“La economía solidaria tiene que abarcar todas las facetas de la vida, no es solo comercio justo”
REAS Aragón ha celebrado las XX Jornadas de Economía Solidaria para las que ha elegido el lema “Economía para la vida”
Defienden medir la rentabilidad de los negocios con parámetros provenientes del feminismo, el ecologismo y la solidaridad, en lugar de mediante el ánimo de lucro
Este encuentro ha servido para impulsar la creación de decenas de iniciativas, que abarcan desde la energía o las telecomunicaciones hasta la hostelería
Poner la vida en la centro, en lugar del capital. Es el mensaje que este año han quierdo potenciar las Jornadas de Economía Solidaria de Aragón. Mediante charlas, exposiciones, talleres y una ruta en bicicleta por empresas que abogan por el consumo responsable en Zaragoza, este encuentro celebra dos décadas de difusión y creación de alternativas económicas que tengan en cuenta las condiciones necesarias para asegurar la sostenibilidad de la vida y no solo el beneficio económico.
Bajo el lema “Economía para la vida”, los hilos conductores de esta edición han sido el feminismo, el ecologismo y la solidaridad, con el objetivo de convertirlos en los valores que estén detrás de las empresas y cooperativas, en lugar del ánimo lucrativo.
Tras dos décadas de trabajo, desde REAS, Elisa Ibarra destaca que las jornadas han servido “de caldo de cultivo para nuevas ideas, mediante la puesta en común del trabajo ya realizado”. Resalta, además, que en este tiempo han aprendido que “para que estas pequeñas empresas funcionen tienen que estar ligadas a la comunidad en la que se radican. Sin respaldo social, no hay éxito”.
El tema de reflexión elegido en esta ocasión ha sido las relaciones entre lo público y lo privado. Para ello han introducido en el debate el modelo quebequés, donde ha habido una gran concertación por parte de la Administración con entidades de economía social y solidaria durante las últimas tres décadas. Según Susana Ortega, también miembro de la organización, los cuidados y situar a las personas y su calidad de vida en el centro de la actividad económica es el desafío que esperan lograr a corto plazo.
Ortega echa la vista atrás y preguntada por algo inimaginable hace 20 años responde que “la creación de una banca ética y un mercado social es lo más reseñable”. Aun así, añade, “vamos a seguir trabajando porque la economía solidaria y el consumo responsable sean todavía más transversales, no solo el comercio justo o la agricultura ecológica son productos responsables, tenemos que llegar a cubrir todas las facetas de la vida”.