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De Albacete a Kenia: Quijote Team cumple casi una década de voluntariado solidario

Casa de acogida Lisha Children's Home, en Kenia, con la que ha colaborado Quijote Team

Carmen Bachiller

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Hace ya más de ocho años que nació Quijote Team de la mano de seis amigos “de toda la vida” de Albacete. “Nos marcamos el objetivo de desarrollar un proyecto cada año y medio que beneficiase a niños en situación de vulnerabilidad grave”, explica Daniel Romero, uno de los fundadores de la iniciativa. 

Han trabajado en Mongolia, en Nepal, en Zambia y los últimos se han centrado en Kenia, en la casa de acogida Lisha Children's Home, a unas dos horas de la capital keniata, Nairobi en la que trabaja la ONG española Kubuka. El proyecto proporciona un hogar a 27 niños y niñas: “Sus familias no se pueden hacer cargo de ellos. El abandono infantil es uno de los mayores problemas de Kenia”.

Consiguieron recaudar más de 100.000 euros que se han destinado a comprar un todo terreno que permite que los pequeños visiten a sus familias y facilitar desplazamientos a tres niños con necesidades especiales o para los desplazamientos al hospital. También se han destinado a la construcción de los baños para las niñas, a la instalación de suelos que hasta entonces era de tierra, a la mejora de los tejados, a una incineradora y mejoras en todas las infraestructuras comunes como la cocina, los dormitorios y hasta una instalación fotovoltaica. Por otro lado, sirve para cubrir el salario del personal -hay seis personas de la comunidad local trabajando allí- las tasas escolares o la manutención. 

La ayuda llegó a través de actos solidarios, pero también de empresas y del Ayuntamiento de Albacete que aportó 70.000 euros. “Es uno de los proyectos de continuidad más importantes impulsados por el ayuntamiento en los últimos años a nivel de cooperación”, destaca Romero.

Quijote Team es una entidad sin estructura, ni recursos humanos y sin implantación internacional. Se definen como “aceleradora” de proyectos: “Por eso analizamos los de otras ONG españolas sobre todo con presencia en países del Tercer Mundo y les ofrecemos apoyo”.

Lo hacen fundamentalmente recaudando fondos, pero también en ocasiones ponen su talento profesional -Daniel Romero es ingeniero industrial- a disposición de las organizaciones humanitarias. 

Como ya ocurrió con los otros proyectos, tras cuatro años de rodaje de 'Desafío Kenia' para apoyar la actividad de la casa de acogida Lisha Children’s Home, acaban de finalizar su visita para “monitorizar que todos los fondos que hemos capturado en estos años se han implementado de forma correcta. Nos encanta cómo están trabajando con los niños para que puedan regresar después con sus familias. Esperamos que nuestra ayuda sirva también para la sostenibilidad y autogestión del centro a largo plazo”. 

Un nuevo proyecto a partir de 2024

Ahora los miembros de Quijote Team se disponen a embarcarse en un nuevo objetivo. El proyecto también se centrará en Kenia. Durante sus vacaciones, tres de los seis miembros de la entidad no solo han pasado por la casa de acogida, sino que han visitado media docena de proyectos más que ya están en marcha. Su intención es sumarse a alguno de ellos a partir de 2024.

“Hay uno que nos ha llamado la atención por su buena gestión y con un trabajo de campo que ya tiene identificadas mejoras que podría ser el futurible proyecto para nuestra organización”, avanza Daniel Romero.

Se trata de Nyumbani Village, un poblado que acoge a más de 1.000 niños en situación de riesgo. Allí trabajan más de 200 personas y el proyecto tiene un recorrido de más de 30 años de historia: “Nació a través de un sacerdote jesuita y creció de forma lenta, pero consolidándose”. Hoy hay 116 viviendas, huertos y ganado, su propia planta fotovoltaica y bombean agua. Todo eso les permite autoabastecerse. También cuentan con colegio propio: “Los menores son seleccionados con participación del gobierno keniata por su situación de vulnerabilidad”.

Romero cree que podrán aportar conocimientos técnicos. “Es un proyecto precioso”, asegura este ingeniero que reconoce que la inquietud personal le llevó a buscar “proyectos con impacto para mejorar la vida de otras personas. A esto dedico mis vacaciones y mi tiempo libre. Todos coincidimos en el equipo”.

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