El mismo día en el que se ha conocido que PP y Vox gobernarán juntos en la Comunitat Valenciana, en Cantabria se ha dado un paso prácticamente definitivo hacia un Ejecutivo del PP en solitario gracias a la abstención del PRC. El partido de Miguel Ángel Revilla facilitará la investidura de María José Sáenz de Buruaga gracias a un principio de acuerdo al que se ha llegado este martes y cuyos últimos flecos se definirán en los próximos días.
Al respecto de ese pacto de investidura ha salido al paso el partido de extrema derecha, cuya pretensión no era otra que reproducir una coalición en Cantabria como la del futuro Gobierno valenciano. Y es que los cuatro diputados de Vox podrían servir al PP para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento -le faltan tres-, pero la abstención de los regionalistas, que tiene como condición -entre otras- que Vox no entre al Ejecutivo, dará vía libre a un Gobierno de Buruaga monocolor.
Como consecuencia de ello, la candidata de Vox, Leticia Díaz, ha afeado al PP que le deje fuera del Ejecutivo y que, en su lugar, pacte con el PRC. En este sentido ha dicho en un comunicado que el “cordón sanitario” que le han puesto populares y regionalistas es “lamentable”, “intolerable” y una “falta de respeto” a sus votantes. “Resulta inconcebible y, en ningún caso, podemos aceptar un acuerdo tan antidemocrático como este, que condena a Cantabria a la inestabilidad”, ha criticado.
Así pues, ha cargado contra el PP por “negarse a construir una alternativa junto a Vox, que en todo momento ha mostrado su mano tendida para configurar un gobierno fuerte capaz de atraer inversiones y abordar los cambios de gestión que tanto necesita esta tierra”. Y, además, la líder del partido de extrema derecha le ha reprochado que “blanquee la gestión y la corrupción de Revilla”.
PP y Vox se han reunido este fin de semana en secreto, pero los planteamientos de ambas formaciones sobre la configuración del próximo Gobierno son muy distintos y precisamente difieren en esto: Buruaga quiere gobernar en solitario y Díaz pretende formar un bipartito. De esta forma, el PRC ha rebajado sus exigencias al PP sobre Vox ante el rechazo que recibió a la propuesta inicial y próximamente verá la luz el documento definitivo en el que populares y regionalistas sellan el pacto de investidura.
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