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Martin Sieberer y Lukas Waldner completan la travesía invernal del Kalkkögel

Martin Sieberer / Lukas Waldner. Travesía invernal del Kalkkögel

Por Martin Sieberer

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Los Kalkkögel, también conocidos como Dolomitas del Tirol del Norte, son una cadena montañosa en los alrededores de Innsbruck. Su aspecto, repleto de agujas y pináculos, quizá recuerde a los auténticos Dolomitas, pero difieren mucho en cuanto a la calidad de la roca. Un paraje que ofrece un acceso asequible y, a la vez, toda la soledad y la aventura de lugares más remotos e inaccesibles

En invierno, en los últimos años, los Kalkkögel se han convertido en un destino muy popular entre los freeriders y los esquiadores de travesía. Sin embargo, la mayoría de los picos rara vez se escalan en invierno debido a sus vertientes, muy escarpadas y técnicas.

La travesía

Los Kalkkögel se elevan desde el sur, con el Niederer y el Hoher Burgstall en primer lugar, y terminan en el norte con el Nockspitze. En medio se encuentran los picos principales Schlicker Seespitze, Riepenwand, Gr. & Kl. Ochsenwand, Steingrubenkogel, Steingrubenwand, Hochtennspitze, Malgrubenspitze, Marchreisenspitze y Ampferstein. Un conjunto con innumerables pináculos, agujas y torres que se alzan orgullosas y altivas.

Cruzar el Kalkkögel al completo rara vez se hace, ya sea en verano o en invierno. La longitud, la fragilidad de la roca, la orientación y, por último, pero no menos importante, la exposición son factores que desaniman y alejan a la mayoría.

Entre los alpinistas, sin embargo, sigue siendo un objetivo deseado y del que se habla a menudo. Tanto que, finalmente, Lukas Waldner y yo tomamos la decisión de intentar completar la travesía en invierno y en el día.

Primer intento

El 14 de enero fue el día elegido. Salimos del aparcamiento de Schlick a las 3.30 horas dirección al Sennjoch por la pista de esquí. En total unos 1.250 metros, pero por terreno seguro y buenas pistas. En Sennjoch hicimos un breve descanso y nos pusimos los crampones y el arnés. A partir de ese punto nos adentraríamos ya en terreno alpino. Avanzamos por el Niederen hasta el Hoher Burgstall, siguiendo las huellas de otros esquiadores que aun marcaban el camino. Sabíamos que a partir de ese momento eso se acabaría y nos tocaría tirar de instinto. El terreno se volvió de repente más salvaje. Tocaba preparar los primeros rápeles.

Al amanecer ya estábamos en el Schlicker Schartl, donde volvimos a encontrarnos con pistas de esquí. Continuamos por terreno desconocido hacia el Manndlgrat, que conduce al Schlicker Seespitze. Las últimas semanas, el tiempo se había caracterizado por las escasas nevadas y los vientos extremadamente fuertes. Por lo tanto, las crestas eran inestables y los desprendimientos una realidad. N obstante sabíamos que podía haber mucha nieve de consistencia variable en los flancos. Con esa tónica seguimos avanzando hasta que lleguemos a los primeros tramos de escalada. El Manndlgrat es, en general, fácil de escalar, pero hay que limpiar y adecentar los distintos largos y la cresta, además de que el viento sur siempre golpea con mucha fuerza en la cresta. No llegamos al Schlicker Seespitze hasta poco después de las 10.00 horas (el objetivo inicial era hacerlo a las 8.00 horas).

En el siguiente tramo la ruta se encuentra fácilmente, ya que en parte sigue el camino normal usado en verano y que se dirige a la cresta de la siguiente cima. El ascenso a la Riepenwand requiere al menos una escalada mixta de 4º grado. En cuanto al descenso desde el Riepenwand, éste es muy popular y transitado, sin dificultad, aunque todo parezca diferente en invierno. Así llegamos al Große Ochsenwand por el profundo barranco norte, que volvemos a descender por la vía ferrata. Cuando llegamos al AK-Scharte ya es más tarde lo esperado... Son las 13:20 horas.

Sabíamos que el siguiente tramo concentraba alguna dificultad hasta alcanzar el Schlicker Zinnen, por lo que decidimos echar un vistazo de cerca antes de tomar una decisión.

Nos encontramos con la vía ferrata que nos llevaría a la Steingrubenkogel, que abandonamos tras un rato de búsqueda y completar otro tramo de roca en dirección a la torre sur. La torre sur nos tienta con una cornisa norte, pero no parece la mejor opción ya que ofrece poco margen para maniobrar.

Continuamos con nuestro camino y ascendemos a la cumbre por un barranco con orientación norte que nos lleva por terreno mixto fácil. Buscamos huellas de alguna otra ascensión, pero no vemos nada...

Empieza a anochecer por lo que tenemos que seguir avanzando sin perder tiempo. Un bloque, un diedro, un péndulo... Tras dos rápeles de 30 metros cada uno llegamos a un barranco que conduce a a una cresta muy estrecha, como una silla de montar.

Proseguimos y rodeamos la torre norte por su extremo sur, para seguir hasta su vertiente norte que dejamos atrás siguiendo un barranco muy vertical. Evitamos los característicos pináculos por la zona sur y, ya a oscuras, rapelamos nuevamente para dejar atrás este tramo algo más complejo.

Aunque siempre íbamos deprisa, y a apenas bajamos el ritmo, sabíamos que en este tipo de actividades, de un solo día, no hay margen de error si quieres que todo salgo bien. Uno de los factores claves para el éxito es la orientación que, a nosotros, por momentos nos complicó la vida, y fue clave al final.

Ya de vuelta, y más tranquilos, atravesamos un marcado barranco que nos llevaría, con nieve hasta la cintura, hacia Hochtennboden, y de ahí, luego a la estación de esquí de Axamer Lizum, donde nos recogieron en el aparcamiento sobre las 19:00 horas.

Travesía 2.0

Tras finalizar nuestro primer intento, la verdad es que estábamos un poco maltrechos físicamente hablando, y bastante abatidos. En ningún momento habíamos pensado en intentarlo de nuevo, al menos no a corto plazo.

Sin embargo, el “Alzheimer del alpinista” se apoderó de nosotros y, de repente, olvidamos el cansancio y los esfuerzos realizados la jornada previa. El tiempo seguía siendo estable, las pistas estaban perfectas, y ya conocíamos el camino. Así que, salimos de nuevo tan solo cinco días después. Esta vez, eso sí, una hora antes. La ruta nos resultaba, obviamente, muy familiar. Además habíamos reducido el equipo al mínimo y solo llevamos lo imprescindible.

A las 8.00 ya estamos en el Schlicker Seespitze, desde donde disfrutamos absortos del precioso amanecer. Inmediatamente después ascendimos al Riepenwand. Esta vez nos aseguramos en algunos puntos que habíamos escalado sin cuerda durante nuestro primer intento. El viento azotaba con rabia, pero las suaves temperaturas hacían que fuese soportable.

Conocíamos bien la ruta, así que nos dirigimos rápidamente por el Ochsenwände hacia la AK-Scharte, dónde hicimos otro breve descanso. Aun eran las 10.40 horas. Según iba todo teníamos mucha fe de que este vez lo lograríamos, por lo que incluso optamos por subir a varios picos intermedios como el Kronennadel, el Südturm y el Nördlichste Schlicker Zinne.

A las 14.00 horas ya habíamos alcanzado el punto desde el que decidimos regresar durante nuestro primer intento. Además sabíamos que desde ese momento, en teoría, no deberíamos encontrarnos con grandes dificultades.

Seguimos avanzando y superamos el Hochtennspitze, dimos un rodeo hasta el Malgrubenspitze y en poco tiempo alcanzamos la cima del Marchreisenspitze. Eran las 16.00 horas. Ambos conocíamos esta sección muy bien, así que sabíamos que ya no nos quedaba ninguna sección donde tuviésemos que escalar.

Proseguimos por el Bergler-Steig hasta el Ampferstein y desde ahí por su cresta este hasta el Halsl. Al llegar a este punto notamos que ya empezaba a anochecer. Aun nos quedaba una tediosa y aburrida ascensión al Nockspitze. Los primeros 200 metros nos obligarían a escalar algo, ya que no había nada de nieve, aunque si vientos casi huracanados.

A las 18.30 horas llegamos, por fin, a la cima del Nockspitze, el último pico de la travesía. El descenso sería ya una mera formalidad que no nos impediría llegar a Götzens dentro del plazo previsto.

Datos técnicos

  • Actividad: travesía invernal del Kalkkögel
  • Cimas: 16 cumbres en total.
  • Desnivel: +4.200 metros.
  • Longitud: 31 kilómetros.
  • Tiempo: 17,5 horas.
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