabajos puntuales”. En una conversación posterior, también grabada e incorporada al sumario, Villarejo dice, en presencia de Olivera, que ellos dos evitaron que la investigación de la Gürtel salpicara a la cúpula del PP y habla del robo de unas cajas. Eso se habría producido cuando Olivera era precisamente jefe de la Unidad encargada del caso Gürtel y, en general, de la lucha contra la corrupción, la UDEF. 

En la segunda legislatura de Mariano Rajoy, Cospedal gana peso. Además de secretaria general, entra en el Consejo de Ministros al ser nombrada titular de Defensa el 3 de noviembre de 2016. Ese día, Villarejo escribe: “Cospe. Contesta mi SMS con otro muy afectuoso. Le aviso del café con ILH”.

Efectivamente, de acuerdo a las agendas de Villarejo, el marido de Cospedal se ve con el comisario en el hotel Villamagna de Madrid cuatro días después. “Muy receptivo a nombrar a Oli DAO”, apunta el comisario sobre su encuentro con “ILH”. José Luis Olivera declarará como imputado el próximo día 28, un día antes que Cospedal, después de que el policía a sus órdenes en la UDEF, Manuel Morocho, le haya contado al juez de Kitchen cómo intentó apartarlo de la investigación o cómo se guardó informes secretos cuando salió de la Unidad para poder negociar su posición con ellos en la mesa. 

El nivel de conocimiento de todo lo que pasa en la cúpula de Interior por parte de Villarejo es tal que el día antes de que se conozca que José Antonio Nieto sustituirá a Francisco Martínez como secretario de Estado de Seguridad, el comisario apunta su conversación con éste último, al que se refiere como “Chisco”, según ha acreditado Asuntos Internos. “Aviso de que ya no va a seguir. Le muestro mi pesar por el mal trato al exministro. Contestó enseguida”.

José Luis Olivera estuvo muy cerca de ser el director adjunto operativo de la Policía. En aquel otoño varios medios informaron de ello después de que el junio anterior, Ok Diario lo hubiera dado por seguro. Ese puesto había sido ocupado por Eugenio Pino, el artífice de la brigada política, durante el mandato de Fernández Díaz, y un sustituto provisional, Antonio Rodríguez, ocupó el puesto durante unas semanas. Las luchas de poder internas retrasaron la elección hasta el 30 de enero de 2017, cuando se hizo pública la elección de Florentino Villabona. Su mandato, destinado a limpiar el rastro de la brigada política, se limitó a algunos cambios estéticos. 

Olivera, sin embargo, no perdió poder. Continuó al frente del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), encargado de aglutinar la información sobre esos dos relevantes fenómenos delictivos. Hasta que llegó la moción de censura y el cambio de Gobierno. Pese a su pasado como jefe de la UDEF durante el anterior gobierno del PSOE, el de Olivera fue el primer nombre en la lista de cargos que cesar con la que llegó al Ministerio la entonces secretaria de Estado de Seguridad socialista, Ana Botella Gómez. Unos meses después, Olivera fue fichado por Luis Rubiales para un puesto de alta dirección en la Real Federación Española de Fútbol.