Confirmada la condena a un año de cárcel al exdirectivo Saül Gordillo por agresión sexual a una periodista
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La Audiencia de Barcelona ha confirmado la condena a un año de cárcel que una jueza de lo penal de la capital catalana impuso al exdirectivo de medios de comunicación Saül Gordillo por haber realizado tocamientos sin consentimiento a una redactora durante la fiesta de Navidad del último medio que dirigió, el digital 'Principal'.
Según han informado fuentes jurídicas, la Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso del exdirector de Catalunya Ràdio y la ACN y ha ratificado la condena de un año de cárcel por un delito de agresión sexual, así como la pena de dos años de libertad vigilada, mismo periodo en el que tendrá prohibido comunicarse con la víctima y estará inhabilitado para ejercer profesiones que conlleven contacto con menores.
La sección 7ª de la Audiencia de Barcelona modifica los hechos probados de la sentencia de primera y elimina la referencia de la magistrada de primera instancia, que concluyó que Gordillo quiso “atentar contra la libertad sexual” de la víctima, que en el momento de los hechos tenía 23 años, 27 menos que su entonces director.
La nueva sentencia fija como nuevos hechos probados que Gordillo, sobre las 2:45 de la mañana en la discoteca Apolo, “colocó su mano sobre la espalda” de la víctima “y la fue bajando hasta tocarle las nalgas”.
Instantes más tarde, agregan los togados, el directivo “se volvió a acercar a ella por la espalda y colocó su mano izquierda en la zona abdominal, bajándola hasta la vagina”. La periodista refirió a sus compañeros minutos después, en la misma discoteca, que sentía ansiedad y nerviosismo por lo ocurrido.
La modificación de los hechos probados se explica porque la Audiencia de Barcelona no da tanta credibilidad a la víctima como la magistrada de primera instancia. Aunque mantiene que los tocamientos fueron no consentidos, la Sala aprecia una “discordancia” entre el relato de la joven y los vídeos de seguridad de la discoteca que “resta fiabilidad” a la versión de la periodista, aunque no la anula por completo.
En síntesis, la Audiencia de Barcelona da importancia al intervalo de nueve minutos (que la jueza de lo penal consideró irrelevante) entre el tocamiento no consentido y el momento en que la periodista lo contó a sus compañeros de redacción, ya que en ese fragmento la joven “siguió interactuando” con Gordillo, tal y como recogen las cámaras de seguridad de la discoteca.
Pese a esta “discordancia”, la Sala no alberga dudas de que, en lo referente a los tocamientos, el relato de la periodista es creíble. “No tenemos ninguna razón para pensar que [la víctima estuviera faltando a la verdad de forma deliberada”, razonan los jueces.
“En las imágenes de la grabación de la cámara de seguridad, se aprecia claramente como Gordillo realiza tocamientos que tienen una connotación sexual explícita, sin que podamos olvidar que era el director del periódico en el que ella trabajaba como redactora”, aseveran los magistrados.
Es más, la Sala vuelve a arremeter, como ya había hecho la jueza de primera instancia, contra la versión exculpatoria de Gordillo, quien alegó que la joven prestó su consentimiento a los tocamientos porque, según su versión, antes había bailado y flirteado con él.
La versión de Gordillo, sin embargo, no es compartida por ninguno de los redactores que estuvieron presentes en la cena de empresa y en la discoteca, lo que le resta toda credibilidad a ojos del tribunal. La conclusión de los jueces es rotunda: “El flirteo o juego de seducción al que hizo referencia Gordillo fue inexistente”.
También desmiente la Sala a Gordillo en su afirmación de que el baile que hizo la víctima antes de la agresión sexual “iba mucho más allá de lo que puede considerarse un baile normal”. En primer lugar, explican los jueces, porque la víctima también bailó con otro compañero sin que éste le realizara tocamientos.
“El baile no puede ser considerado como acto en que se expresara de manera clara su voluntad de poder ser receptora de comportamientos intrusivos como los realizados por Gordillo”, ahonda la Sala.
Además, la Sala considera “difícil de aceptar” que Gordillo, dada su condición de director de un periódico, desconociera el cambio legislativo para blindar el consentimiento que instauró la ley del 'solo sí es sí', recientemente aprobada en el momento de los hechos. La defensa de Gordillo recurrirá ante el Tribunal Supremo.
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