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España, Alemania, Italia y Francia piden a Bruselas que apruebe los planes de reforma “sin demora” para que los fondos lleguen “antes del final del verano”

Los cuatro ministros de Finanzas de Alemania, Francia, Italia y España.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
28 de abril de 2021 09:04 h

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España, Italia, Francia y Alemania, las cuatro principales economías de la Unión Europea. Los países que reúnen más de la mitad de la población comunitaria, han presentado este miércoles de forma conjunta las líneas maestras de sus planes de reforma, que deben llegar a Bruselas antes de que acabe la semana. Y los cuatro ministros de Finanzas han insistido en un mensaje a la Comisión Europea: que agilice los plazos para que el dinero pueda empezar a circular antes de que acabe el verano.

“Se están enviando los planes nacionales a la Comisión Europea”, ha afirmado la vicepresidenta económica española, Nadia Calviño “y esto dará inicio al proceso de implementación de este ambicioso programa de inversiones y reformas en toda la UE para mitigar el impacto de la crisis sanitaria a corto plazo, para apoyar una transformación estructural de nuestra economía y hacer que nuestras sociedades sean más resilientes, más sostenibles, inclusivas y justas a largo plazo”.

De los 750.000 millones de euros del fondo de recuperación de la UE, 140.000 millones son para España, la mitad en transferencias y la otra mitad en préstamos. “España presenta un ambicioso plan para movilizar 140.000 millones de inversión pública para emprender reformas ambiciosas y transformadoras a fin de garantizar que nuestro país puede ser uno de los motores de la recuperación europea. El plan de recuperación español se basa en los cuatro pilares transversales: transición verde, transformación digital, cohesión social y territorial e igualdad de género, dedicando casi el 40% de la inversión a la transición verde, el 30% a la transformación digital, el 10% a la educación y el 7% a la I + D”.

Y Calviño ha añadido: “”El tiempo es fundamental, como ya han dicho los demás colegas, y la rápida aprobación de los planes será clave para que nuestras acciones a escala nacional sigan repercutiendo y refuercen las de nuestros vecinos para dar a nuestros ciudadanos esperanza y confianza en el futuro después de un período tan difícil y para confirmar una vez más que somos más fuertes cuando actuamos juntos“.

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, por su parte, ha definido el plan de recuperación europeo como un ejercicio de “solidaridad para luchar contra la crisis sin precedentes del coronavirus y construir un puente hacia el futuro neutral en carbono”.

“En los últimos meses”, ha dicho Scholz, “Francia, Italia, España y Alemania hemos trabajado muy duro para preparar nuestros ambiciosos paquetes de inversiones y reformas. Es una buena noticia para Europa que los cuatro grandes, que representan a más de 250 millones de europeos, presenten juntos su recuperación y resiliencia nacionales a la Comisión de la UE esta semana. Junto con Francia, Alemania, Italia y España, pido a todos los Estados miembros que presenten sus planes de recuperación y ratifiquen la decisión de recursos propios lo antes posible. Todos los estados miembros y la Comisión Europea deben trabajar arduamente para implementar rápidamente nuestros paquetes de inversión y reforma”.

En efecto, una vez que el Tribunal Constitucional alemán levantó el bloqueo a la tramitación de la orden de recursos propios por parte del Parlamento alemán (la que permite a la Comisión Europea emitir deuda para financiar los 750.000 millones del plan de recuperación), quedan 9 países pendientes de ratificación. De ellos, las preocupaciones están en Polonia y Finlandia, con problemas en las coaliciones gobernantes, y en Hungría, donde se pretende aguar aún más el vínculo del cumplimiento del Estado de Derecho con el dinero europeo.

En paralelo, la Comisión Europea, que no puede emitir deuda hasta que finalicen las ratificaciones nacionales, dispone de hasta dos meses para examinar los planes nacionales antes de que el Consejo (los Gobiernos) dispongan de otro mes adicional. Por eso, el horizonte es final de julio para que empiece a llegar el dinero.

El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha comparado la crisis actual con la vivida hace cien años: “Nuestros ciudadanos esperan ser protegidos del impacto de la peor crisis desde 1929. También están esperando más crecimiento, más prosperidad, más puestos de trabajo. Estos son los objetivos del plan de recuperación europeo”.

“Con el plan europeo de recuperación, estamos importantes proyectos en tecnologías clave como el hidrógeno, la nube, la electrónica y las telecomunicaciones, la inteligencia artificial y las baterías”, ha dicho el francés: “De hecho, nuestro objetivo es fortalecer la innovación en toda Europa, ser más independientes. También es clave diseñar la tecnología que nos permita luchar de manera eficiente contra el cambio climático”.

Y también ha urgido a Bruselas y al resto de países: “Por lo tanto, estamos pidiendo a los Estados miembros que presenten los planes de recuperación y resiliencia y ratifiquen la decisión de recursos propios lo antes posible. Esto es vital para que la Unión Europea recaude fondos y comience a desembolsarse el primer año del plan de recuperación europeo. Además, también pedimos a la Comisión Europea que evalúe los planes sin demora para que puedan ser aprobados por el Consejo [los gobiernos] en julio a más tardar. Esto permitirá que el dinero fluya antes del final del verano”.

“Tenemos en nuestras manos la posibilidad de mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de dar forma al siglo XXI junto con EEUU y China”, ha dicho Le Maire.

El ministro italiano, Daniele Franco, por su parte, ha defendido que los fondos europeos contribuirán “a reparar el daño económico y social de la pandemia; construir economías más dinámicas al tiempo que garantizan la inclusión; y lanzar una transición verde sustancial para abordar el cambio climático”.

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