Un hombre de 59 años, vecino de la pequeña población pirenaica de La Fueva, admitió este miércoles ante la Audiencia de Huesca que abusó de cinco menores de edad en su población a lo largo de diez años. Este jueves la Fiscalía, la acusación particular y la defensa han acordado una rebaja en dos grados de las penas solicitadas en un juicio que ha quedado visto para sentencia.
Esta rebaja en dos grados supone pasar de los 30 años de prisión que se solicitaron ayer a seis años y quince días, lo cual garantizaría que cumpliera como mínimo cuatro años. Además no podría estar ni circular ni residir en la provincia de Huesca durante 50 años. Esta rebaja tiene lugar por el atenuate de reparación del daño, que consite en el abono por parte del acusado de 147.000 euros a las víctimas.
Está acusado de un presunto delito continuado de agresión sexual con intimidación a una menor de 16 años, así como de otros cuatro de abusos sexuales a menores de 13 y 16 años, uno con carácter continuado y otro con violación.
Durante el juicio han comparecido las víctimas y los psicólgos forenses que han corroborado las secuelas vinculadas con las agresiones y abusos sexuales sufridos durante una década. El acusado ha reconocido que los abusos se produjeron en distintos escenarios como su casa, su vehículo en el interior de su propia granja y que, en uno de los casos, acompañó de amenazas graves a una de las víctimas para evitar que contara lo sucedido.
Hechos, ha admitido además, a los que se suman otros de tocamientos habituales a otras niñas que pasaban el verano en la localidad, a las que atraía con diversos engaños.
El acusado, de 59 años y dedicado a la actividad agroganadera, fue detenido en abril de 2019 a raíz de la denuncia interpuesta por los padres de una de las víctimas tras detectar un cambio súbito de comportamiento en su hija y ser advertidos por algunos especialistas de que podía ser efecto de una situación de agresión sexual.