Pensar en imágenes: las diferentes formas de sentir el mundo del diseñador gijonés Juan Jareño se abren al público

Juan nos recibe en su casa, luminosa, moderna y transgresora, como es él. Lo hace junto a la inagotable sonrisa de Nacho y los ladridos de bienvenida de su querida Braza. Este recibimiento constituye la antesala de la conversación que nos depara esta cita, para hablarnos del trabajo más íntimo, de momento, de toda su carrera.
Si hubiese que ponerle música a esta exposición, su banda sonora sería la de Rigoberta Bandini, pues sus “poemas cantados” conectan a la perfección con la obra gráfica que Juan Jareño (Gijón, 1968) ha elegido para conformar Pensar en imágenes. Diferentes formas de..., su proyecto más personal y aquel en el que desnuda su alma para contarle al mundo lo que piensa, siente o percibe de todo lo que le rodea, bien desde su entorno más cercano o de otros más alejados.
Acostumbrado a plasmar lo que sus clientes piden durante las últimas tres décadas, este diseñador y también artista gijonés expone en el marco de POEX25, los encuentros de poesía que desde 2020 se celebran en Gijón, 21 serigrafías en blanco y negro que constituyen, en su mayoría, su respuesta emocional a lo que sucede en el mundo y que ven la luz por primera vez. En esta agrupación de trabajos sigue apostando por el blanco y negro porque “el peso de la imagen lo tiene que ser todo”, asegura este creativo para quien el color continúa siendo decoración que no le ayuda a contar nada.
El peso de la imagen lo tiene que ser todo. El color continúa siendo decoración que no me ayuda a contar nada
Impactos visuales de lo que le impresiona, le afecta o le aterra, Jareño identifica en Diferentes formas de belleza sus contradicciones, reconociendo su vulnerabilidad y asumiendo y enfrentándose a cómo es y cómo debería ser.
Desde una fortísima discusión con su hermano, que le tuvo días sin dormir, o la enfermedad que borró de un plumazo los recuerdos de su madre, tía y abuela, y que a él le aterroriza acabar padeciendo, la obra gráfica que Juan Jareño ha decidido compartir con el público tiene también un recuerdo para Juana Rivas, a través de la escenificación de la violencia vicaria, o los golpes de timón que a veces damos en la vida, afrontando nuevas incorporaciones como las protagonizadas por la paternidad o maternidad.
“En esta exposición hablo de mis cosas, me da vértigo porque es la primera expo en la que el contexto de artístico de exhibición es expositivo. Mostrarse es peligroso”, asegura este creador que no se considera artista, pues el de artista “es un traje que mucha gente se pone y a casi todo el mundo le queda grande”.

Estudiante de Bellas Artes en la Universidad de Salamanca cuenta de sí mismo que pudo empezar a construirse cuando descubrió lo que no era, en vez de lo que era. Ese momento llegó a su vida cuando conoció a su compañero de piso durante la etapa universitaria, el pintor Daniel Verbis, quien le enseñó lo que verdaderamente era un artista. “Yo llegué a Bellas Artes con una imagen muy romántica de lo que era el dibujo, la pintura y no fue hasta 3º de carrera cuando descubrí lo confortante que me resultaba que la gente me encargase cosas y fue cuando en mi vida apareció la asignatura de Diseño Gráfico”.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que para él era mucho más fácil plasmar lo que los demás sentían que aquello que habitaba en su interior, pues identificar y reconocer sus propios sentimientos era una viaje que, al menos de momento y durante muchos años, fue costoso para él.
Ese es el motivo por el que durante casi tres décadas, Juan Jareño ha sido creador de campañas publicitarias e imágenes icónicas y ha vestido las calles de Asturias, comenzando por Gijón, dando forma a eventos culturales, mensajes en el ámbito de lo social o comunicaciones institucionales como suyos fueron la mayor parte de los carteles con los que el Ayuntamiento de Gijón/Xixón se comunicó con la ciudadanía durante el confinamiento.
Pensar en imágenes. Diferentes formas de... es un punto de inflexión en una prolija carrera en la que, a partir de ahora, comenzarán a convivir las creaciones profesionales con las que surjan de la emoción del propio artista.
A lo largo de todos estos años, el trabajo de Juan Jareño ha sido reconocido con varios galardones regionales, nacioales e internacionales, como los International Graphic Awards, Emporia, LAUS, Anuaria, MOTIVA o Asturias Diseña.
De hecho, esta exposición cuenta con dos de las obras gráficas de Jareño que han sido galardonadas. Cántame al oído, creada para el Festival de Música Antigua de Gijón 2023, reconocida con el LAUS Bronce al mejor cartel en ese mismo año, en la que una imagen dedicada al canto vocal y también a los derechos, que entraña un doble mensaje: la necesidad de abrir la boca para aportar cosas bellas a la vida, y la escenificación del veto que en la antigüedad sufrían las mujeres para dedicarse a las disciplinas musicales.
Otra de las obras expuestas galardonadas es Leer es la leche (2024), que asemeja cualquier forma de literatura a un producto básico de la cesta de la compra, reclamando para el libro una de las características que convierten en “básicos” a algunos alimentos, imprescindibles para el crecimiento: “leer para crecer”.

Una letras y un tacón
Poco podía imaginar en el año 1992, tras su primer trabajo, el logotipo para una empresa turística de Llanes, que 19 años después, de su puño saldría el diseño vectorializado de lo que iba a convertirse en símbolo de la ciudad de Gijón, con permiso de Eduardo Chillida y su Elogio del Horizonte, más fotografiado, las 'Letronas'. El empeño de la entonces alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, reivindicando un Gijón turístico e industrial, regalo de la Federación de Empresarios del Metal (FEMETAL) a la ciudad y materializado en 2011, es a día de hoy la foto de Xixón.
“Les daba una vida de tres años, pues para mí era una decoración que ponía en la ciudad”, cuenta Jareño, para quien con las Letronas el ayuntamiento gijonés logró algo con lo que “mercantilizar” la marca de Gijón, evitando que el Elogio de Chillida, una obra de arte, acabase convertido en puro merchandising.

Y Jareño precio cogerle el gusto a la configuración de iconos partiendo de imágenes ya creadas, pues doce años después de las Letronas de Gijón, y ya como responsable de la imagen corporativa y de marca de la Fundación Princesa de Asturias, el creador gijonés fue el responsable del diseño a escala del tacón gigante que, en un guiño a la actriz y Premio Princesa de las Artes 2023, Mery Streep, estuvo expuesto en la Fábrica de Armas de La Vega, en Oviedo, durante la edición de los galardones más internacionales de Asturias.
Fue tal la repercusión que tuvo esa instalación, obra en corcho con acabado en poliéster y fibra de vidrio de los artesanos falleros valencianos Salva Banyuls y Néstor Ruiz, que el tacón acabó convirtiéndose en símbolo del poderío de las mujeres. Así, cuando algunas de las integrantes del colectivo Cincuenter, nacido para inspirar, conectar y visibilizar a mujeres de más de 50 años, tuvieron claro que no podía salir de Oviedo y pusieron en marcha una recogida de firmas para lograr su objetivo. Y así fue como la huella de Meryl Streep, una imponente pieza de 4,3 metros de alto por 6,3 de largo, quedó instalada, por orden del Ayuntamiento de Oviedo, dentro del Palacio de Exposiciones y Congresos del edificio Calatrava.

Pensar en imágenes... permanecerá abierta al público en el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón hasta el próximo 22 de marzo. La idea de su autor es que esta sea solo la primera parada de un largo recorrido que lleve la exposición más allá de las fronteras de Asturias.
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