Investigadores de la Universidad de Alcalá ensayan metodologías en Primaria para potenciar vocaciones científicas y reducir la brecha de género

Fomentar las vocaciones científicas entre los estudiantes más jóvenes, los de Primaria y Secundaria. Es decir, lograr que los alumnos y sobre todo las alumnas -más reacias a las carreras científicas hasta ahora- se interesen por las disciplinas STEM o, la actual corriente STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics).

Este es el objetivo del Grupo de investigación de la Universidad de Alcalá (UAH), ‘Investiga, Construye, Crea’ mediante la implementación de un proyecto con un hilo común que cubra de forma transversal distintas asignaturas de Primaria y Secundaria y que además incluya en el currículum habilidades relacionadas con la Ingeniería o la Tecnología.

“Se trata de conseguir más motivación, involucrar más a las chicas, ampliar el currículum…Aunque sobre incluir o no a las Artes todavía hay discusión. Hay gustos para todo. Nosotros lo hac”, explica Germán Ros, físico y docente que encabeza a este grupo de investigadores de reciente creación.

Nació el 1 de enero de 2020 integrando a profesores de la Facultad de Educación con perfiles tan variados como la Física, las Matemáticas, la Robótica, las Artes Plásticas, la Biología…“Hemos intentado formar un grupo multidisciplinar que es lo adecuado para desarrollar el STEAM”.

El proyecto, que está previsto que termine el 31 de diciembre de 2021, se desarrolla en el CEIP Maestra Plácida de Azuqueca de Henares (Guadalajara), para alumnos de cuarto curso de Educación Primaria, aunque la crisis sanitaria ha impedido buena parte de su desarrollo presencial.

“La idea era implementarlo tras la Semana Santa, con el visto bueno de la Consejería de Educación, pero debido a la pandemia no fue posible” en un centro que ya tiene experiencia en este tipo de búsqueda de las vocaciones científicas.

De momento el proyecto presencial está a expensas de la evolución de la pandemia. La imposibilidad de realizar acciones presenciales se ha sustituido con vídeos para los docentes y que a lo largo de 2021 puedan analizarse los resultados y si se consigue el objetivo de “propiciar actitudes más positivas hacia las Ciencias, medir la creatividad, si estamos consiguiendo integrar conocimientos de forma coherente y desde luego testar la metodología que proponemos, si es adecuada”.

Ros detalla que, dadas las actuales circunstancias, “queremos realizar una extensión del proyecto para implementarlo en el curso 2021-2022, en el primer trimestre. Le estamos dando una vuelta porque la idea inicial era contar con 50 o 60 horas de intervención en el centro de cuyos gestores, destaca, ”todo han sido facilidades“.

“Hay que conectar los contenidos STEAM al currículum”

“Se trata de trabajar los contenidos de manera interdisciplinar, pero conectándolos con el currículum. Eso es algo que no se hace en muchos de los centros STEAM porque se suele abordar como actividades extra”.

Por un lado, se forma a los formadores. Por otro, se pone en práctica con los alumnos de Primaria. La idea es integrar dentro del ámbito educativo las áreas de conocimiento referidas a las ciencias, la tecnología, la ingeniería, las artes y las matemáticas y además hacerlo mediante la implementación de metodologías que por un lado motiven al alumnado y por otro reduzcan la brecha de género.

Buscan el conocimiento de otra forma, “más integrado y sin disciplinas estancas”. Son actividades que pueden llegar a conectar, por ejemplo, la historia de Egipto, con las Ciencias Naturales y las Matemáticas, “de forma interdisciplinar” y, sin dejar el país africano, en una segunda actividad, explica el investigador, mezclar Música con Ingeniería y Tecnología para terminar fabricando elementos que pueden ir desde los instrumentos musicales a sensores electrónicos (los alumnos aprenden conceptos de programación o de electrónica).

La ‘Autoeficacia’ o por qué las mujeres se autodescartan de las carreras científicas

¿Por qué los y sobre todo las jóvenes españolas optan menos por los estudios de ciencia y tecnología?, le preguntamos.

“Hay bastantes dudas sobre por qué ocurre porque en los resultados de PISA y en la mayoría de estudios al respecto, las chicas sacan una diferencia que es, estadísticamente significativa a favor comparada con los chicos, también en las asignaturas de Ciencias. Ocurre no solo en España”, señala Ros.

Sin embargo, añade, “después no sienten esa apetencia y hay varias teorías. Una de las más relevantes es que, aunque las chicas obtienen mejores resultados en las pruebas, tienen la percepción de que no son adecuadas para las Ciencias y se autodescartan”.

Eso, dice el investigador, “tiene un nombre en Psicología y Educación y es la ‘autoeficacia’, es decir, sienten que no son válidas para ello, aunque sus resultados digan lo contrario. Quizá los chicos tienen mayor autoestima en este sentido”.

Otras de las causas, detalla Ros, apuntan “a la falta de referentes femeninos, a los estereotipos sociales, tales como que la mujer debe estar más volcada en las ciencias médicas o en los cuidados de los demás”.

Y es que, recuerda, la demanda laboral actual y la que habrá en un futuro apunta a la “necesidad” de más personas formadas en disciplinas STEAM. “No son suficientes en nuestro país”, lamenta.

Por eso es preciso invertir más en este tipo de formación superior “que estará mejor remunerada y de ahí también la necesidad de incluir a las mujeres para compensar la brecha. Lo contrario no es fomentar la igualdad”. 

Así lo detalla la propia definición del proyecto de investigación: “Los trabajos más remunerados y más solicitados por las empresas son y serán pertenecientes a estas áreas de conocimiento, por lo que es crucial el crecimiento de la ratio de mujeres en estos ámbitos para lograr la tan deseada equidad social”.

Castilla-La Mancha cuenta con 188 centros STEAM

Actualmente, y según los datos facilitados por la Consejería de Educación, en Castilla-La Mancha hay 188 centros STEM, entre colegios e institutos. De ellos, 37 se encuentran en la provincia de Albacete, 56 en Ciudad Real, 17 en Cuenca, 28 en Guadalajara y 50 en Toledo

El del CEIP Maestra Plácida de Azuqueca de Henares es un “proyecto piloto” que servirá para que otros centros puedan aplicarlo de manera similar, explica Germán Ros.

“La idea es además desarrollar proyectos para otros cursos en Educación Primaria y, eventualmente después, en Secundaria”.