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La Justicia cree que mofarse del belén puede “ofender” a los católicos e imputa a los editores de Mongolia

Portada de la revista Mongolia

Oriol Solé Altimira

Barcelona —
27 de marzo de 2025 16:53 h

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La Justicia vuelve a poner en el punto de mira la libertad de expresión. La Audiencia de Barcelona ha revocado el archivo de la querella del grupo ultra Hazte Oír contra la portada satírica de un belén de la revista Mongolia y ha ordenado la citación como imputados de sus editores, Pere Rusiñol, Darío Adanti y Fernando Luis Carballo, por un delito contra los sentimientos religiosos. Es la segunda imputación de los responsables de la publicación por la misma portada.

En un auto, al que ha tenido acceso elDiario.es, el tribunal de la sección 2a de la Audiencia de Barcelona, formado por los magistrados José Carlos Iglesias, María Carmen Hita y Begoña Sos, rechaza que sea “palmaria” la ausencia de delito en la portada (tal y como sí consideraban la Fiscalía y la jueza de Mataró que había dado carpetazo a la querella).

“No podemos desechar de plano”, sostienen los magistrados, que la portada de la revista satírica de diciembre de 2022 en la que se mofaba de un belén “persiguiera ofender los sentimientos religiosos de la confesión religiosa cristiana (y no solo católica)”.

“Máxime -apostillan los jueces de la Audiencia de Barcelona- cuando se refiere a un acto esencial como es la llegada al mundo de la divinidad venerada”.

El tribunal obvia la ponderación en favor de la libertad de expresión y negando la ofensa religiosa que habían realizado tanto la jueza de Mataró como la Fiscalía de delitos de Odio y considera que debe citarse como imputados a los editores de Mongolia para que respondan si querían ofender o no a los católicos con su portada. Será entonces, agregan, cuando se podrá valorar si la portada es delictiva o no.

El caso del belén satírico volvió a poner sobre la mesa el uso interesado de la Justicia por parte de asociaciones ultras, que emplean delitos decimonónicos como la ofensa a los sentimientos religiosos (un tipo penal que numerosos juristas consideran desfasado y contrario a la libertad de expresión) para perseguir opiniones contrarias a la suya.

Además de Manos Limpias, la asociación ultracatólica Abogados Cristianos, la entidad ultra Hazte Oír e incluso un grupo carlista se querellaron por delito contra los sentimientos religiosos contra la revista por su número de diciembre del año pasado, en cuya portada aparecían José, la virgen María y un dibujo de una caca sonriente representando a Jesús.

Todas las querellas quedaron archivadas, ya que los tribunales concluyeron que la portada estaba amparada por la libertad de expresión. Sin embargo, la Audiencia de Barcelona reabre ahora la última que quedaba. Los editores han sido citados a declarar como imputados para el próximo 25 de junio.

Aunque el caso termine de nuevo archivado una vez practicada la declaración, el paso de responsables editoriales por un juzgado supone un efecto desaliento a la libertad de expresión general y eleva el riesgo de autocensura.

En un comunicado, Mongolia considera la reapertura del caso “un ejemplo de hasta qué punto es necesario un proyecto satírico nacido con el objetivo de ensanchar los márgenes de la libertad de expresión en España en un momento de claro retroceso como consecuencia del auge del matonismo judicial ultracatólico”.

“En lugar de agachar la cabeza, Mongolia responderá como es habitual: con una campaña pública de micromecenazgo para involucrar al pueblo mongol en su defensa en los tribunales”, agrega la revista, que estará representada por el abogado José Luis Mazón.

La revista también avisa que quiere “reforzar” su proyecto “por mucho que moleste a los reaccionarios y, además, contraatacar” mediante una serie de podcasts “que permitan desentrañar la madeja del matonismo judicial ultracatólico y arrojar luz sobre estas opacas fuerzas de choque del nacional-catolicismo de nuestros días, tan bien conectadas con la alta judicatura”. La revista ha lanzado un programa de micromecenazgo para este proyecto.

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