El Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha adjudicado este miércoles 53,9 millones de euros en ayudas del Plan de Recuperación a 29 proyectos experimentales de I+D en hidrógeno verde, en la segunda convocatoria de este tipo que resuelve en menos de un año.
En total, se han seleccionado iniciativas presentadas por cerca de 90 empresas, universidades y organismos públicos. Entre ellas hay grandes compañías como Enagás, Naturgy, Técnicas Reunidas o Sener, decenas de pymes de base tecnológica y varias universidades y centros de investigación públicos y privados.
El objetivo de estas ayudas, resumen desde el IDAE, es que la futura economía del hidrógeno en España “se haga con tecnología made in Spain de principio a fin de toda la cadena de valor”.
La convocatoria es “relevante porque trata de cimentar desde la base todo el ecosistema de I+D+i del hidrógeno en España. Investigar, adquirir conocimientos, experimentar y luego aplicar esos desarrollos tecnológicos a escala comercial en los distintos usos previstos” para este vector energético, que aún no es competitivo y que la UE ha convertido en estratégico para el desenganche del gas ruso.
El objetivo es que el hidrógeno no solo se produzca y consuma aquí, sino que se desarrolle toda la cadena de valor asociada a él: tanto por el lado de la producción (mejorando los electrolizadores o la conexión de las renovables) como desde la demanda, con desarrollos para que los sectores industriales o relacionados con la movilidad puedan descarbonizar usando hidrógeno.
Grandes empresas participan en alrededor de un tercio de los proyectos seleccionados. A las ya mencionadas se suman otras como Ros Roca, la danesa Nordex o el Grupo Daniel Alonso. También un viejo conocido de la innovación relacionada con la energía, Felipe Benjumea, pionero en termosolar con la extinta Abengoa, que presidió.
H2B2, a la que está vinculado Benjumea y que ha intentado sacar este año a cotizar en Estados Unidos sin éxito, participa en un proyecto para poner en marcha en Andalucía una planta piloto de producción de electricidad y vapor con almacenamiento térmico para generar hidrógeno mediante electrólisis SOEL que ha recibido 2,65 millones en ayudas.
Como destacan desde el IDAE, la mayoría son proyectos colaborativos, en los que se asocian ingenierías, empresas de componentes y materiales, centros de investigación (como el CIEMAT), entidades públicas como la Fundación de la Energía (CIUDEN), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o universidades, junto a start-ups de base tecnológica o la división de innovación de alguna gran energética, por citar algunos casos.
Ese perfil variopinto es uno de los “puntos fuertes” de esta convocatoria, destaca Sara Pérez, del Departamento de Hidrógeno Renovable del IDAE. Mientras las convocatorias de fondos europeos para producir hidrógeno renovable las han copado las grandes del sector, aquí hay muchas agrupaciones con varios miembros “que colaboran, que intercambian conocimientos”.
“Se está fomentando que haya un ecosistema de I+D+i en España que puede servir para este proyecto o para otros que en el futuro puedan tener estas entidades”, remacha Pérez al teléfono.
Cerca de una decena de proyectos han sido presentados en solitario, por firmas como la catalana Ficosa, el Instituto Tecnológico de Canarias, la también catalana Manufactura Moderna de Metales (MMM) o la onubense Kemtecnia.
Esta última ha recibido la mayor ayuda a una única empresa, de algo más de 3 millones, para un proyecto de fabricación de un electrolizador de 500 kW (diseño, caracterización, montaje y validación), “desarrollando nuevos materiales y catalizadores anódicos y catódicos”.
En el otro extremo, con nueve participantes, está el consorcio del proyecto Sideral, que ha recibido 3,5 millones para desarrollar en Navarra un sistema de electrólisis de alta temperatura reversible y altamente eficiente. En él participan, entre otros, la Fundació Institut de Recerca en Energía de Catalunya, varias start-up tecnológicas y Técnicas Reunidas.
La mayor ayuda, 4,4 millones, ha correspondido a un proyecto liderado en Euskadi por otra pionera de la termosolar, la ingeniería vasca Sener. Su objetivo es producir hidrógeno renovable a partir de agua aplicando microondas en las reacciones de reducción-oxidación de materiales iónicos en estado sólido.
En el caso de Enagás, participa en un proyecto en Catalunya subvencionado con 2 millones para “Optimización de los sistemas de purificación para almacenamiento de H2 verde en Cavidades Salinas” junto a, entre otras, Iberpotash, del grupo israelí ICL.
La pyme sevillana Lean Hydrogen participa en dos proyectos: uno para desarrollar tecnología que permita optimizar la compresión electroquímica del hidrógeno con electrolito sólido, y otro para poner en marcha una microrred de generación renovable y almacenamiento híbrido, dotada de Inteligencia Artificial para cuantificar el precio de cada línea de comercialización del vector hidrógeno. En este caso, junto a la también andaluza Magtel y la Universidad de Sevilla, entre otros participantes.
Por comunidades autónomas, los proyectos elegidos se reparten en Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid (cuatro cada una), seguidas de Aragón, Catalunya y Comunitat Valenciana (tres), Canarias, Castilla y León y Comunitat Valenciana (dos) y Navarra y la Región de Murcia (uno cada una).
Aunque en varios proyectos participan empresas y entidades de diferentes regiones, las comunidades que más dinero han recibido, teniendo en cuenta la ubicación del proyecto, son Andalucía (8,5 millones), Castilla-La Mancha (8,3 millones), Comunidad de Madrid (8 millones) y Comunitat Valenciana (6,8 millones), según la resolución publicada este miércoles.
30 propuestas
En esta convocatoria se han presentado 30 proyectos. Solo uno se ha quedado fuera. En la primera, resuelta en julio de 2023, se presentaron 43 proyectos y se concedieron unos 40 millones en ayudas a menos de la mitad, 19 iniciativas.
Esta nueva ronda ha seleccionado varias propuestas que entonces se quedaron fuera y han sido “mejoradas”, explica Sara Pérez, del IDAE. Además, se ha ampliado el presupuesto a cerca de 67 millones, frente a los 50 millones del año pasado.
Los proyectos tienen una duración de tres años. Para entonces deberán estar listos los prototipos. El porcentaje de la inversión que se subvenciona ronda el 50-60%. Las ayudas son inferiores para proyectos más maduros o de empresas de mayor tamaño, y mayores para las pymes y si la tecnología se pone a disposición del público en general.
Los proyectos se han clasificado en siete tipologías: tecnologías electrolíticas y no electrolíticas (como las microondas), generación de hidrógeno a partir de bioprocesos, residuos o purines, o a partir de energía eólica; tecnologías para producirlo en entorno marino offshore; mejoras en aplicaciones industriales, en la fase logística y de distribución y almacenamientos subterráneos de hidrógeno.