La propuesta de Carlos Cuerpo para la guerra comercial: quitar los aranceles que se autoimpone la UE

“Olvídense de Estados Unidos: Europa se ha impuesto aranceles a sí misma con éxito”, tituló recientemente una tribuna en el Financial Times el economista Mario Draghi. La retranca del ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) y ex primer ministro de Italia se justifica en el informe con su propio nombre, que le pidió la Comisión Europea a modo de recetario para mejorar la competitividad de nuestra economía y que lleva defendiendo desde hace meses. En él y en otro documento similar de Enrico Lettta, otro ex primer ministro italiano, se incide en la misma idea para que la UE no se quede atrás frente a Estados Unidos y a China: hace falta más integración, mucha más inversión en un futuro verde, digital y social y que caigan la mayoría de barreras que aún permanecen entre los socios.

Este planteamiento ha cobrado todavía más fuerza con la escalada de la guerra comercial por parte del nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, que esta misma semana confirmó aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y del 10% adicional a las de China, hasta el 20%. Mientras, mantiene la amenaza de tomar la misma medida con las importaciones europeas.

En este contexto y con el aumento de las tensiones geopolíticas, Mario Draghi recuperó en su tribuna en el Financial Times un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) de finales del año pasado que calcula que las barreras internas de la UE “equivalen a un arancel del 45% para las manufacturas y del 110% para los servicios”, en palabras del economista italiano. “Estas barreras reducen efectivamente el mercado en el que operan las empresas europeas: el comercio entre los países de la UE es menos de la mitad del nivel de comercio entre los estados de Estados Unidos. Y a medida que la actividad se desplaza más hacia los servicios, su lastre general para el crecimiento se hace peor”, explicó.

Este lunes, en la intervención de apertura de la 'Conferencia Cesce 2025: Seguridad económica en un mundo en conflicto', el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ahondó en esta idea. “El aprovechamiento del mercado interior en su pleno potencial en materia de intercambio de bienes puede suponer un efecto equivalente a la reducción del 45% de los aranceles para nuestras empresas”, advirtió.

“En el ámbito de los servicios, el aprovechamiento de este mercado interior supondría un efecto equivalente a reducir los aranceles en más del 100%”, añadió. “Este es todo el potencial que tenemos por delante si somos capaces precisamente de avanzar de manera decidida en la consecución de este mercado interior, de estos 450 millones de consumidores que tenemos a nuestro alcance”, insistió Cuerpo.

El informe del FMI en el que se basan las argumentaciones del italiano y el español efectivamente lamenta que, “a pesar de los importantes avances hacia la integración de los mercados, se estima que el nivel de barreras comerciales dentro de la UE sigue siendo significativo tanto en bienes como, sobre todo, en servicios”.

“Se calcula que los costes medios del comercio intracomunitario de mercancías se sitúan en torno al 44% (excluida la agricultura), con una gran heterogeneidad entre los distintos sectores”, señala el FMI. Los productos que sufren mayores costes son los textiles, los alimentos o los electrónicos. Los que menos, los químicos y los automovilísticos.

“Las barreras comerciales intracomunitarias son incluso más elevadas en el sector servicios, con una media del 110%, y todos los subsectores sufren barreras más elevadas que la media de los bienes”, prosigue el informe. “Esto sugiere la existencia de importantes impedimentos al comercio intracomunitario, por ejemplo, debido a la deficiente infraestructura fronteriza (en el caso del comercio de bienes), las leyes de contratación pública o la falta de armonización de las normas”, detalla el FMI.

“Estos resultados empíricos subrayan el potencial de una mayor integración del mercado de la UE para apoyar el crecimiento de la productividad”, concluye este informe. Pero hoy, este potencial es también crucial para navegar el complicado escenario internacional. Aunque algunos enemigos están dentro de la propia Unión Europea. “Las distintas políticas se están debatiendo enfrentando la bandera de cada país con la bandera de Europa, pero ”en realidad hay que verlo como un problema de creación de empleo, de competitividad...“ de toda la UE, avisó Enrico Letta a mediados del año pasado en Madrid.

Mercado interno y mercados financieros

Por ejemplo, “no existe un gran mercado financiero europeo en el que encontrar dinero para crecer e invertir”, dijo. Sin embargo, nuestros ahorros, nuestro propio dinero, acaban en los mercados de Estados Unidos o China [financiando empresas y proyectos] “porque son más innovadores”, pero, sobre todo, “son mercados más integrados”. Por ejemplo, “el Nasdaq [el índice norteamericano de bolsa de empresas tecnológicas] es tan grande como todas las bolsas europeas juntas”.

Según viene denunciando el italiano, “el soberanismo nacional es un suicidio”, y la consecuencia es que nuestro dinero se va fuera, y alimenta empresas extranjeras. “Necesitamos un enfoque europeo más integrado, más eficaz, con la posibilidad de darnos más dinero para invertir. Si no invertimos en el mundo de hoy, sufriremos”, añadió.

En definitiva, es “difícil competir con China o Estados Unidos en telecomunicaciones, energía, finanzas o defensa” si en la UE se continúa pensando a nivel de Estado único. De hecho, la defensa se ha convertido en una prioridad de los socios comunitarios. Este lunes, Ursula von der Leyen presentó un “plan de rearme de Europa” de cinco puntos con el que pretende que se movilicen 800.000 millones de euros con ese fin.

“Es fundamental que no se trate simplemente de aumentar en modo nicho, a nivel nacional, el gasto por parte de cada uno de los Estados miembros, sino que tengamos una visión de conjunto, que se identifiquen las necesidades, las capacidades a desarrollar para contar con un adecuado sistema de defensa paneuropeo. Es decir, que se avance en cuanto a la eficiencia del gasto a nivel continental”, dijo el lunes Carlos Cuerpo.

Además, el ministro de Economía resaltó “la necesidad de desarrollar una red de seguridad financiera a nivel europeo para proveer la defensa como bien público, pero también el resto de bienes públicos necesarios. Hay que desarrollar una red financiera de seguridad tiene que tener un componente europeo que incluya a sus instituciones, que incluya su presupuesto y que incluya también la posibilidad de crear instrumentos y herramientas que se doten de una financiación conjunta”.

Por último, pidió que se amplíe el concepto de defensa al concepto de seguridad económica, “que va mucho más allá. Y que tiene que incluir elementos esenciales como por supuesto las interconexiones energéticas, desarrollo de infraestructuras críticas o también desarrollo de capacidades digitales, en materia de capacidad computacional, soluciones de inteligencia artificial...”

Nuevos socios comerciales

Al margen de la propuesta de profundizar en el mercado interior, este lunes, Carlos Cuerpo aseguró que “a partir o más allá de esta integración hacia adentro”, es necesaria, “por supuesto, la integración hacia afuera, la búsqueda continua de socios comerciales, de socios estratégicos como ya está haciendo la Unión Europea, como hemos hecho con Chile, Canadá, Japón o recientemente Mercosur”.

“Tenemos que seguir explotando, explorando zonas y acuerdos comerciales, no solo hacia el oeste sino también hacia el este [como hacia la India]. Son acuerdos que estamos cerrando con países proveedores de minerales de tierras raras, mercados de destino para nuestras exportaciones que constituyen, como decía, una red de socios con los que tenemos que construir esta red de seguridad económica abierta”, continuó Carlos Cuerpo.

Para el ministro de Economía, los europeos “tenemos que ser, en parte, los que contribuyan a que seamos capaces de encontrar ese punto de esperanza, no solo nosotros o no solo para nosotros, sino también para muchos países o muchas áreas del globo que nos están esperando, que están esperando que la UE lidere este proceso”.