Dos fármacos experimentados contra el ébola consiguen tasas de curación de hasta el 90%
Dos de los cuatro sueros experimentales contra el ébola que se estudiaban en la República Democrática del Congo han conseguido curar hasta el 90% de los infectados al recibirlos en los días siguientes a contraer el virus, según ha informado el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de EEUU que monitoriza el ensayo.
El REGN-EB3 y el mAb114 han conseguido reducir la tasa de mortalidad al 6 y 11% respectivamente aplicado en pacientes recién infectados de ébola. En enfermos que retrasaron su consulta médica ese porcentaje fue del 39 y 35%, según los resultados del ensayo iniciado en noviembre de 2018 como respuesta de emergencia tras el brote de ébola decretado en las provincias congoleñas de Kivu e Ituru.
El trabajo ha controlado 691 pacientes y los resultados de estos dos fármacos han hecho que los supervisores del ensayo recomendasen detener el proceso de evaluación que incluía otros dos sueros y centrarse solo en estas dos opciones. “Ambos ofrecen una mayor opción de supervivencia a los enfermos que las otras dos medicina”, ha explicado el Instituto norteamericano. Las pruebas han sido llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Investigación Biomédica y el Ministerio de Salud congoleños y tres organizaciones no gubernamentales.
A partir de ahora, los infectados recibirán de manera aleatoria uno de los dos fármacos que han demostrado mejores resultados. “Aquellos pacients que recibieron los otros dos sueros podrán, si lo desean, recibir los otros”, han explicado los responsables del estudio que entra así en una nueva fase de ensayo.
La Organización Mundial de la Salud, que coordina el consorcio internacional de investigación, recomienda desde ahora que los infectados de ébola reciban uno de estos dos tratamientos. El brote de ébola detectado en la República Democrática del Congo en 2018 ha causado 1.606 víctimas mortales. De los 2.383 contagios confirmados han sobrevivido algo más de 600 personas, según informaron las autoridades congoleñas en su último recuento del pasado julio.