'Cara al sol' y saludos fascistas en un acto minoritario en Madrid que cierra la semana de homenaje a Franco por el 20N
Un año más grupos franquistas han vuelto a uno de los lugares más simbólicos de la dictadura a ensalzar el franquismo. Convocados por el Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española, varias decenas de personas se han concentrado en la Plaza de Oriente de Madrid, lugar elegido por Franco para hacer apariciones públicas y arengar a sus partidarios, con ocasión del 20N, aniversario de la muerte del dictador y de José Antonio Primo de Rivera.
El acto, convocado “en protesta por la Ley de Memoria Democrática”, ha sido minoritario. En la plaza había más turistas que franquistas, pero han cerrado la movilización entonando el 'Cara al sol' con el brazo en alto. Los vivas a Franco, al fundador de Falange o al fundador de Fuerza Nueva, Blas Piñar, se han repetido a lo largo de la jornada, que como es habitual ha servido para sacar a la calle la simbología del régimen y ondear las banderas del águila o la del yugo y las flechas.
Un buen rato antes de arrancar, varios asiduos a este tipo de movilizaciones se van acercando a las dos mesas que flanquean, una a cada lado, la zona de la plaza reservada al acto. Llaveros, camisetas, calendarios con la imagen de Franco, pegatinas y banderas preconstitucionales o mecheros de Vox son algunos de los artículos que se exponen y venden en los dos puestos.
Una vez ha empezado la concentración, varios representantes del movimiento franquista han ido sucediéndose durante la hora y cuarto que ha durado para dar discursos en los que se ha evocado y alabado al dictador, se ha “honrado a los caídos por Dios y por España” y se ha elogiado el régimen dictatorial que sufrió el país “durante casi 40 felices y prósperos años”, en palabras de José María Permuy, Secretario General de la Asociación Nacional de Víctimas del Frente Popular.
Las intervenciones han girado en torno a las figuras de Franco y Primo de Rivera, a los que consideran “un ejemplo que puede iluminar nuestra actividad para restaurar el orden cristiano en España, en Europa y en el mundo” y, en línea con su habitual retórica, han definido el golpe de Estado de 1936 como un “Alzamiento Nacional” llevado a cabo porque Franco “no tenía más remedio”. Referencias al “supuesto” cambio climático y al bulo de la destrucción de presas, a la “imposición de la Agenda 2030” o al “totalitarismo” del Gobierno de Pedro Sánchez han completado las disertaciones.
“¿Dónde está la juventud? Debería estar aquí”, le dice una señora a otra mirando a su alrededor. Algunos jóvenes han venido a la convocatoria, pero la mayoría son personas de más edad. El grupo ha ido reduciéndose a medida que comenzaba a llover con cada vez más fuerza en la capital. “Podemos parecer pocos o que cada año nuestra presencia está mermando, pero no tengáis dudas de que en España están despertando muchas personas de bien que hasta ahora han estado engañadas y que empiezan a preguntarse ¿Y si Franco tenía razón?”, se ha oído de uno de los discursos.
Otro de los puntos clave de las intervenciones ha sido la Ley de Memoria Democrática, considerada “un intento de criminalizar” las ideas “del generalísimo Franco y su régimen”. Desde la entrada en vigor de la ley, estos colectivos tienden a contener los motivos explícitos de sus llamamientos y convocatorias, de hecho, el de esta movilización era en concreto la oposición a la norma, pero la simbología y los discursos suelen dejar patentes las ideas que se pretenden enarbolar.
Permuy ha reconocido que la ley “prohíbe la exaltación de Franco”, pero “siempre y cuando se asocie a la falta de respeto a las supuestas víctimas”, esgrime en referencia al “descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas” que requiere la norma para sancionar actos. “Nosotros no faltamos al respeto a ninguna víctima, prueba de ello es que Franco quiso que estuvieran enterradas juntas en el símbolo a la reconciliación nacional que es el Valle de los Caídos”, ha proseguido en línea con la narrativa que hace un relato idílico del mausoleo y que obvia cómo los republicanos fueron enterrados allí sin que lo supieran sus familias, que hoy siguen intentando recuperar sus restos.
El de este domingo se suma así a la batería de actos convocados por el movimiento ultra y cierra la semana del aniversario de la muerte del dictador y de Primo de Rivera, asesinado en 1936. Las convocatorias se han sucedido durante varios días desde entonces, empezando por la veintena de misas “por el alma” de Franco celebradas en diferentes ciudades y la manifestación del viernes noche en Madrid convocada por Falange Española de las Jons, a la que acudieron unas 600 personas según cifras de Delegación del Gobierno.
La protesta, que partió de la sede del PP en Génova para llegar a la del PSOE, en Ferraz, está en el punto de mira del Gobierno, que ha iniciado una recogida de información con el objetivo de determinar si incumplió la Ley de Memoria Democrática, informa EFE. Así, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática solicitará datos a la Delegación del Gobierno para decidir si procede la apertura de un expediente sancionador, como ya ocurriera por una movilización similar en 2022. De momento, esta se ha convertido en la única sanción impuesta por el Ejecutivo al amparo de la nueva normativa.
8