La moratoria para macrogranjas se levantará “con tranquilidad” al ser inminente una “solución” a los estiércoles

Se aproxima el fin de la moratoria que impide nuevas macrogranjas de más de 2.000 cabezas, y que el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó hace dos años para frenar su proliferación en la comunidad autónoma. Cuando decaiga esa medida, el próximo 31 de diciembre, el Ejecutivo ha prometido la aprobación de un decreto “más restrictivo” de gestión de los estiércoles que sustituirá a la moratoria.

La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha asegurado hoy que esa iniciativa está “muy cerca de conseguirse”. Con ello, ha dicho se podrá “levantar con toda tranquilidad” la moratoria.

Según ha señalado, la Administración regional está trabajando “de la mano del sector porcino”, y no solo de los ganaderos, “sino también de la propia industria”, para que la instalación de esas macrogranjas “sea compatible con lo que hoy en día la sociedad castellanomanchega demanda”. Sin embargo, no ha aportado más detalles al respecto.

“Las mejores técnicas disponibles”

“Estamos trabajando para que, de forma conjunta, encontremos los sistemas más adecuados, las mejoras técnicas disponibles para la valorización de los purines y que, de esa manera, no ocasionen absolutamente ningún problema y se pueda levantar con toda tranquilidad la moratoria que nos dimos precisamente para, entre todos, encontrar esas vías de solución”, ha abundado.

En todo caso, Gómez ha considerado que estas instalaciones, que no ha querido llamar macrogranjas sino “explotaciones porcinas de alta capacidad”, son “en algunos casos necesarias, fundamentalmente, para obtener materia prima necesaria para la industria alimentaria tan potente cárnica que tenemos en nuestra Comunidad Autónoma y que genera muchos puestos de trabajo”.

Precisamente, el final de la moratoria para macrogranjas es uno de los asuntos que el pasado fin de semana ha analizado la Plataforma Stop Ganadería Industrial en un encuentro en Retamoso de la Jara (Toledo). También han puesto el foco en “la nueva amenaza” para los pueblos que está suponiendo la instalación de plantas de biogás. Y no solo en esta comunidad autónoma, porque proliferan proyectos por todo el país.