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El detalle de las cuentas de Sánchez no ablanda al independentismo que sigue exigiendo gestos

Puigdemont se ha reunido con la dirección del PDeCAT en Bruselas

Arturo Puente

Conocer los números pequeños de los presupuestos, que entre otras cosas reflejan una mejora amplia en la inversión en Catalunya aunque algo por debajo de lo prometido, ha dejado igual a los partidos independentistas. Tanto ERC como el PDeCAT han dejado patente este lunes que, pese a que el Gobierno de Pedro Sánchez haya llevado al Congreso las cuentas, nada ha cambiado para ellos, que exigen gestos políticos mientras mantienen abierto el debate de si permitir o no que se tramiten las cuentas.

Carles Puigdemont ha recurrido a sus galones de máximo líder del espacio postconvergente para marcar la posición de los diputados del PDeCAT en el Congreso. Tras semanas de vaivenes y enfrentamientos entre los representantes, el expresident de la Generalitat ha exigido a Pedro Sánchez que acepte una mesa de diálogo con mediación “independiente” en el conflicto catalán si quiere el voto de sus ochos representantes para tramitar la ley económica que acaba de registrar en la Cámara.

El expresident, convertido en el máximo representante de la posición del 'no a todo' que se ha instalado en una parte del independentismo, ha concretado el repetido “gesto” que reclaman como precio a las cuentas asegurando que el Gobierno central debe “habilitar un diálogo real entre Catalunya y España” que busque “una salida dialogada al conflicto”. Además, el dirigente residente en Bélgica para eludir la acción de la justicia española ha reclamado una comisión bilateral para realizar un seguimiento de las inversiones del Estado en Catalunya, al entender que el problema en esta materia no es lo presupuestado sino lo que se acaba ejecutando.

“En este momento no se dan las condiciones ni para la aprobación ni para la tramitación (de los Presupuestos Generales)”, ha apostillado Puigdemont. Diputados como Ferran Bel habían apostado públicamente por no interponer enmienda a la totalidad al inicio de la tramitación, cuestión que fue respondida por la vicepresidenta del partido, Míriam Nogueras, una de las diputadas más fieles a Puigdemont.

Pero la brecha interna producida en el PDeCAT va aún más lejos. Tal y como adelantó eldiario.es, la cúpula del partido y la mayoría de sus diputados en el Congreso presionan no solo para aceptar tramitar sino también para acabar dando un 'sí' a los presupuestos de Sánchez. Una opción que levanta ampollas en JxCat -comenzando por Quim Torra-, y también en una minoría de diputados del PDeCAT. La reunión de la Ejecutiva del partido junto al expresident en Bélgica ha intentado aminorar las diferencias y trasladar imagen de unidad.

El debate sobre la tramitación continúa

En medio de este duro clima interno, las exigencias planteadas este lunes por Puigdemont y el presidente de la formación, David Bonvehí, buscan colocar la pelota en el tejado del Gobierno y pacificar sus propias filas. Pese a esto, la parte moderada del PDeCAT considera que el debate no se ha cerrado y vuelve de Bélgica moderadamente optimistas sobre la posibilidad de virar la posición de su partido hacia posiciones que miren a las cuentas con mejores ojos.

Lo que sí une a todos los postconvergentes y a ERC es que, en el momento actual, prefieren focalizarse en los preparativos del juicio a los dirigentes encarcelados, que comenzará el próximo mes. Los republicanos están tan convencidos de que acabarán dando un 'no' a los Presupuestos como de que ahora deben ganar tiempo para propiciar el retorno a cárceles catalanas de los dirigentes que serán juzgados. Pero la formación no descarta comenzar registrando una enmienda a la totalidad que después acabarían desactivando.

El PNV tampoco da garantías

Desvelar el proyecto presupuestario a la Cámara ha tenido pocos efectos balsámicos para la alianza que forjó la moción de censura a Rajoy. Ni siquiera los nacionalistas vascos han garantizado que no acaben siguiendo a los catalanes poniendo ellos mismos una enmienda a la totalidad. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha advertido a Sánchez que no dé “por hecho” su apoyo, aunque sí se ha mostrado abierto a entrar en una negociación “más concreta”, tras varias reuniones con la ministra María Jesús Montero.

De vuelta al carril independentista, EH Bildu también ha mostrado su voluntad de sentarse a hablar con el Gobierno, aunque el dirigente de la formación, Arnaldo Otegi, ha descartado dar “un cheque en blanco”. Según ha avanzado, las peticiones que sus dos diputados trasladarán al Gobierno girarán en torno a los derechos sociales y la política penitenciaria, aunque teniendo en cuenta que la alternativa al PSOE es un “tripartito reaccionario” que su formación debe tratar de contener.

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