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Transparencia obliga a Moreno a informar de la votación entre los médicos para cambiar el nombre a su hospital estrella

El presidente de la Junta, en una de las inauguraciones del antiguo Hospital Militar de Sevilla

Javier Ramajo

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El pasado 16 de marzo se hizo público el nuevo nombre del hasta entonces conocido como Hospital Militar de Sevilla. El “nuevo hospital” Muñoz Cariñanos sustituía la denominación oficial anterior (Vigil de Quiñones, por el médico marbellí que acompañó a los últimos de Filipinas en su encierro en Baler entre 1898 y 1899) con base a una votación previa por parte de los profesionales sanitarios. Después de que el centro hospitalario fuera inaugurado hasta cuatro veces por parte de presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, la familia de Rogelio Vigil de Quiñones quiso conocer concretamente cuáles habían sido “los resultados de las votaciones” y preguntó en junio a la Consejería de Salud, desde donde contestaron que los datos solicitados tenían “la consideración de información pública” pero sin hacerle llegar a la familia cómo fue la votación, tal y como había requerido. Ahora, el Consejo de Transparencia y Protección de Datos de Andalucía obliga a ello a la Junta de Andalucía después de que la familia se dirigiese a este organismo de vigilancia “por denegación de información pública”.

En una resolución fechada este 27 de noviembre, a la que ha tenido acceso SevillaelDiario.es, el Consejo de Transparencia estima la reclamación de la familia y dice que la Consejería de Salud “deberá facilitar” en el plazo de diez días la información solicitada, esto es, el resultado de las votaciones que validaron el cambio de denominación del hospital.

En la respuesta previa de Salud a la familia, remitida a finales de julio, se daban detalles de los posibles nombres que habían llegado al final del largo proceso participativo, iniciado en marzo de 2022, pero sin los datos concretos que la familia Vigil de Quiñones había pedido pese a que reconocía que se trataba de una información pública. “Para la asignación o cambio de denominación de los centros sanitarios, en general, y de los hospitales en particular, no existe regulación normativa al respecto, por lo que el proceso en concreto que se ha articulado no resulta obligatorio o preceptivo en su realización, ni vinculante en su resultado”, dijo Salud en julio.

Una “hipótesis” del Consejo de Transparencia

Ahora, el Consejo de Transparencia considera que la Consejería de Salud “aunque explica cómo han quedado las nuevas denominaciones, así como la justificación de las denominaciones finalmente seleccionadas, no contempla el dato cuyo acceso se pidió” y que era específicamente relativa a los resultados de la votaciones. Añade el Consejo de Transparencia que al contenido de la Resolución de la Consejería de Salud “habrá de serle añadida la información referida a los 'resultados de la votaciones' que eventualmente se hubieran hecho para la selección de las denominaciones elegidas”, eso sí, “ocultando los datos personales que eventualmente pudieran aparecer en la misma y que excedan de la información solicitada”.

“Y en la hipótesis de que no exista alguna de la información solicitada, la entidad reclamada deberá transmitir expresamente esta circunstancia a la persona reclamante”, añade Transparencia. El jefe de servicio de Informática del Servicio Andaluz de Salud informó en redes sociales de que Muñoz Cariñanos había sido el “nombre elegido por votación de los profesionales sanitarios de Sevilla”. Una “supuesta votación”, califico la familia Vigil de Quiñones, que había provocado un cambio de nombre “sin motivo” que lo justificase, a su entender y “el de la mayoría de la ciudadanía”.

Asegura la familia según pudo conocer “por otros médicos”, “en ese proceso muchos facultativos y sanitarios nunca pudieron votar, otros votaron en la primera fase y en la segunda, y casualmente muchos que optaron por mantener el nombre de Vigil de Quiñones curiosamente no se le dio la oportunidad de votar tras determinados descartes”. “Nunca se publicaron los resultados definitivos o si la votación había sido ajustada o no, pero al final la Junta optó por rotular al citado hospital con el nombre de Muñoz Cariñanos, que es lo que ha venido repitiendo desde hace años públicamente, tal y como se llama en la actualidad, y borrando en contra de la historia el nombre de Vigil de Quiñones”, comentan desde la familia.

Una “gesta universal”

La resolución de Transparencia pone fin a la vía administrativa pero contra ella cabe interponer recurso contencioso-administrativo, una vía judicial que se reserva su derecho a emprender la familia Vigil de Quiñones para que “se ordene esa información y se aclare lo sucedido que parece tabú y existe un silencio total”. Desde la familia se traslada también su respeto “como no puede ser de otra manera” a la familia de Muñoz Cariñanos, “vilmente asesinado por la banda terrorista de ETA en su consulta privada”.

Ya en enero de 2022, la Asociación Nacional Últimos Filipinas, Héroes de Baler (formada por descendientes de estos héroes, historiadores, investigadores y simpatizantes de aquella “gesta universal”) inició una petición en la plataforma change.org donde pedía que no se procediera al cambio de denominación del hospital, argumentando que “muchos sevillanos y españoles se han interesado por la gesta de los últimos de Filipinas gracias al nombre de ese Hospital, acercándose así a un imborrable episodio de la Historia universal, que transciende a su época y a cualquier ideología”, sin entender que “después de tantos años” se planteara un cambio de nombre a este “emblemático hospital”.

La familia también comenta que el cambio de nombre no tiene semejanza o similitud alguna con otras situaciones en las que se han producido cambios de nombre de calles o instituciones o lugares debido a las leyes de Memoria Histórica o Democrática por su vinculación al régimen franquista. A su juicio, el cambio de denominación es “únicamente es fruto de un interés personal, sin justificación alguna, que nada tiene que ver con un interés general o con el cumplimiento de alguna Ley como es la de Memoria Democrática”.

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