Cuando la agroecología y la educación ambiental son la mejores herramientas contra la despoblación

Con epicentro en Casas de Juan Núñez (Albacete) desarrolla su proyecto desde hace ocho años la cooperativa de trabajo asociado Dendros, uno de los ejemplos más vivos del desarrollo de la economía social y solidaria en Castilla-La Mancha. Dedicada a proyectos de agroecología, desarrollo rural, educación ambiental, gestión municipal y participación ciudadana, este colectivo ha conseguido hacer de la lucha contra la despoblación otro de sus pilares. Así nos lo cuentan:

Una de sus socias, Isabel Salmerón, destaca que el objetivo de la cooperativa fue desde el principio “dedicarnos a lo que nos gustaba y motivaba” y que gracias a la colaboración y a los apoyos, no han variado ese objetivo principal.

“Lo que da la mata” es uno de sus proyectos productivos y agroecológicos que sirven de ejemplo de ese tesón. Está centrado en acercar los productos de agricultura ecológica a las personas, de forma que no lleguen tan solo a las grandes ciudades sino también a los pueblos más pequeños, muchos de ellos en la zona de la Manchuela donde trabaja Dendros. Ya hay redes de colaboración con productores locales con los que “tenemos años de experiencia” y gracias a ese mismo trabajo se ha podido poner en marcha con los primeros pedidos de cestas, así como la tienda y el local.  

Lucas de las Heras, otro de los socios de la cooperativa, también destaca el proyecto de investigación que se está llevando a cabo junto con 60 entidades para desarrollar el primer atlas de mamíferos del sureste ibérico. En esta iniciativa están participando asociaciones naturalistas, ecologistas, universidades y equipos de investigación. “Está siendo muy ambicioso y muy motivador, y sigue con esa idea de trabajar en red”, subraya.

En Dendros tienen muy clara la necesidad de llevar a cabo iniciativas en las que no haya una compensación económica de vuelta. Por ejemplo, en el caso de “Lo que da la mata” la idea es que, ya fuera de la cooperativa, se pueda montar una red de productores de cercanía y darle una continuidad “para que la gente se conciencie de que existe otra forma de consumir y también para quedarse en los pueblos”.

“Teníamos claro que lo económico no podía ser lo fundamental”

De hecho, tanto la vinculación con el territorio como el cuidado del medio ambiente son dos de los pilares fundamentales de la economía alternativa y solidaria. “Dendros nació con la idea de que era posible quedarnos en el territorio y mostrarle a la gente cómo puede hacerlo con proyectos viables. Teníamos muy clara la vinculación con el territorio y el objetivo de trabajar temas ambientales. Y por otro lado, con la mente puesta en que no podría ser una empresa en la que lo económico fuera lo fundamental”, explica Isabel.  

Esta idea es la que sigue fijando el camino de esta cooperativa. De esta forma Lucas, a la hora de hablar de este tipo de emprendimiento, señala que es una “tarea difícil sobre todo ahora viendo cómo está el mercado”, pero también afirma que “si tienes esa voluntad clara de quedarte el territorio, emprender desde la economía social y solidaria es el mejor cauce, porque lo económico no va a ser lo predominante, sino que se van a poner sobre la mesa cuestiones sociales y relacionales que casi siempre se dejan de lado en post de la productividad”.

Isabel así lo ratifica: “Es difícil, no vamos a engañarnos, tienes que tener muy claro que pueden pasar años hasta que veas la viabilidad, pero también es emocionante, y si lo haces, lo haces en este ámbito teniendo muy claro que no solo vale el dinero. Que sí, que tenemos que vivir, pero también hay que pensar en las personas y en que también hay redes que te pueden echar una mano y sacarlo adelante”.