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Opinión - ¡Nos comerán! Por Esther Palomera

¿Qué intoxicación alimentaria es más frecuente según donde viajes?

Foto: Takeaway

Mercè Palau

Antes de iniciar un viaje

Para muchos viajeros, la comida de un país extranjero puede ser una parte importante del viaje, además del clima, el paisaje o el alojamiento. De hecho, las aventuras culinarias y el turismo gastronómico se han convertido en uno de los segmentos más dinámicos de la industria del turismo en los últimos años. Es más, la experiencia por la comida local como medio para familiarizarse con la cultura de la zona se ha vuelto una parte importante de la planificación del viaje.

Antes de marchar, por tanto, es fundamental tomarse un tiempo para saber cuáles son los principales problemas de alimentación de la zona a la que vayamos. La planificación es fundamental para preparar un viaje, sobre todo a países exóticos, ya que nos ayudará a tomar las medidas de prevención adecuadas -por ejemplo la vacunación- y minimizar los riesgos de contraer una enfermedad. También nos servirá para recoger información sobre cuáles son los riesgos relacionados con el agua y los alimentos.

Cada región del mundo tiene sus necesidades y problemas de seguridad alimentaria. Dependen del tipo de comida que se sirve y de dónde se obtiene. Los niveles de seguridad e higiene alimentaria pueden variar de un país a otro, y las normas también. Por tanto, es muy importante, y sobre todo si el viaje es a un país exótico, extremar las precauciones y planificar todos los detalles del viaje, desde vacunas a otras necesidades sanitarias y el tipo de alimento más adecuado para cada región.

Hay diferencias en el riesgo y en la etiología. En líneas generales, y tal como informa el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC), “el mundo se divide en tres grados de riesgo: bajo, intermedio y alto”.

  1. Riesgo bajo: EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Europa
  2. Riesgo medio: Europa del Este, África del Sur y algunas zonas de las islas del Caribe
  3. Riesgo alto: la mayor parte de Asia, Oriente Medio, África, México y América Central y del Sur.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad pone en marcha cada año el programa “La salud también viaja”, una iniciativa que persigue concienciar al viajero la importancia de preparar los aspectos sanitarios de un viaje. Según esta campaña, los alimentos y las bebidas “son la causa más frecuente de enfermedad en el viajero”. Uno de los apartados incluye información muy interesante sobre la situación sanitaria de cada país.

Qué sorpresas podemos encontrarnos en cada país

  • En particular, en países de Asia, África y América Latina deberemos tener cuidado con la fiebre tifoidea, una enfermedad causada por la bacteria Salmonella typhi, que se propaga a través de alimentos, agua o bebidas contaminadas.
  • En Nigeria, Níger, India, Paquistán y Afganistán debemos prevenir la poliomelitis, causada por un virus que se transmite de persona a persona, sobre todo a través de la contaminación fecal de alimentos y agua. En muchos casos, la infección con el virus es asintomática; cuando sí aparecen los síntomas, lo hacen en forma de fiebre, dolor de cabeza, naúseas y vómitos.
  • En los países de alto riesgo también es común la shigelosis, una enfermedad provocada por la bacteria Shigella y que afecta sobre todo a alimentos como ensaladas, vegetales crudos, lácteos y aves. Las principales causas de contaminación son el agua contaminada con deyecciones y los hábitos no sanitarios de los manipuladores de alimentos. La fuente de Shigella son las heces de las personas contaminadas y las moscas.
  • En países con un saneamiento básico deficiente también encontramos Escherichia coli enteropatogénica (EPEC), que afecta sobre todo a niños y que está relacionada con el consumo de carne y pollo crudos.
  • En Oriente Medio, América Latina, India y África subsahariana el riesgo de epidemia de cólera es alto. Esta enfermedad bacteriana suele propagarse a través de agua contaminada. El cólera suele causar diarrea severa y deshidratación.
  • La brucelosis, o fiebre de Malta, provocada por la bacteria Brucella se transmite por contacto directo con animales infectados o por el consumo de leche o queso crudos no pasteurizados. Si bien está presente en todo el mundo, es más común en países de Sudamérica, Asia Central y Oriente Medio. El riesgo está sobre todo en zonas rurales y agrícolas.

Algunos de los síntomas son comunes a todas estas intoxicaciones, como la diarrea, considerada una de las enfermedades más frecuentes en los viajes internacionales. Suelen ir acompañadas de náuseas, cólicos, fiebre y malestar general, que dura entre tres y siete días, suficiente en muchos casos para echar a perder nuestro viaje. 

Cómo actuar en los países en vías de desarrollo

  • Evitar el agua del grifo. Puede estar contaminada con bacterias, parásitos y virus. También deben evitarse los cubitos de hielo. Es más seguro usar agua embotellada, que será nuestra gran aliada.
  • Si se ingiere una bebida hecha con agua, deberemos asegurarnos de que se ha hervido bien. El té y el café, por ejemplo, debe hervirse bien.
  • Evitar frutas y verduras crudas. A pesar de que se trata de alimentos tentadores, pueden haber sido lavadas con agua no potable.
  • Evitar la comida cruda o poco hecha. Carne, pollo, marisco o huevos son muy susceptibles a la contaminación y si no se cocinan bien, la presencia de bacterias está casi asegurada.
  • No comer alimentos de vendedores ambulantes. Esta práctica puede ser especialmente peligrosa porque los niveles de seguridad, higiene y preparación de alimentos suelen ser mínimos.
  • Todo buen viajero, además de tener en cuenta toda esta lista de recomendaciones, no se olvida nunca del botiquín: además de material básico como esparadrapo, antisépticos, repelente de insectos o antihistamínicos, es fundamental que nos llevemos sales de rehidratación oral, algún analgésico simple así como medicación contra la diarrea.

Según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, deberíamos incluir un agente antisecretor y un fármaco antidiarreico con las correspondientes instrucciones de uso.También es recomendable llevarse antibióticos que cubran las infecciones de mayor frecuencia (como la diarrea), algún ungüento antibacteriano y un desinfectante de agua.

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