La portada de mañana
Acceder
El Supremo amplía la investigación de los correos de la pareja de Ayuso
La Generalitat reconoció por escrito que el seguimiento de ríos es su responsabilidad
Opinión - Lobato, en su laberinto. Por Esther Palomera

Zaplana alertó desde el hospital a su testaferro de que un informe del caso Odebrecht había destapado su cuenta en Andorra: “Debemos hablar”

El 12 de marzo de 2018, dos meses y medio antes de la operación Erial, en la que ambos serían detenidos, Eduardo Zaplana llamó a su testaferro, Joaquín Barceló, para que fuera a visitarlo al hospital La Fe, de Valencia, donde era atendido por un episodio de fiebre alta en su condición de enfermo de leucemia. La conversación, grabada por los investigadores policiales, está transcrita en el sumario del caso y este es uno de los pasajes, en el que la inicial (E) corresponde a Eduardo Zaplana y (J) a Joaquín Barceló.

El que la juez considera testaferro del expresidente valenciano y exministro del PP, imputado por blanqueo de capitales procedentes del cobro de mordidas en el plan eólico valenciano y la licitación de las ITV, realizó una llamada a Fernando Belhot, un abogado ururguayo especializado en crear entramados de empresas opacas que está también implicado en el caso Lezo. Después, acudió a visitar a Zaplana en el hospital.

A la salida, un Barceló alarmado se puso en contacto telefónico con el abogado Saturnino Suanzes, conocido como Nino en las grabaciones de los imputados de Erial. “Me comentó uno... el otro abogado de aquí, el follón que había, lo que habías descubierto”, le comenta a Suanzes.

“A este respecto, no se pronuncia acerca de la identidad de la persona que le habría informado, si bien, del análisis de los acontecimientos que habrían tenido lugar a lo largo del día y lo manifestado en la llamada, se desprende que podría haber sido Eduardo Zaplana”, señala la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en su informe.

La conversación alude inmediatamente a Fernando Belhot. “Antes de enterarme de eso, antes de enterarme... yo me he enterado hace una hora (...) antes de enterarme de ese tema (...) fíjate lo que son las cosas... he llamado al elemento Fernando y luego cuando he llegado al otro lado me han contado la otra historia y me he quedado un poquito patas arriba”, exclama Barceló. “A ver si a este hombre se le ocurrió decir que es que yo era socio de eso o algo”, añade. Y Suanzes lo tranquiliza: “Nooo, que va…”. El abogado añade que hablará con Belhot.

Al día siguiente, un Barceló impaciente vuelve a llamar a Suanzes, que no ha podido hablar con el asesor fiscal uruguayo. El supuesto testaferro de Zaplana está más inquieto que el día anterior. Este es un fragmento de la conversación, en la que la inicial (J) corresponde a Barceló y la (S) a Suanzes.

En la grabación hay varias alusiones “al de arriba”, que la UCO identifica como alguien de Andorra y a la empresa que sale en segundo lugar de la lista.

“Me dieron una información de que la famosa, el nombre salía ahí en el número dos, pero en el número cinco salimos nosotros... ¿sabes?”, insiste Barceló. “Lo he visto, lo he visto, lo he visto...”, contesta el abogado. Y el testaferro de Zaplana exclama: “¡Joder, joder...!”.

La lista a la que hacen referencia fue publicada en una información de El País publicada el 9 de noviembre de 2017 y titulada 'La Policía señala a un directivo de Odebrecht como clave en los pagos en Andorra'. La crónica sobre la trama de corrupción de la constructora brasileña va acompañada de la reproducción de dos páginas del informe policial andorrano. En una de ellas, en efecto, figuran clientes relacionados con la trama y el segundo puesto es ocupado por Vansley International Inc, vinculada a Fernando Belhot. En el quinto lugar figura Plaza Fountains, SA, y en el duodécimo, la sociedad de la Banca Privada d'Andorra BPA Serveis Panamà.

Por otras conversaciones incluidas en el sumario, como una conversación de Zaplana con Belhot en el hotel Wellington de Madrid, la UCO apunta que los fondos opacos manejados por la trama del exministro han estado en algún momento en Andorra a nombre de la sociedad panameña Plaza Fountains, gestionada por el propio Belhot.