El rector de Cádiz estalla contra el consejero de Universidad: “Ha generado el conflicto más grave en una década”

La tensión acumulada entre los rectores de las universidades públicas y el Gobierno andaluz, tras meses de negociaciones en torno a la financiación, ha alcanzado un nuevo punto álgido. El rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Casimiro Mantell Serrano, ha enviado este miércoles un correo electrónico a la comunidad universitaria para contestar de manera contundente al consejero de Universidad, José Carlos Gómez Villamandos, por achacar el déficit de diez millones de euros con el que la UCA ha cerrado el ejercicio de 2024 a “un error de cálculo de la universidad”.

En el mensaje al que ha tenido acceso este periódico, Mantell condena las “desafortunadas” declaraciones de Villamandos en comisión parlamentaria y apunta a “la continua reducción de la capacidad financiera de la Universidad de Cádiz desde 2019” como la principal causa de su déficit presupuestario. El responsable de la UCA concluye así que la gestión del departamento que dirige Villamandos está “debilitando de forma sin precedentes al sistema público andaluz de educación superior”, esgrimiendo que “varias universidades han cerrado sus ejercicios presupuestarios en déficit”.

El rector aprovecha el escrito para manifestar su “profunda preocupación por la situación a la que ha llevado este consejero al sistema universitario andaluz”, al que responsabiliza por su gestión de estar “generando el conflicto más grave de la última década en el ámbito universitario”. La Universidad de Cádiz también ha querido desmentir públicamente las palabras del consejero con un comunicado en su página web donde se precisa que “la situación presupuestaria responde a otros factores y no a un fallo en la planificación financiera”.

“Desajuste financiero” y no “un error de cálculo”

El mensaje que ha remitido el rector de la UCA a la comunidad universitaria parte de las declaraciones que hizo este martes el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía desde el Parlamento, como respuesta a una pregunta del grupo socialista sobre el problema de financiación de las universidades públicas.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Universidades, Antonio Ruiz, se refirió al “déficit estructural de diez millones de euros” con el que cerró la UCA el 2024 y recordó que la Universidad de Málaga “entró en déficit” el año anterior, para preguntar a continuación: “¿A qué otra universidad pública le tocará entrar en déficit en 2025, señor Villamandos?”.

En su intervención, el consejero afirmó que la deuda de la institución gaditana se debe a “un error de cálculo” cometido durante el primer año de mandato del nuevo rector. “La Universidad de Cádiz tuvo superávit en 2022 y en 2023, y ahora, por un error de cálculo que ellos mismos reconocen, porque han pagado una serie de cosas que no tenían que pagar y que, además, no eran obligaciones con la Junta de Andalucía, sino con el Gobierno de España, se han encontrado en esta situación”, explicó Villamandos, responsabilizando así al equipo de gobierno de la universidad por su “mala gestión”, como ya dijo de la Universidad de Málaga, recientemente rescatada de una asfixia económica sin precedentes.

Ante estas declaraciones, el rector de la UCA ha compartido con la comunidad universitaria su “malestar, desconcierto y preocupación” por las palabras del consejero y se ha esforzado en “desmentir” que el déficit presupuestario se deba a un “error de cálculo”, como sostiene Villamandos. Para ello, Casimiro Mantell ha informado sobre los “dos factores fundamentales” que han llevado a estar en números rojos, empezando por “la continua reducción de la capacidad financiera de la Universidad de Cádiz desde 2019 [primer año de gobierno de Juan Manuel Moreno]”, lo cual provoca que “cualquier gasto extraordinario genere un desajuste financiero”.

Relaciones cada vez más tensas

Como segundo factor, el rector alude precisamente a la “necesidad de afrontar pagos ineludibles durante el ejercicio 2024”. Entre ellos, destaca el pago de las retribuciones y la seguridad social de los contratos correspondientes a los programas María Zambrano y Margarita Salas (convocatorias impulsadas por el Ministerio de Universidades), cuyo abono fue ordenado por el Tribunal Supremo el año pasado, tras recibir un requerimiento de la Inspección de Trabajo. A esos gastos extraordinarios suma también la finalización de las obras del aulario de Jerez, que ha superado los seis millones de euros.

Aunque el titular andaluz de Universidad ha asegurado que la UCA “siempre contará con nuestro apoyo en la búsqueda de soluciones”, sus declaraciones han servido para tensar aún más las relaciones con los rectores, con quienes llevan meses librando un pulso por la financiación del sistema universitario público. Este nuevo enfrentamiento se produce en un contexto de negociaciones abiertas, pero sin avances concretos, en el que los rectores exigen al Gobierno andaluz que cumpla con los acuerdos firmados y salde la “deuda” millonaria que le reclaman. De momento, la falta de consenso continúa marcando unas relaciones ya de por sí tensas.