El IRPF ha provocado divergencias públicas entre los dos partidos que integran el Govern de Junts pel Sí. ERC ha propuesto que la bajada del tramo autonómico del impuesto para las rentas bajas se pueda compensar con un aumento de IRPF para los ricos y, de momento, Convergència rechaza tocar impuestos. La CUP, socio prioritario del Govern para las cuentas, ha cogido el guante lanzado por los republicanos y ha pedido una reforma en profundidad del sistema fiscal catalán para que sea más progresivo, esto es, que a mayor renta, mayor contribución fiscal.
Y es que, al menos en el tramo catalán del IRPF, el principio 'que pague más quien más tenga' se cumple, pero no tanto como en otras comunidades autónomas: los catalanes con rentas bajas son los que más IRPF pagan de todo el Estado. Por contra, los catalanes con rentas a partir de los 100.000 euros pagan un IRPF por debajo de la media de los ciudadanos del Estado con la misma base liquidable.
Según ha avanzado El Periódico, una de las opciones que baraja la conselleria de Economía es aumentar la presión fiscal entre dos y tres puntos para rentas a partir de los 90.000 euros para lograr 40 millones de euros, que son los que se dejarían de recaudar con la bajada propuesta para las rentas más bajas.
El objetivo no es ingresar más sino una recaudación más equitativa entre ricos y pobres. De hecho, si el Parlament acaba validando el tipo del 11,66% del nuevo tramo autonómico para las rentas de hasta 12.450 euros, en vez del primero pasaría a ser el segundo más alto de todo el Estado (en el País Valenciano el tipo es del 11,9%). En hasta ocho comunidades el tipo es del 9,5%.
La diferencia seguiría siendo de más de dos puntos, por lo que la rebaja sería más bien simbólica. Además, el tramo entre los 12.450 euros y los 17.707 se mantendría al 12%, el tipo más alto del Estado. Las debilitadas arcas de la Generalitat, en especial a lo que ingresos se refiere, dificultan los cambios de calado en el sistema fiscal. Desde la conselleria de Economía insisten que la propuesta recogida por El Periódico es solo una de las casi cuarenta que están sobre la mesa.
A nivel autonómico, las comunidades han tomado decisiones variadas sobre su tramo de IRPF y otros impuestos propios o cedidos. Así, mientras el PSOE-A y Ciudadanos bajaron el IRPF para todas las rentas en Andalucía, en Aragón, los socialistas, Podemos, IU y CHA lo subieron sólo a rentas superiores a 100.000, y también aumentaron los impuestos de sucesiones y donaciones y patrimonio. Lo mismo hizo el gobierno balear, apoyado por los socialistas, MÉS y Podemos. De hecho, salvo Extremadura, Madrid, Castilla la Mancha y Catalunya, todas las comunidades de régimen común tocaron algún impuesto el año pasado.
Los presupuestos y el 26J
El Parlament terminará siendo clave para decidir qué hacer con el IRPF y el resto de tributos. Para ello es necesario que el vicepresident y conseller de Economía, Oriol Junqueras, presente las cuentas ante la cámara. La intención de Economía es firme, pero el pasado martes la portavoz del Govern, Neus Munté, abrió la puerta a que se presentarán “a principios de junio”, lo que supondría un nuevo retraso a las pretensiones iniciales de Economía.
Si empieza, el debate parlamentario, además, coincidirá con la campaña electoral del 26J y las negociaciones para formar gobierno. A izquierda y derecha, los partidos aprovechan la antesala del debate de presupuestos catalanes para marcar perfil para la campaña de las generales.
El PP, por ejemplo, no ha esperado a que los presupuestos lleguen al Parlament, y ha registrado una proposición de ley para reducir el tramo autonómico del IRPF a todas las rentas. La votación es un caramelo envenenado para Convergència a poco más de un mes de las generales. “Esperamos que CDC se mantenga fiel a lo que siempre ha defendido y nos apoye”, ha dicho el portavoz del PPC, Enric Millo.
El único partido del Parlament que no se presenta a las generales es el socio prioritario del Govern para aprobar las cuentas, la CUP. En línea con las líneas maestras para los presupuestos que los cupaires dibujaron la semana pasada, este lunes la diputada Eulàlia Reguant ha visto con buenos ojos las propuestas de ERC para el IRPF, pero ha reclamado que el debate no se centre en un solo impuesto, sino en “un sistema fiscal más progresivo”.