El trono del trono: hallan un inodoro real en Corea de 1.300 años de antigüedad con ingeniería adelantada

El agua corría silenciosa, arrastrando consigo lo que la corte real dejaba atrás. No era un simple capricho ni un lujo prescindible; era una muestra tangible del poder.
Mientras en otras partes del mundo las calles eran el único canal de desechos, en el corazón del reino coreano de Silla, la ingeniería ya se ponía al servicio de la élite. Porque un príncipe no podía conformarse con cualquier rincón del palacio para responder la llamada de la naturaleza. No, su trono debía ser único, incluso cuando se trataba del más básico de todos.
El poder también se mide en desagües
En la ciudad de Gyeongju, un equipo de arqueólogos ha desenterrado una de las estructuras más avanzadas de su tiempo: un sistema de retretes con cisterna dentro del palacio Donggung, construido en el año 674 d. C. La sorpresa no radica solo en su existencia, sino en su funcionamiento.
Estos inodoros, los primeros de su tipo en Corea, no operaban como los actuales: en lugar de una cisterna automática, un sirviente debía verter agua manualmente para que los desechos fueran arrastrados a través de un canal. La diferencia entre la realeza y el resto de los habitantes del palacio quedaba clara incluso en este aspecto.
El significado jerárquico del inodoro del príncipe heredero
El palacio Donggung, cuyo nombre significa príncipe heredero, no solo era la residencia del sucesor al trono, sino un símbolo de su estatus. Prueba de ello es el inodoro hallado dentro del complejo, que contaba con una particularidad única: sus desechos iban directamente al río, mientras que los demás retretes del palacio almacenaban los residuos en su interior, funcionando más como letrinas tradicionales.

Tal como explicó Kim Gyeong Yol, arqueólogo al frente del estudio, este diseño “debía tener un significado jerárquico y habría sido utilizado por el príncipe heredero y las damas de la corte más cercanas a él”.
El descubrimiento ha arrojado nueva luz sobre la sofisticación de la ingeniería en la dinastía Silla. No era la única civilización con sistemas de saneamiento avanzados: en el valle del Indo, en la actual Pakistán, ya existían inodoros con cisterna hace más de 4,000 años, que vertían los desechos en sistemas de alcantarillado. Sin embargo, en el siglo VII, cuando en Europa los avances en higiene aún eran limitados, Corea del Sur ya implementaba soluciones innovadoras en sus palacios.
Wolji, el estanque multitarea para drenar los restos
Este sistema de drenaje estaba estrechamente vinculado a otro elemento fundamental del complejo: el estanque Wolji. Más que un simple adorno, este depósito de agua abastecía los jardines y, al mismo tiempo, contribuía a la red de desagüe del palacio. La interconexión entre la arquitectura, la naturaleza y el saneamiento demuestra un nivel de planificación que rara vez se asocia con aquella época.

Gyeongju, la histórica capital de Silla, sigue sorprendiendo con cada excavación. Este hallazgo, además de revelar los hábitos de la élite de la época, deja en evidencia que la jerarquización no solo se manifestaba en la vestimenta o la alimentación, sino también en la forma en que cada miembro de la corte gestionaba sus necesidades más básicas.
No todos los tronos están hechos para gobernar, pero algunos, sin duda, reflejan el poder de quienes los ocupaban.
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