El Ayuntamiento de Valdemoro elimina los puntos violeta y recomienda a las mujeres gritar “fuego” ante una agresión
En las próximas fiestas locales de Valdemoro, en la Comunidad de Madrid, no habrá punto violeta. En vez de eso, el Ayuntamiento del municipio lanza una recomendación para las celebraciones, que tendrán lugar en septiembre: “Si sufres una agresión, grita ‘fuego’ o pide ayuda a la gente”, reza en la web de los festejos de este año.
“Es gravísimo que eliminen los puntos violeta teniendo los índices de violencia tan altos, es inconcebible”, valora Rosa San Segundo, catedrática y presidenta de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género, que añade que “gritar ‘fuego’ es propio del siglo XIX”.
El Ministerio de Igualdad insta al Ayuntamiento de Valdemoro a que rectifique e instale puntos violeta durante la celebración de actos multitudinarios. “Es una falta de respeto pedir a las víctimas que griten: iFuego! en caso de agresión, y demuestra además un desconocimiento de la labor indispensable que realiza esta herramienta”, señalan desde la cartera que dirige Ana Redondo.
La alarma ha saltado la tarde de este martes, cuando la agrupación socialista de la localidad avisaba en X (antes Twitter) de la eliminación de este recurso contra la violencia de género en las fiestas del próximo mes. “Que la solución que propone el Ayuntamiento sea gritar ‘fuego’ es un esperpento y raya en la burla”, valora Vicente López-Peláez, portavoz del grupo municipal del PSOE en el consistorio valdemoreño, quien además considera “arriesgado para la seguridad” lanzar esa alerta en un espacio con una gran aglomeración de gente.
El anterior equipo de gobierno de la localidad, formado por Ciudadanos, contrató siempre profesionales para formar puntos violeta. Esto cambió con la llegada de PP y Vox al gobierno municipal, que ya eliminaron estos recursos contra la violencia de género en su primera oportunidad: las pasadas fiestas de mayo. “Pensamos entonces que era un fallo administrativo, que no habrían llegado a los tiempos de la contratación”, cuenta López-Peláez, quien ahora no descarta que la medida sea “un guiño a Vox” por parte del Partido Popular, en posesión de las concejalías encargadas de los festejos.
Carmen María Méndez, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valdemoro, defiende la decisión de su área de gobierno precisamente en que los puntos violeta ya se eliminaron en las patronales de mayo “y no hubo agresiones” detectadas ni se manifestó el PSOE en contra. El protocolo de actuación ante agresiones sexistas que implementaron en las pasadas fiestas, añade la edil, “resulta mucho más eficaz y económico que las carpas que se instalaban en la vía pública”. Méndez pone en valor “las campañas que se realizaron en institutos todo el año” y asegura no entender la crítica del grupo municipal socialista hacia la recomendación de gritar fuego: “Se mofan cuando es un método para llamar la atención de la manera más eficaz posible”.
San Segundo está en desacuerdo con la concejala: “Gritar fuego es la recomendación que me hacía mi abuela”. La especialista en violencia de género ejemplifica así que el consejo del Ayuntamiento de Valdemoro supone “una regresión de 70, 80 o 100 años”. A la catedrática le cuesta encontrar una manera de definir esta decisión del equipo de gobierno valdemoreño: “delirante” o “barbaridad” son algunos de sus intentos de abarcarla.
No puedes decirle a una persona ‘grita fuego’; tienes que saber los protocolos, cómo suceden los ataques, cómo responder a una sumisión química…
“No puedes decirle a una persona ‘grita fuego’; tienes que saber los protocolos, cómo suceden los ataques, cómo responder a una sumisión química…”, enumera la catedrática de la Universidad Carlos III de Madrid, que lamenta que se haya tomado la violencia contra las mujeres “como posición política” y se ignore que su prevención sea “una materia científica”. “No podemos estar diciendo tonterías, y menos por parte de un Ayuntamiento, que es un representante público”, zanja San Segundo.
Como respuesta a la decisión del Consistorio, el PSOE de Valdemoro insta al equipo de gobierno a que implemente los puntos contra la violencia de género, y llevarán al próximo pleno —programado para después de las próximas patronales— que la existencia de estos recursos sea obligatoria en los festejos de mayo y septiembre. “No podemos dar pasos atrás cuando las cifras de violencia son tan altas”, sentencia López-Peláez. Según los datos de la última macroencuesta sobre violencia de género, el 57 % de mujeres residentes en España ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida. Más de una de cada cinco ha sufrido violencia física, y un 14 %, violencia sexual.
Los puntos violeta
Con el clamor feminista aparecieron los primeros puntos violeta en España en 2014, en torno a las grandes ciudades. Fueron incorporados al Pacto contra la Violencia de Género poco después, en 2018, y fueron implantándose en diferentes puntos, sobre todo en acontecimientos multitudinarios. Además del acompañamiento psicológico o asesoramiento para denunciar, estos puntos actúan en la prevención, un factor “clave” en la lucha contra la violencia de género, según la ONU.
“Los puntos violeta surgieron ante la necesidad de convertir los lugares de ocio en sitios seguros para todos, pero en ellos además de actuar en casos de violencia contra las mujeres también se realiza una labor de prevención fundamental. Son lugares donde se informa, se previene y además se ofrece una atención especializada”, recuerdan desde el Ministerio de Igualdad
Y remachan: “Es importante no dar ni un paso atrás, ya que a pesar de los discursos negacionistas, estamos ante una herramienta indispensable para dar seguridad y apoyo a todas las mujeres que quieran disfrutar de cualquier evento multitudinario y de ocio”.
“Son esenciales porque ayudan a la sensibilización, además de disuadir a los potenciales agresores al ver que las mujeres no están solas”, destaca López-Peláez, el portavoz del grupo socialista valdemoreño.
Rosa San Segundo, la especialista en violencia de género, añade que cuentan con guías y protocolos de actuación “buenísimos”: “Te enseñan que las violaciones no son normalmente como las de 'la manada' y suelen venir por parte del entorno. Ofrecen toda la información que tiene que saber una chica sobre cómo reaccionar, tener precaución con las bebidas o cómo detectar si puede que haya un agresor en su grupo”, declara. “Son especialmente importantes en verano y en fiestas, donde vemos agresiones de todo tipo”, añade la catedrática.
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