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Pepe Gilabert, presidente de la cooperativa Puerta de Las Villas: “Falta mucha cultura del aceite de oliva dentro y fuera de Andalucía”

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Hace varios años, Pepe Gilabert, presidente de la cooperativa Puerta de Las Villas en Mogón (Jaén), cargó su coche con botellas del mejor aceite de cosecha temprana y puso rumbo a Barcelona para participar en una feria de promoción del aceite de oliva virgen extra. Dado que los “pequeños agricultores de olivar tradicional” como él tienen arraigada la “cultura del ahorro”, prefirió aparcar el coche en la calle antes que pagar por un parking. A la mañana siguiente, se encontró con que le habían roto la ventanilla y saqueado el GPS... pero los ladrones habían dejado las botellas de aceite temprano intactas.

Esta anécdota refleja, a ojos de este productor avezado, que todavía “falta mucha cultura del aceite en todos los sentidos”, dentro y, “sobre todo”, fuera de Andalucía. Por eso, pone en valor iniciativas como la Fiesta del Primer Aceite de Jaén, organizada por la Diputación Provincial con la colaboración de la Junta de Andalucía, pues incluye en su programación la celebración de una feria en alguna ciudad de España con el objetivo de “dar a conocer los primeros aceites de Jaén” más allá de la provincia.

“Esa labor de difusión y de promoción es fundamental”, dice el presidente de Puerta de Las Villas, de nuevo desde tierras barcelonesas. La empresa oleícola de Pepe Gilabert es una de las 35 que han viajado hasta Sabadell en el marco de la XI Fiesta del Primer Aceite de Jaén. Durante todo el fin de semana, la Plaza Argub de esta ciudad catalana acogerá la celebración de distintas actividades ligadas al mejor oro líquido jiennense.

Inculcar la cultura del aceite de oliva

Para Gilabert, quien ha participado en todas las ediciones de la Fiesta del Primer Aceite, este tipo de eventos son una oportunidad de poder derribar mitos y concienciar a la población sobre la “excelencia” de un producto como el aceite de oliva virgen extra temprano, que es “puro zumo de aceituna”. El presidente de Puerta de Las Villas, uno de los aceites distinguidos este año con el premio Jaén Selección, percibe que en el público que asiste a la feria todavía hay “mucho desconocimiento” respecto al mundo oleícola.

Aunque también se encuentra con personas que demuestran ser grandes conocedores del aceite, “muchos vienen a cero y utilizan términos obsoletos como primera prensada”, comenta el productor de Mogón, que aprovecha el estand durante la feria para “poco a poco ir inculcando la cultura del aceite”. Mientras da a probar los productos de su cooperativa, “voy explicando las distintas variedades” y despejando las confusiones que detecta en la gente a la hora de “distinguir las distintas calidades” del aceite de oliva.

“Lo menos bueno tiene el nombre genérico de aceite de oliva y hay que añadirle apellidos para ir diferenciando el de mayor calidad”, explica Gilabert, quien sostiene que “incluso dentro del virgen extra existe una amplia gama”. Tanto desde el punto de vista organoléptico (sabores como el frutado) como de la calidad. En este ámbito, “los primeros aceites, los que llamamos de cosecha tempana, son los de mayor calidad, nada tienen que ver con el refinado que se asocia al gran consumo”, indica.

Para demostrarlo, recurre a un método “muy didáctico” utilizando metáforas como la de comparar la aceituna con otra fruta como la manzana para ilustrar el valor del aceite de cosecha temprana: “Imaginemos una manzana tersa, jugosa, en su punto, que muerdes y te explota en la boca; ese es el punto óptimo en el que se elabora un aceite de buena calidad, ni es una manzana verde, ni una ya pasada”.

“La mayoría de los consumidores no distinguen eso, miran exclusivamente el precio, pero atendiendo a las características saludables y de sabor, no hay comparación”, asegura quien lleva 24 años al frente de la cooperativa Puerta de Las Villas. “Hablamos de unos aceites selectos que se elaboran con la aceituna que se coge en el momento óptimo de esa fruta y con un método de elaboración muy cuidado, muy pulcro que la gente desconoce”, añade Gilabert, reivindicando que “los consumidores tienen que entender que consumen un producto totalmente distinguido, que vale esos 10 ó 12 euros que cuesta la botella”.

Poner en valor la calidad del primer aceite

Por eso, defiende la necesidad de educar a la población para que entienda que “invertir unos céntimos más al día merece la pena, desde el punto de vista de la salud y del disfrute del sabor”. En ese terreno, garantiza, “el buque insignia de los aceites de calidad es el aceite de cosecha temprana de la variedad picual.

Pero para Gilabert, la diferencia de estos aceites no solo radica en la calidad en sí del producto. “No se trata solo de la calidad intrínseca del aceite, sino de los valores que transmitimos desde el punto de vista social y medioambiental por nuestro tipo de producción sostenible”, sostiene el presidente de Puerta de Las Villas. “Hay que comunicar estos valores para que la gente los aprecie, para que se den cuenta de que, a largo plazo, estos aceites son mucho más baratos que las consecuencias de no apostar por producciones sostenibles”, afirma el agricultor jiennense.

Esto es precisamente lo que Pepe Gilabert intenta transmitir a quienes se acercan a los estands este fin de semana en Sabadell. Desde los transeúntes “curiosos” que pasan por la plaza, hasta los “fans” que siguen las cooperativas en redes sociales. “Hay gente que nos conoce de antes, muchos de los que se acercan ya conocen estos aceites y los valoran, por lo que recorren los puestos probando las distintas ofertas”, comenta después de que las autoridades locales hayan visitado la feria para saludarles.

Si bien este agricultor reconoce que “cada vez más personas van conociendo el mundo del aceite”, señala que aún queda trabajo por hacer, especialmente porque, “la propia normativa sobre etiquetado y clasificación del aceite no ayuda”. De ahí que invite a la ciudadanía a interesarse por la cultura del aceite de oliva: “Hay muchos estudios sobre los beneficios para la salud, pero también queremos que la gente nos conozca, que vea que los agricultores somos gente humilde, que vivimos del olivar tradicional, y que distingan estos olivares sostenibles de las macroplantaciones”.

En definitiva, Pepe Gilabert anima a todos a informarse y a acercarse a este tipo de ferias para conocer los detalles de este sector “de viva voz” por parte de los agricultores. Se trata, al fin y al cabo, de que las personas aprendan a reconocer la calidad de los aceites tempranos, para que no les pase como aquellos ladrones que no supieron distinguir el verdadero “tesoro'” que tenían frente a ellos.

Hace varios años, Pepe Gilabert, presidente de la cooperativa Puerta de Las Villas en Mogón (Jaén), cargó su coche con botellas del mejor aceite de cosecha temprana y puso rumbo a Barcelona para participar en una feria de promoción del aceite de oliva virgen extra. Dado que los “pequeños agricultores de olivar tradicional” como él tienen arraigada la “cultura del ahorro”, prefirió aparcar el coche en la calle antes que pagar por un parking. A la mañana siguiente, se encontró con que le habían roto la ventanilla y saqueado el GPS... pero los ladrones habían dejado las botellas de aceite temprano intactas.

Esta anécdota refleja, a ojos de este productor avezado, que todavía “falta mucha cultura del aceite en todos los sentidos”, dentro y, “sobre todo”, fuera de Andalucía. Por eso, pone en valor iniciativas como la Fiesta del Primer Aceite de Jaén, organizada por la Diputación Provincial con la colaboración de la Junta de Andalucía, pues incluye en su programación la celebración de una feria en alguna ciudad de España con el objetivo de “dar a conocer los primeros aceites de Jaén” más allá de la provincia.