Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

ENTREVISTA
Alex O’Dogherty: “Todos los que han votado a Trump son descendientes de emigrantes, es un sinsentido”

Alex O'Dogherty.

Néstor Cenizo

Málaga —
17 de marzo de 2025 20:31 h

2

Alex O’Dogherty se ha pasado media vida deletreando su apellido: “O-d-apóstrofe-o-g-h-e-r-t-y”. Puede que si hubiera nacido y vivido en Irlanda se hubiera ahorrado unas cuantas explicaciones, pero nacer en San Fernando (Cádiz) también es una suerte. Al menos en su pueblo sí sabían que O’Dogherty, pronúnciese O’Dojerty, era de los de toda la vida en San Fernando.

A partir de una investigación personal sobre el origen irlandés de su apellido, O’Dogherty ha construido con De todos lados un poco una reflexión más profunda sobre la identidad, la adaptación cultural, las migraciones y el racismo, apoyándose en su particular “club de apellidos raros”. Emilio Buale, Vicenta N’Dongo, Alberto Jo Lee y Maika Makovski son el contrapunto a la experiencia de O’Dogherty, personas racializadas cuyo origen sí condiciona su posición en el mundo.

El actor y cómico gaditano, que aprovechará su presencia en el festival para continuar la gira de su espectáculo en La Cochera Cabaret, debuta en el cine con una obra tan personal como global; una indagación familiar que surge como homenaje a su padre y acaba transformándose en una reflexión sobre un mundo hiperconectado en el que moverse, para algunos, es más difícil que nunca.

Es una obra muy personal no solo porque tenga tu sello, sino porque cuenta tu historia y la de tu familia.

Cuenta la historia de mi familia y la de todos. Al fin y al cabo, ese fue el motor. Si solo contara mi historia no tendría interés más que para mi familia o para alguien que le guste la genealogía. Pero aquí había algo más que contar y había gente que había nacido como yo, con un apellido extranjero, cuya historia y experiencia era muy diferente a la mía y no la habían pasado tan bien. Que para mí había sido una anécdota y para ellos otra cosa.

Ahí vi que era necesario que habláramos de algo más y enfatizar esa idea de que todos somos de todos lados un poco. De hecho, durante dos años el título de la película era O’Dojerty y De todos lados un poco era el subtítulo. Al final me di cuenta de que el título tenía que ser De todos lados un poco. Todo había cambiado. Y eso ha sido lo bonito. Yo bromeo diciendo que he aprendido a cómo no se hace un documental, porque lo he hecho todo al revés.

Una película así supone descubrirse ante el público en un proceso de búsqueda. ¿Qué te ha aportado o qué has descubierto de ti y de tu familia?

Fundamentalmente, ser capaz de ordenar todo esto en mi cabeza. A mí me daba vergüenza que un periodista me preguntara de dónde viene ese apellido y yo dijera de Irlanda y no fuera muy capaz de decirle más. Ahora sí. Mi padre lo tenía bien claro y nos lo había dado por escrito. Me genera tranquilidad haber pasado más tiempo con mi padre y poder hablar con él y se sienta también escuchado.

Tengo la sensación de que este tipo de investigaciones genealógicas en países anglosajones es más habitual.

Se ve mucho en Irlanda y en sitios donde ha habido mucha emigración. La gente que se ha quedado allí o los que se ido tienen esa curiosidad por saber de dónde venían. En España hemos tenido emigración, pero siempre contamos de los que se fueron a Alemania. Ahora no la contamos, pero hay muchísima gente joven viviendo fuera de España.

Estados Unidos es otro ejemplo. Cuando se habla de Estados Unidos me enciendo porque es un país forjado de emigrantes: los únicos que no eran emigrantes eran los indios y los echaron. Allí existe un programa que consiste en entrevistas de famosos con un genealogista y luego investigan en su pasado y le dan un estudio hasta donde han podido llegar y flipan. Pero es que allí todo el mundo procede de algún sitio y lo tienen palpable, cercano. En España hay mucha gente cuya familia puede llevar asentada en la misma localidad muchas generaciones, y es una cosa que ni se plantean: piensan que son de España de toda la vida. Tenemos que empezar a definir que es “de toda la vida” y cuántas generaciones son necesarias para que seas considerado de aquí. A mí me da igual que sea la generación anterior la que vino de otro país, como si es la generación número 15.

Hablas de la gente joven que se va. Emigrar siempre tiene algo de desgarro, pero hoy te comunicas al instante con una videollamada. Al menos para esa generación de españoles que emigran ahora el vínculo no se corta de una manera tan abrupta como hace un siglo.

En los últimos años he podido viajar mucho a Londres, Dublín, Edimburgo, Berlín, Viena, Amsterdam y he ido a actuar para españoles. Siempre he alucinado porque es un público excepcional que te recibe como si fueras los Beatles, porque están tan deseosos de cualquier cosa que recuerde a su país. Puedo hablar con muchos de ellos y no tienen plan de volver, la verdad. También nosotros estamos creando generaciones de emigrantes.

Cuentas que, hace tiempo, un amigo de San Fernando, tu pueblo, te presentó a alguien de Chiclana y este se extrañó por tu apellido. Y el de tu pueblo le dijo: “Ese apellido es del pueblo de toda la vida”. ¿En qué momento te das cuenta de que el apellido que llevas implica que tus antepasados vinieron de lejos?

Hace cuatro o cinco años di el pregón de Carnaval de mi pueblo. Y empecé a hablar de mis orígenes, mi apellido. Fue la primera vez que yo bromeé diciendo que soy descendiente de emigrantes. Fue el día que yo dije: “Yo soy descendiente de migrante”. A mí me había fascinado que he ido viendo crecer a emigrantes en mis barrios donde he vivido. En Sevilla, por ejemplo, en el chino de debajo de casa tuvieron una niña y la vi nacer y crecer. Y a los tres o cuatro años hablaba sevillano cerrado. Era María. Para nosotros María era una sevillana más. Pero claro, con esa cara tan característica. Conocí luego a africanos que también habían nacido allí, un negro negrísimo, que hablaban otro sevillano cerrado y esto me explotaba la cabeza directamente. Son españoles, no menos españoles que yo porque han nacido aquí. Mi familia son seis generaciones, la suya una. ¿Qué más da?

Para una persona racializada, ese descubrimiento siempre llega antes...

Este tipo de pensamientos son los que me hicieron tener ganas de tener una reunión como la que tuve con Emilio [Buale], Maika [Makovski], Vicenta [N’Dongo] y con Alberto [Jo Lee]. Yo fui allí con cuatro preguntas y mucha curiosidad y lo que me regalaron ellos fue lo que realmente cambió el rumbo del documental. ¿Cuántas generaciones les va a costar a ellos que aquí no se les pregunte de dónde vienen y que se entienda que son de aquí?

A la pregunta de dónde son, cada uno de ellos da una respuesta diferente. Hay quien se siente español, quien se siente catalana, quien no se siente de ningún sitio.

Es maravilloso y eso va a seguir pasando. Esa pregunta la voy a seguir lanzando porque quiero que la gente reflexione sobre eso. Vicenta es de aquí, ha nacido aquí, se siente muy catalana y estoy seguro de que a lo mejor habrá catalanes muy catalanes que no la vean a ella tan catalana.

Presentas esta película en un momento en el que Occidente se apresta a levantar más muros: Donald Trump llega a la Presidencia prometiendo deportaciones incluso valiéndose de leyes arcaicas y la Unión Europea avanza hacia ideas que hace poco eran impensables, como los centros de deportación en terceros países.

Y todos aplauden y todos le votan [a Trump]. Y todos los que le han votado son descendientes de emigrantes. Esto es un sinsentido y no me da la gana de callarme. No podemos callarnos ante esto porque me parece terrorífico. Cuando yo empecé el documental, hace tres años, no estaba tan mal como ahora. ¿Y qué pasará dentro de otros tres años? Me pasó también cuando fui a Gaza con Payasos sin Fronteras en el año 95. Nos dijeron que estaba en un momento muy chungo. No supuse que pudiera ir a peor. Creo que por lo menos hacemos que la gente reflexione un poco. ¿Qué vamos a conseguir? No lo sé, pero yo me quedo más tranquilo. La historia de las migraciones en general ha dado buenos resultados y ha sido positiva para el país donde han llegado. Es muy desolador el panorama, porque no se le ve mucha solución.

La evolución no parece a mejor.

Yo veo gente que también opina igual y creo que somos muchos también. Trump ha ganado por poco. Hay mucha gente que no pensaba así. Lo dice Alberto [Jo Lee] muy claramente: se trata de conocer para poder respetar y poder amar. Pero nos privan del conocimiento y nos llenan de miedo. Hay gente a la que permea ese mensaje de odio y que generalmente es mentira. Que vienen aquí para robarnos, que nos van a hundir el país... Somos generalmente egoístas y si nos meten el miedo de que nos van a quitar la comodidad reaccionamos de esa manera. Me parece terrorífico que nos lo traguemos.

Es que también tenemos a los andaluces que se fueron a Cataluña. ¿Qué pasa ahora? ¿No van a poder ir los jóvenes que a otros lugares de Europa para prosperar? Está claro que aquí viene un noruego y bienvenido sea. Viniendo de Irlanda y siendo de Cádiz, yo he tenido la doble suerte de que son los dos sitios donde mejor cae la gente. Y en Cádiz es normal que mi vida haya sido un paseo. Pero es que esa no es la realidad para mucha gente.

Etiquetas
stats